Éric Abidal, futbolista antes que leyenda

--> "Me hubiera gustado seguir jugando aquí, pero el club lo ve diferente y tengo que aceptar esa decisión". Éric Abidal se siente futbolista. Aprecia el regalo que le ha hecho el cielo en colaboración con su propio empeño, y no lo quiere desperdiciar. ¿Por qué desea seguir jugando al fútbol? ¡Porque puede! ¡Porque tiene salud para hacerlo! "Mi única duda es la recuperación después de cada partido, saber si puedo jugar 90 minutos y repetir tres días después", reflexiona. Las pruebas de esfuerzo son de momento positivas. Con una pretemporada sin contratiempos, estaría a tope para jugar al máximo nivel. Pero el Barça no lo cree así. Abidal seguirá jugando en otro sitio, donde lo quieran como futbolista... y no sólo como leyenda.

Un artículo de Sergio M. Gutiérrez.
Seguir a @sergiomguti

Éric Abidal, manteado por sus compañeros del Barça.

--> La decisión: Las promesas de renovación automática en el caso de que volviera a jugar al fútbol cayeron en saco roto. El Barça ofrecía a Abidal un cargo institucional, el de director técnico de las escuelas del club en el mundo. Pero Abidal aspiraba a seguir siendo uno más de la plantilla. El Fútbol Club Barcelona ha optado por no ampliar el contrato de su jugador. Se trata de una decisión técnica, estrictamente deportiva y muy mal explicada.

"Que hable Zubi", se escaqueaba Rosell en rueda de prensa. "Esta decisión forma parte de un proceso en el que intervienen muchos elementos", se liaba Zubizarreta, y espetaba cada pocas frases la excusa de que no quería dar argumentos futbolísticos. ¿Y en qué se basa entonces la decisión de no renovar a un futbolista?

Zubi, Rosell y Abidal

     Porque Éric Abidal sigue siendo futbolista profesional. Y no pasa nada por tratarlo como tal, por comunicarle que no está al nivel, que el entrenador y la dirección deportiva quizá se equivoquen, pero que han decidido prescindir de sus servicios porque entienden honestamente que hay otros futbolistas mejor preparados, que merecen más que él ocupar ese hueco en la plantilla, futbolistas que ofrecen mayores garantías, futbolistas quizá como Adriano, como Bartra, como Mascherano, como algún fichaje necesario. No hubiera pasado nada por decir: "Abi, no tienes hueco en este equipo".

"Ha sido una decisión consensuada por todos los estamentos del club", zanja Rosell. Y nadie pronuncia el nombre de Tito Vilanova. Pero si Tito Vilanova hubiera dicho que cuenta con Abidal, Abidal estaría renovado.

La leyenda de Abidal

     Eso sí, Abidal tampoco habría aceptado una ficha por compasión. Porque Abidal adora a sus compañeros, y quiere ayudarlos, no estorbarlos. Acaba la rueda de prensa y los abraza uno a uno entre aplausos. "Sois mi segunda familia", les dice. Y expresa sus emociones con la sencillez de quien no tiene nada que esconder: "Primero quiero disfrutar hasta el último segundo de mi contrato con el Barça". Y guiña el ojo con maldad a Rosell antes de confesar: "Ya buscaré equipo cuando acabe la temporada".

     Éric Abidal ya es leyenda, pero aún no quiere serlo. La vida le ha enseñado a ser realista, y a pedir lo imposible como sólo los realistas harían. Quizá nunca vuelva a ser el extraordinario futbolista que fue. Qué más da. Abi continuará improvisando, viviendo al día. ¿Dirigir las escuelas deportivas del Barça? Por supuesto. Lo hará con gusto. Pero lo hará en el futuro, cuando deje de ser futbolista. Cuando acepte por fin su condición de leyenda.

Escribe para 'El Chut': @sergiomguti
Seguir a @sergiomguti
Pinche aquí para consultar más artículos de Sergio M. Gutiérrez.


Comparte este artículo: