"" octubre 2013 ~ El Chut <br> Expertos deportivos

"Que quien se calla cuanto me callé
no se podrá morir sin decirlo todo.".

José Saramago.

Aquí no dimite ni Dios

Perdonen la blasfemia, pero Dios también habría de dimitir de su cargo divino, si es verdad aquello que Alejandro Blanco afirmó en su condición de muy respetable presidente del Comité Olímpico Español. "Dios va con Madrid", dijo muy ufano. Qué cosas tiene el señor Blanco. Dios, ya se sabe, carga con demasiadas responsabilidades, y uno no puede pretender que se ponga siempre de su lado.

Ganó Wimbledon, perdió la “Batalla de los Sexos”

Este 25 de octubre se han cumplido 18 años del fallecimiento de una de las personas que más ha contribuido al progreso del tenis femenino y también a la igualdad de premios de la que tanto se habla en la actualidad.

Novelismo (I): “El germen de la traición”

Pateaban un balón de fútbol contra una pared, igual que cuando contaban apenas doce años. Se entendían sin palabras y agradecían mutuamente el silencio con el que se comunicaban. Pep Guardiola y Tito Vilanova hacían tiempo antes del entrenamiento de la mañana.

Mi futbolista favorito

Habría que recordar más a menudo la razón que convierte al fútbol en el más universal de los deportes: el fútbol es lo que es porque lo juegan niños de toda condición, y los ricos pocas veces son los mejores.

La decisión

"¿ Todos los días tomamos decisiones. Es inevitable. Prácticamente desde el primer momento, al despertar, cuando escoges poner primero un pie u otro en el suelo. La mayoría son nimias. "

31 octubre 2013

Cristiano viejo

--> Todo tiene su explicación, incluido el titular de este artículo: aquí no vamos a cuestionar a Cristiano Ronaldo, entre otros motivos porque el siete del Real Madrid es aún joven y se muestra pletórico de facultades físicas. Así que no, no es ése el cristiano viejo del que venimos a hablar. Eche la mirada atrás, querido lector, si desea comprender. Recuerde que la locución "cristiano viejo" resultaba tan común en la España premoderna como hoy lo pueda ser el término español. Quienes poseían sangre pura, antepasados cristianos por los cuatro costados (ni judíos ni moriscos), disfrutaban de un prestigio social que ninguna riqueza ni ningún privilegio podían compensar.

Un artículo de Sergio M. Gutiérrez (@sergiomguti).

Diego Costa celebra un gol con su compañero Filipe Luis. Foto: Club Atlético de Madrid.
     Todo tiene su explicación, como digo; incluido que un puñado de necios mononeuronales, los que habitan el fondo sur del estadio Bernabéu, proclame a voz en grito que Diego Costa no es español (a diferencia de ellos, que sí lo son y de pura cepa, cabe entender).

     Vivimos un tiempo de nacionalismos exaltados, un tiempo mucho más peligroso de lo que usted se imagina. Pregunte en la calle, en el bar, en la oficina, en la cola del supermercado. Son legión los españoles que consideran que Diego Costa no es de los suyos, y no porque Diego Costa se haya comportado durante años como un futbolista impresentable. 
Les chirría, simplemente, que el brasileño haya nacido en Brasil, que juegue en un equipo rival, que no sea vallecano como Negredo, valenciano como Soldado o riojano como Fernando Llorente. Entienden esos adalides de la españolía que para poseer un DNI español hacen falta muchos más méritos que los reunidos por el delantero del Atleti.
     Pregúnteles, querido lector, cuáles han de ser esos requisitos. Exíjales criterios diáfanos: cinco años de trabajo y cotización a la Seguridad Social, diez años, veinte años; quizá un abuelo emigrado, un resto al menos de sangre pura en sus venas. Puede que muchos afirmen que uno sólo es español en la medida en que se ha criado en algún lugar de España desde chiquitito. Pídales entonces que marquen la edad mínima, que establezcan el criterio con rigor, que afirmen con rotundidad si el niño Costa debió vivir en España desde los diez, desde los doce o siquiera desde los quince años.

     Son racistas, sin más. Y muchos no lo saben.

Nacionalismo no español

     Vivimos un tiempo de nacionalismos exaltados, también de tipo periférico. Lo peor es que el nacionalista no se tiene a sí mismo por un ciudadano peligroso, e incluso siente formar parte de una especie de hermandad superior, de un movimiento legítimo, de un grupo unido en pos de la causa más justa por la que se le ocurre luchar. Cito a continuación un par de ejemplos, delicados ambos donde los haya.

     Nil Marín, guardameta del Girona B, falleció en un accidente de tráfico reciente. Su pobre padre, un hombre sin duda honesto y trabajador, ha publicado una emotiva carta abierta dirigida al impresentable presidente del Olímpic de Xàtiva, quien por motivos incomprensibles se negó a guardar un minuto de silencio en memoria del chaval. 
     El señor Marín, cargado de la legitimidad que otorga el dolor de un padre que ha perdido a su hijo, se expresa en los siguientes términos: "Porque nosotros, los catalanes, tanto si somos o no independentistas, somos gente de alma, carne y hueso, como ustedes, ustedes que el domingo nos discriminaron".
     Víctor Marín está en posesión de la razón. Pero observen ese plural, ese "ustedes" que localiza la agresión fuera del núcleo nacional. Toda la carta está dirigida a un "usted" (el innombrable presidente del Xàtiva), pero en el momento de subrayar la afrenta el "usted" se transforma en "ustedes" (los que creen que mi hijo no merece respeto porque quizá fuera nacionalista) y el "yo" se transforma en "nosotros" (los catalanes agraviados sólo por serlo).

     Repito: el señor Marín tiene toda la razón del mundo (y reciba desde aquí mi más sentido pésame por esa pérdida irreparable), pero le ruego que no confunda a esos especímenes xenófobos con el resto de ciudadanos, los normales de dentro y fuera de Cataluña, los que lloramos la muerte de Nil pensara como pensara, fuera nacionalista o no lo fuera.

     ¿Sabe una cosa, querido lector? A menudo siento miedo en las redes sociales. Las personas en apariencia más sensatas escriben auténticas barbaridades y disfrutan de un altavoz permisivo, inane, sin filtro alguno de calidad. Ayer mismo, una simpática e inteligente aficionada culé (y catalana) afirmó que cómo va a querer ella compartir DNI con los aficionados del Real Madrid, si le dan tanto asco que no desea ni compartir el aire que respiran. Era una exageración, por supuesto, pero una exageración impropia de una chica sensible, de mente despierta, lectora de poesía y que se expresa con tremenda corrección ortográfica y gramatical.

     A esa chica no le importa compartir el aire con los catalanes de todo signo y condición. En Cataluña no hay gentuza, al parecer, o no tanta como en España.

     En todas partes cuecen habas. En todos los rincones de Europa se están repartiendo carnés de cristiano viejo.

     Y yo no sé qué certificado de pureza de sangre voy a enseñar el día que me lo exijan.


Escribe para 'El Chut': Sergio M. Gutiérrez (@sergiomguti)

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28 octubre 2013

La necesidad del líder

--> Quique Sánchez Flores solía repetir constantemente en sus comparecencias ante los medios de comunicación esta frase: “La fuerza del lobo es la manada”. La sentencia no es, evidentemente, del entrenador madrileño. La ocurrencia hay que atribuírsela al escritor Rudyard Kipling en su ‘Libro de la Selva’ y, además, Quique aprovechaba sólo una parte de la misma, que se iniciaba con “la fuerza de la manada es el lobo”.

Un artículo de Jorge Segura (@jseguraclara).

Miroslav Djukic, entrenador del Valencia C.F.

     No sé si Sánchez Flores obviaba esa primera parte conscientemente, pero siento que tanta importancia tiene una como la otra. Es poco probable que un individuo alcance el éxito sin el apoyo de aquellos que conforman su grupo, pero si ese grupo no tiene un líder que les guíe tampoco se realizará como tal. Son cuestiones que se retroalimentan.

     Sea como fuere, Quique repitió tanto aquella idea (también le gustaba verse como Katsumoto, el jefe Samurai de la película ‘El Último Samurai’ protagonizada por Tom Cruise) porque debió entender que el Valencia, la manada, ya andaba por aquel entonces ausente de líder. El lobo predominante no emergía.

     Tras la marcha de Rafa Benítez, que se convirtió en guía por derecho propio tras sus éxitos deportivos, Juan Soler buscó el líder en uno que jamás lo fue. Ranieri en su primera etapa simplemente dio en el clavo como entrenador y encontró ese liderazgo en los jugadores. Cañizares, Djukic, Mendieta, Piojo… ellos lideraban el grupo. Repatriar al italiano, que a punto estuvo de “venir nadando” desde Londres, fue sólo el primer error del inútil Soler, tan líder de club como un ‘mono con pistolas’.

     A partir de ahí, el Valencia se fue descomponiendo como un castillo de arena, a golpes de ola de mar.

     Baraja y Albelda por diferentes motivos fueron dejando de ser los estandartes que pudieron tomar el relevo a Benítez. Los entrenadores que iban y venían, carecían del carisma suficiente para arrastrar al grupo (pese a intentarlo como Quique) o les sobraba carisma y caradura (como Koeman).
Los jugadores que fueron llegando aportaron mucho futbolísticamente. En algunos casos fueron (son) futbolistas brillantes como Villa, Silva, Mata… ¿pero líderes? No, líderes no fueron.
     Porque la conclusión definitiva es que un individuo, por más que se empeñen los demás e incluso uno mismo, no se convierte en líder. El líder nace, lo ves desde pequeño cuando juega en el parque, en el cole… tira del resto de amiguitos. Con el tiempo ese liderazgo puede pulirse y acrecentarse o, simplemente, quedarse para presidente de comunidad de vecinos. Pero si no lleva algo desde la cuna, olvídense.

     En los últimos cuatro años, siguiendo la desertización de los otros cinco anteriores, han intentado convertirse en líderes desde Manolo Llorente a Amadeo Salvo en el sillón de tribuna. Desde Emery a Djukic en el banquillo. Desde Soldado a Banega en el terreno de juego… Ninguno ha cuajado porque ninguno lo lleva. No se trata de ser mejores o peores profesionales o personas, pero líderes no son. Y el Valencia lleva casi diez años echándolo en falta.


Escribe para 'El Chut': Jorge Segura (@jseguraclara)

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25 octubre 2013

Ganó Wimbledon, perdió la "Batalla de los sexos"

--> Este  25 de octubre se han cumplido 18 años del fallecimiento de una de las personas que más ha contribuido al progreso del tenis femenino y también a la igualdad de premios de la que tanto se habla en la actualidad. Sí, Bobby Riggs aceleró ese proceso, aunque sus propósitos fueran muy distintos.

Un artículo de Fernando Gómez (@fgomezsaez).
Fernando Gómez es periodista deportivo y experto en tenis de Eurosport España.

El excampeón de Wimbledon Bobby Riggs y Billie Jean King, antes de la denominada "Batalla de los sexos".

     El campeón de Wimbledon 1939 (también lo fue de dobles aquel año y jugó otras dos finales individuales en Roland Garros y el US Open) está unido a la historia del tenis y del deporte junto a Billie Jean King, con una relación muy similar en sus consecuencias a la que quedó establecida con esa imagen de Katherine Switzer, la primera mujer que en 1967 disputó un maratón con dorsal, y el director de la prueba en Boston, Jock Semple, intentando expulsarla de la carrera sin éxito.
     El protagonista de nuestra historia lanzó un reto a cualquier tenista profesional del momento en 1973. Tenía 55 años y aseguró que ninguna mujer podría derrotarle.
     King, de 29 años,  aceptó el desafío. No le quedaba más remedio. Al proclamarse campeona del Abierto de los Estados Unidos el año anterior había denunciado que su premio era inferior al del vencedor masculino, Ilie Nastase. Amenazó a la organización con su ausencia el año siguiente si no se corregía esa desigualdad.

     Aunque a modo de "satélites" hubo algunos partidos mixtos de preparación, la denominada "Batalla de los sexos" se pacto para el 20 de septiembre de 1973 en el Astrodome Arena de Houston. Como si de un combate de boxeo de la época se tratase, el encuentro se fue calentando con declaraciones de los protagonistas. Él reiteró que la mujer debía volver a su lugar natural en la sociedad. Lo más cerca que la situaba de una pista de tenis era en la cocina de cualquier club donde se practicara este deporte. Ella pretendía cambiar este deporte por completo y recordó que hasta entonces solo había estado reservado a ricos, blancos y hombres.
     Llegó el día y al partido acudieron, como recuerda el historiador Eduardo Puppo, 30.492 personas (algunas de las cuales llegaron a pagar más de 100 dólares de la época por su localidad). 
     Aunque no era un choque oficial, esa cifra sigue siendo hoy el récord de personas que han visto en directo un encuentro de tenis. Lo más cerca que se ha estado de esa cifra fueron las dos finales de Copa Davis disputadas en el estadio de La Cartuja de Sevilla en 2004 y 2011. El duelo tuvo una audiencia televisiva en Estados Unidos cercana a los 50 millones de espectadores. Solo por detrás de la Super Bowl.

     En cuanto al juego, tuvo más historia la publicidad y parafernalia que le acompañó que el partido en sí. King se llevó la victoria con la claridad que refleja el marcador de 64 63 63. Al día siguiente The New York Times publicó lo siguiente: "lo más importante es que King convenció a los escépticos de que las mujeres pueden triunfar ante cualquier adversidad y que tienen los nervios tan o más fuertes como cualquier hombre". Un pequeño paso para el tenis, un gran paso para la humanidad.


Escribe para 'El Chut': Fernando Gómez (@fgomezsaez).

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Fernando Gómez es periodista experto en tenis.


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23 octubre 2013

El Tour con menos contrarreloj de la historia

--> Es otra manera de entender una gran vuelta por etapas: pocos kilómetros contrarreloj, mucha montaña, inicio en Leeds pese a que esto sigue siendo el Tour de Francia, rodadores a remolque en la general hasta la penúltima etapa. Y entonces sí, el que haya aguantado que agarre la bicicleta de las cronos y les meta a los livianos escaladores una minutada. Si para entonces las fuerzas le aguantan, claro. Porque de todos es sabido que en la crono del último día cuentan más las fuerzas que la condición de especialista.

Un artículo de 'El Chut'

Chris Froome, en contrarreloj durante el Tour 2013. Foto: taimages.

     El Tour de Francia de 2014 será, en efecto, el que sume menos kilómetros contra el reloj de toda la historia. E incorporará el macizo de Los Vosgos en la tradicional dualidad entre Alpes y Pirineos. Christian Prudhomme, el director de la carrera, asegura que los tres grandes escenarios montañosos serán decisivos por igual.

     'La Grande Boucle' comenzará el 5 de julio en el Reino Unido, donde disputará sus tres primeras etapas. Transitará por escenarios no siempre familiares: jornadas de media montaña, el regreso de los adoquines y sólo introducirá la contrarreloj el penúltimo día: 54 kilómetros entre Bergerac y Périgueux, escasos sin duda para los especialistas, más que suficientes para el señor Prudhomme: "La contrarreloj marca más diferencias que la montaña, a veces distancias irremediables".

     Antes, cinco llegadas en alto otorgarán posibilidades a los escaladores. El colombiano Nairo Quintana, segundo en la última edición, parece haber estado en la mente de los diseñadores de la ronda gala. Sin Nairo, quién animaría la carrera.
     Un puñado de kilómetros adoquinados de la París-Roubaix pondrá a prueba las habilidades de los integrantes del pelotón también como equilibristas y conductores. Los mecánicos vivirán entonces, en la quinta etapa, su día más duro.
     Pero la gran novedad del recorrido del Tour 2014 es sin duda la presencia del macizo de Los Vosgos. Como si un organizador cualquiera de la Vuelta a España se tratase, Proudhomme y su equipo se han calentado la cabeza para descubrir nuevas subidas, nuevas trampas para las piernas de los ciclistas: en la llegada a Gérardmer, tres puertos aguardan concentrados en los últimos 30 kilómetros de recorrido, con pendientes superiores al 10%.

     La contrarreloj de Périgueux definirá la clasificación general final. El 27 de julio, el ganador se paseará como cada año por los Campos Elíseos parisinos.


Escribe para 'El Chut': @elchutpuntocom



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20 octubre 2013

Neymar y el fútbol, más allá de las patadas

--> Acumula ya un puñado de partidos en Europa ese gran futbolista llamado Neymar Júnior. Algunos analistas se apresuran a destacar su aportación al juego del Barça, sus regates, sus formidables diagonales, el compromiso mostrado en la presión, su aceptación y proclamación de Leo Messi como líder. Otros recalcan su facilidad para caer de forma espectacular, la posible simulación de algún que otro penalti, la exageración comprobada de la gravedad de alguna de las muchas y muy duras entradas recibidas. Pocos hablan, en cambio, de lo único importante: cuánto ha cambiado el fútbol del Barça por la influencia del brasileño.

Un artículo de Sergio M. Gutiérrez.

Neymar y sus compañeros celebran un gol. Foto: fcbarcelona.es.
     
     Porque el fútbol del Barça ha cambiado mucho. No hablo aquí de la famosa presión, de la mayor o menor elaboración de la jugada, de la influencia de los centrocampistas o de la exposición de los centrales. Me refiero al modo en que el equipo del Tata busca el gol en el último tercio del campo, a las decisiones creativas de los delanteros cuando pretenden abordar defensas o superar líneas.

     En el Barça conocido hasta la fecha, apenas Lionel Messi poseía licencia para driblar. Existía en el imaginario colectivo de la plantilla la prohibición de enfrentar a más de un defensa rival si no se portaba el diez a la espalda. Llegado el momento, se arriesgaba la pelota sólo por combinación, sólo en el espacio creado con paciencia. Y se fiaba la acción individual únicamente al mejor futbolista de la historia.
     ¿Por qué ese comportamiento? Porque la experiencia había demostrado que Leo era capaz de hacer la jugada de Pelé casi a diario. Messi era el desequilibrio justo, el maravilloso solista de una orquesta estrictamente fiel a la partitura.
     Neymar posee grandes cualidades, y quizá esté llamado a marcar una época en el fútbol mundial. Pero perdóneme el 'neymarismo': Júnior jamás alcanzará el nivel de Lionel.

     ¿Y por qué habría de alcanzarlo? ¿A santo de qué esta manía de compararlos? 

     No es una manía. Hoy mantengo la teoría (asumo que algo estrafalaria, sin duda a contracorriente) de que Neymar aporta al Barça justo lo que ya aportaba Messi: velocidad en conducción, ruptura en diagonal, quiebros difícilmente imaginables hasta que son vistos, asistencias, goles. Todo eso Júnior lo ejecuta muy bien, pero Messi siempre lo hará infinitamente mejor.

     Pues doblemente bueno, me dirán ustedes. ¿Acaso no sé que dos grandes futbolistas siempre pueden jugar juntos? Déjense, queridos lectores, de lugares comunes. ¿Acaso no he visto presionar al brasileño, entregarse, demostrar que está al servicio del equipo? Desde luego que lo he visto: no me queda ni la más mínima duda de la valía de Neymar, de su enorme calidad, de su inteligencia dentro y fuera del campo.

Messi y Neymar

     Cuando Lionel no está, Neymar asume su rol. Júnior, eso sí, recibe patadas que Messi esquiva, pues los defensas jamás cazan a tiempo al argentino. Júnior falla goles que Messi no fallaría. Júnior se está sometiendo a la más injusta de las comparaciones.
     Con Messi en el campo todo cambia. Messi es el de siempre, hace la de siempre, manda como siempre, condiciona el juego del Barça como siempre. 


     Hoy sostengo (como Cruyff, aunque por motivos quizá diferentes) que dos gallos son demasiados, que el Barça ataca mal con dos conductores, con dos individualistas, con dos soberbios regateadores. Hoy afirmo que Neymar debe aprender a tocar a la primera, a asociarse como un centrocampista más, si quiere que su pieza encaje en el puzzle.

     Antes el Barça abría rendijas en las murallas. Ahora intenta derribarlas.

     Antes sinfónico, ahora libertino.
     Antes coral, ahora personalista.

     Neymar es un chico inteligente. Se adaptará. Pero corre el riesgo de fracasar, porque el fútbol del Barça le acabará exigiendo sin remedio cambiar su misma esencia como futbolista.     


Escribe para 'El Chut': @sergiomguti

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14 octubre 2013

Es la Idea de Juego, idiota

--> Normalmente uno se hace aficionado del equipo de su barrio, o del equipo con el que simpatizan en su familia. Los hay quienes se hacen seguidores del equipo rival justo por la misma razón.  Y también algunos se afilian a la línea  a seguir de un club. Maneras de ser seguidor de un club. Los clubes, por su parte, también tienen su propia historia, éxitos y fracasos. Normalmente salen a relucir los momentos gloriosos, los títulos, las copas, pero es posible que haya una Idea de Juego que subyace debajo.

Un artículo de Ricardo Zazo (@RichiZazo).

El fútbol levanta pasiones en cualquier rincón del planeta. Foto: rayterrill.


     Los entrenadores no son ajenos a la Idea de Juego, sino más bien lo contrario, son consustanciales a ella. De la unión de ellos (Idea de Juego del Club, Idea de Juego del Entrenador + gustos del aficionado) dependerá el futuro del equipo.

     El ejemplo paradigmático, pero no el único, ni mucho menos, es el Fútbol Club Barcelona. El Club tiene muy claro (en teoría, pues la tentación de aportar la firma del que pasa por el club de manera eterna es grande) cómo deben jugar sus equipos, desde Fútbol Base hasta el Primer Equipo. Sobre todo, porque jugando así, ganan. Si hubieran ganado jugando de modo directo y de segunda jugada,  lo harían de esa manera.

     Existen Entrenadores con su propia Idea de Juego.  Los equipos de Mourinho, Guardiola, Pellegrini y un sinfín de entrenadores más buscan una identificación de los jugadores con su manera de ver el fútbol, que a veces encaja con la Filosofía de Club y a veces no. Otros tienen que hacer encajes de bolillos para poder, durante un periódo de tiempo,  crear una Idea de Juego en el club donde trabajan. Pepe Mel, Jürgen Klopp, Antonio Conte, Simeone o Paco Jémez buscan optimizar recursos. Por supuesto, también hay entrenadores que juegan de modo distinto allá donde van, o en función de la calidad de su plantilla.

     Pero la Historia nos dice que el club que tiene una Idea de Juego característica posee la capacidad de regenerarse más rápido en cada periodo de tiempo de esplendor, pues hay una Hoja de Ruta a seguir. En tiempos de zozobras y dudas sobre el Modelo de Juego, siempre hay una luz que ilumina al resto. 

     Pero además, a los aficionados debe de gustarle lo que ve, pues para eso paga la entrada. Es una idea muy extendida el no escuchar al aficionado, despreciarlo a la hora de confeccionar una plantilla, más empeñados en ganar dinero que en mostrar una Identidad del Club con los aficionados que van al estadio. Sin duda, el aficionado lo que quiere es ganar, pero ninguna Idea de Juego te asegura eso. Ni ningún entrenador. Ni ningún jugador. Así pues, ya que uno es seguidor de un equipo, mejor que vea algo que le guste y pueda identificarle.

Si existe una Idea de Juego, buscar un entrenador idóneo, ya sea fuera o en casa es relativamente más sencillo, pues sabes lo que buscas y compras, en vez de echar una moneda al aire sin saber qué puede suceder.
     No desprecien la Idea de Juego. Es el secreto de muchos grandes éxitos.


Escribe para 'El Chut': Ricardo Zazo (@RichiZazo)

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13 octubre 2013

Las profecías del "Bolillo" Gómez (parte 2)

--> “Estamos trabajando para poner a Colombia en el próximo mundial”, dijo más avanzada la charla el “Bolillo” en aquella fría tarde en el Mandela Square, recuerdo, Junio de 2010, en pleno desarrollo del mundial de fútbol y él por entonces, entrenador de la Selección de Colombia. Había deseo en sus palabras, pero también convicción y sabiduría. Tenía varios “porqués”. Y ahí el posterior: “va a estar Colombia en Brasil”.

Un artículo de Leandro Bailac (@pilarfutbol).

Jackson Martínez, celebrando un gol con la camiseta de Colombia. Foto: FCF.


     Pasaron 3 mundiales desde Francia 1998. Quedaron atrás -muy atrás ya- una tremenda etapa de fútbol vistoso y colosal con los Rincón, Valderrama y Asprilla (imborrable 5-0 a Argentina en su propia casa como estandarte) - y otra época de frustraciones -post-exitismo cruel-, de la cual alguien aprendió y luego entendió que barajar y dar de nuevo indicaba la solución. Bajar a tierra, olvidar el pasado victorias incluidas y “comenzar a trabajar” de nuevo. Y trabajó la selección de Colombia desde aquellos años sin dudas para volver a estar entre los mejores 36, y hoy lo consiguió.
Aquella tarde inolvidable en Sandton, tras conversar con el “Bolillo”, “Profesor” de esta materia, me quedó claro que Colombia había creído en un cambio -timonazo de 180 grados- y que el camino era el correcto.
     Pasaron varios entrenadores, incluso el mismo Gómez pasó después de la Copa América en Argentina el 2011, pero el equipo ya era un firme y de pie vertebrado. Luego de 6 meses poco fructíferos de Lionel Alvarez, toma las riendas el 2 de Enero de este 2013, José Pekerman otro argentino, el sexto en la historia de Colombia.
     Nuestro querido José llega sin el visto bueno de la patria “cafetera” pero con pergaminos en el ámbito Juvenil (3 Mundiales ganados) y una participación correcta con el Seleccionado Mayor en Alemania 2006 (4tos. de final). Como dijimos, Colombia a estas alturas, no lograba triunfos y lo que es peor una identidad de juego, ni aquella ni ninguna; confundida con tanto cambio de dirección pero con una materia prima importante en nombres, con roce internacional. No cayó en gracia su designación dijimos. Resistido en el comienzo José, con derrota ante Perú en su primer encuentro por Eliminatoria,  poco a poco convenció, porque él estaba convencido: “los colombianos deben ser conscientes de la gran oportunidad que tiene su fútbol” había exclamado en su asunción. Con paciencia pulió ese “diamante” (afirmando el proverbio chino: "un diamante no se puede pulir sin fricción, tampoco un hombre puede perfeccionarse sin pruebas”) y con su estilo, simple y tranquilo y su sello, -que tanta falta le hacía a este país-: el de la humildad y el trabajo.

     Dirigió 18 partidos ya, entre amistosos y Eliminatoria; perdió solo 3 (Perú, Chile y Uruguay de visitante), y hasta Uruguay hacía 10 que no perdía, y 6 que no le convertían (hoy, un total de 11 goles en contra y 31 a favor), en estos dos últimos encuentros se relajó, con la clasificación prácticamente en la mano, perdió dijimos con Uruguay y perdía 0-3 en Barranquilla, y reaccionó, empató y clasificó. Le ganó a Serbia y a Camerún, empató 1-1 con Brasil en USA. Quedó en segundo lugar de Sudamérica y hoy está 5ta. para la FIFA en su clasificación mundial.

     El equipo que sale prácticamente de memoria combina experiencia y juventud, fuerza física con técnica, jugadores con hambre y figuras excluyentes como James Rodríguez, Jackson Martínez y Radamel Falcao. Por sobre todo sabe a que juega y dijimos ya, se convenció. Previo a Uruguay su entrenador decía: “el sueño sigue vigente porque el primer objetivo todavía no fue cumplido. Todavía queda mucho por hacer”.

     Allá por Diciembre en el sitio “Elespectador.com” reafirmaba conceptos: “esto no es un estilo, es una forma de trabajo que el fútbol colombiano necesitaba”, y tras sus primeros aciertos (triunfos) explicaba: “esto no es ningún milagro, que acertó un cambio, que entró Cuadrado y el equipo ganó... No hace efecto un cambio si no se ha hecho todo lo demás” y ese todo lo demás es simplemente trabajo en conjunto y con un mismo fin.

     Hoy el sueño sigue sin cumplirse, solo un primer objetivo, la segunda “profecía” del “Bolillo” Gómez en Johannesburgo -ojalá acierte la anterior también-. Colombia está en el Mundial de Brasil, participará de la fiesta grande del fútbol pasados 16 años. Fue Cenicienta alguna vez, ojo que no llegará a su sede como tal. Sufrió una gran transformación. La inició el “Bolillo” y la definió José; juega fútbol sudamericano, el padrino es argentino. El sueño de quienes forman parte de este plantel y su gente, es que la fiesta dure pasadas las 0 hs., de un día de Semifinales allá por Junio/Julio de 2014.



Escribe para 'El Chut': Leandro Bailac (@pilarfutbol)

Pinche aquí para consultar la primera parte de este artículo de Leandro Bailac.


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09 octubre 2013

Días sin "9", en la vida de un River-Boca

--> Pasó un nuevo superclásico del fútbol argentino, mundial. Pasó un nuevo River-Boca, esta vez con la particularidad, como en 2004, de la ausencia de público visitante. ¿No mereció River perder, no? Un empate en el final -¿que no hubiera festejado River?- hubiera sido lógico “en caliente”, en frío ya no sé. Buen primer tiempo de fútbol. En posesión de pelota y calidad de tal fue más el equipo de Ramón; Boca atacó, o contra-atacó mejor; en situaciones de gol, fue más Boca en el primer tiempo, reitero, donde se definieron roles, el curso del partido y su resultado.

Un artículo de Leandro Bailac (@pilarfutbol)

El Monumental de River. Foto: H Dragon.

     Boca jugó con “9”, River no, y paradójicamente “Teo” Gutiérrez fue de lo mejor. Así explico el resultado de los primeros 45 minutos y del juego; luego con 0-1 (o 1-0) suceden "cosas", cambian los planteos, o se intensifican. River, Ramón Díaz y su equipo definieron que debían tener la pelota, presionar bien arriba y “atacar”. ¿Habrá definido que como el Barcelona? ¿Con “el espacio” como número “9”? No lo creo, si fue así se perdió algo de la explicación “Guardiolesca” Ramón Díaz.
     Al fútbol se gana haciendo goles, si no empatas 0 a 0 en el mejor de los casos. Tonto, real y básico. River jugó de manera asociada, hizo muchos pases y bien. Soltó a sus volantes, generó alguna jugada para que terminara en gol, pero quien llegó a definir no fue ni Teo, quien se unió a la elaboración -y muy bien que hizo- y menos el "niño" Andrada más abierto que cerrado (no contemos la pelota parada como parte de este análisis). Llegó un frío Carbonero a patear casi mano a mano con Orión, probaron Lanzini, Rojas. Insisto Teo -quien vino para romper redes- no, salvo al final, con el último aliento, donde todo sucede por insistencia, -lo que queda de táctica también- y no por estrategia.

     Como dije, el segundo tiempo y con score abierto es otro cantar. 
Del otro lado -del de Bianchi- Gigiliotti tuvo tres chances en el borde del área chica, una en offside; la segunda el gol: desborde del “7”, anticipo ofensivo al máximo del “9” al central de turno. Básico parece, antiguo, clásico; a llamarlo como quieran, yo efectivo también.
     Está muy bien la teoría del vacío, pero River no programó eso, Ramón no lo hizo nunca, no tiene como y lo sabe. Tengo dudas del  pedido hacia el colombiano por parte del riojano. ¿Quién se hizo cargo del faltazo al superclásico del centrodelantero en el local? Por ahora ninguno. Boca lo aprovechó, hizo el gol, que en estos partidos como en partidos de Copa y de visitante valen dos. Lo entendió y lo planificó así Boca, Bianchi. Y con el resultado puesto lo dice, se lo deja como enseñanza a Ramón.
     No hay que dejarse engañar: como en el River-San Lorenzo pudieron ganar los de Pizzi y Barovero mereció su arco en cero también, para eso está- River, daba la sensación, que le pudo haber hecho un gol o dos a Boca repito. Apareció Mora como “9”, y Teo dijimos, en el final del segundo tiempo, desordenado, confuso; contra un Boca ya demasiado lesionado, pero con Orión lúcido hasta el minuto ‘93. En el 11 contra 11 “titular”, Boca diezmado y todo no mereció perder, lo digo hoy analizando el todo.
     En el segundo tiempo 0-1 ya, River fue más, Boca no fue, aguantó y se llevó más que 3 pts., se robó el festejo, y hasta una posible "Reelección", que tensiona políticamente si, y recibe su entrenador, que lo presiona y lo hace errar en el discurso posterior: "Nuestro entrenador es más grande" dijo Riquelme. "Se juega como en la copa" "enseñó" Bianchi; Ramón (que debe seguir pensando hoy) solo se contradijo echando al piso lo bueno del partido, olvidándose de aquella clasificación con San Lorenzo, con un planteo que sirve para seguir de copas si, pero como muchas veces dijo de este Boca, de lo peor de su historia.  
     River tiene equipo, no para jugar a ser el Barcelona ni mucho menos, pero no coincido con quien dice que no tiene plantel. Al contrario que su entrenador creo que no define el método, y este a su vez, es preso de su discurso. Pensó que desafiando a Boca (“si salimos los dos a atacar va a ser un lindo partido”) éste iba a cambiar, a salir. 
     Metido en el corazón del Monumental dije: pudo River quedarse con su fiesta (terrible fiesta); debió, lo mereció. Al menos empatar y olvidar este terrible momento político que atraviesa y divide pero Boca le robó el grito y lo dejó en “mute” una vez más.
Hoy frío, digo que el solitario visitante fue práctico, inteligente, y que pudo noquearlo recuerden también (y lo hará cuando Sánchez Miño emboque una de las que tiene por partido) y terminarlo.
     Dije, de pie y en caliente que River pudo ganar el partido, que hizo méritos, que jugó fútbol. Hoy sentado, digo que River no iba a hacer un gol, porque su goleador es Mercado y porque no jugó con quien la empuje. Digo que River pudo haber hecho uno o dos goles con un “9” como Ramón Díaz. Extraña que no lo haya creado ya a imagen y semejanza con lo que se quiere.

Escribe para 'El Chut': Leandro Bailac (@pilarfutbol)

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Adnan Januzaj y el pacto de caballeros

--> Adnan Januzaj está en boca de todos. El joven delantero nacido en Bruselas ha irrumpido en las primeras páginas de la prensa inglesa tras conseguir su primer doblete en la Premier League con el Manchester United a la tierna edad de 18 años. Este logro, unido a la inactividad de las grandes ligas a causa de las fechas FIFA, ha desatado un debate que se ha contagiado desde las islas Británicas a media Europa a cuenta de la posibilidad de que el joven delantero sea internacional con la selección inglesa, debate que cuenta con muy poco sustento.




Andan Januzaj, en un entrenamiento (Fotografía: manutd.com)

--> El crisol de culturas que confluyen en el nacimiento de Januzaj hace que haya sonado para reforzar a las selecciones de Bélgica, Albania, Turquía, Serbia e incluso Inglaterra. Hasta el momento, el joven proyecto de delantero no ha recibido la llamada de ninguno de sus respectivos seleccionadores (las opciones más cercanas, no obstante, se reducen a Bélgica -país en el que nació- y Albania -origen de su familia-). La opción de los 'Three Lions' está más cerca de ser una utopía que una realidad.
“Esta ha sido la primera vez que he intentado convocarlo, porque quiero mandarle un mensaje claro. Por desgracia, he tenido una respuesta muy rápida desde Inglaterra, en la que el United me dijo que el jugador siente que no está preparado aún para tomar una decisión sobre su futuro internacional”. (Marc Wilmots, seleccionador belga)

Un pacto de 1993

--> El escaso rendimiento que ha ofrecido Inglaterra en los últimos Mundiales y Eurocopas hace que cada cierto tiempo suene la posibilidad de convertir en inglés a algún jugador que destaque dentro de la Premier League. Sucede ahora con Januzaj y sucedió en el pasado con jugadores como Mikel Arteta o Manuel Almunia. La normativa FIFA permite a los jugadores naturalizados jugar con el país del que un jugador sea ciudadano y haya residido en él durante los últimos cinco años en caso de que no haya jugado un partido oficial con la selección absoluta de su país de origen. Esto ha facilitado que Diego Costa vaya a ser jugador de la Selección española en un futuro cercano, algo que difícilmente podría darse en las cuatro federaciones del fútbol británico (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) por culpa de un pacto de caballeros que data de 1993, cuando se instauró la regla de elegibilidad de la FIFA.

--> Según este pacto, cualquiera de estas cuatro federaciones podría convocar a jugadores que cumplieran los siguientes requisitos: 1) su país de nacimiento, 2) el país de nacimiento de su padre o madre, 3) el país de nacimiento de alguno de sus abuelos y 4) la posesión de pasaporte británico. Los distintos seleccionadores tuvieron varios momentos de duda con diversos jugadores -desde Lorenzo Amoruso en Escocia hasta Louis Saha en Inglaterra-, por lo que el espíritu del pacto se concretó aún más y apareció recogido en la FIFA en diciembre de 2006.
“Me gusta Carlo Cudicini. ¿Podrías averiguar también la situación de Malbranque, Edu y Saha?” (Sven-Göran Eriksson, seleccionador inglés, a David Davies, exdirector ejecutivo de la FA, en un extracto del libro 'FA Confidential')
--> Esta normativa provocó algunas anécdotas que marcaron la carrera internacional de algunos jugadores. David Johnson, delantero del Ipswich Town entre 1997 y 2001, tenía la certeza de que jugaría con Escocia durante la Eurocopa 2000, pero la burocracia terminó apartándolo de su sueño al descubrirse que su madre natural -él fue adoptado en su infancia- era inglesa, lo que lo habilitaba para jugar con Inglaterra, una opción mucho menos factible para él.

En 2009 se modificaron los requisitos para poder defender a estas selecciones, incluyendo la posibilidad de ser convocado con la absoluta si se había sido educado en el país de turno al menos cinco años antes de cumplir los 18. Esto permitió a Andrew Driver jugar para Escocia y a Andy Dorman con Gales después de haber completado gran parte de su educación siendo menores de edad en estos dos países. La mera obtención del pasaporte dejó de garantizar la internacionalidad, dando así más peso a la formación educativa del jugador. Esto ha impedido recientemente que Àngel Rangel, lateral derecho y uno de los capitanes del Swansea, pueda ser internacional con Gales, según informó la FAW en julio de 2012.
“Si la oportunidad se presenta, por supuesto que lo consideraría. No juego para ninguna selección, así que cualquier opción sería tenida en cuenta” (Àngel Rangel, lateral derecho del Swansea, mayo de 2012)
 --> Ni el pacto de caballeros original de 1993 ni la ampliación de 2009 se adaptan al caso de Adnan Januzaj, quien aterrizó en Inglaterra en 2011, con 16 años. Al ser imposible que cumpla los cinco años de educación en territorio de la FA, las puertas de los 'pross' parecen cerradas de forma definitiva para el jugador del Manchester United, a no ser que la FA cambie su postura de forma oficial y decida vulnerar el pacto con la 'Home of Nations', grupo que representa a las cuatro federaciones británicas.

En lo relativo a los jugadores que han podido llegar a defender la camiseta inglesa en el pasado, Mikel Arteta fue una propuesta defendida por Fabio Capello, no por la FA. Sven-Göran Eriksson y el propio Capello, dos entrenadores foráneos, han sido los más combativos en este aspecto, buscando convocar jugadores que aumentaran el nivel sin mirar su lugar de nacimiento. La propia federación inglesa y la FIFA, en últimas instancia, frenaron cada intento de los seleccionadores en este sentido, a pesar de la predisposición de los jugadores.

Almunia, al igual que Cudicini, también estuvo en el objetivo del entrenador italiano dada la tradicional debilidad que presenta Inglaterra en la posición de portero, pero la FA le sacó la idea de la cabeza, haciéndole ver que eso hubiera supuesto un insulto para los porteros que pujaban por ser el titular de los 'pross' en 2008: David James, Ben Foster, Robert Green, Paul Robinson y un joven Joe Hart, que fue el que finalmente ha conseguido hacerse con la titularidad de forma permanente.

Bobby Zamora, de origen trinitense, y Carl Jenkinson, con pasado en las categorías inferiores de Finlandia, sí juegan con la absoluta inglesa, aunque en su caso queda justificado directamente por su lugar de nacimiento, Londres y Harlow, respectivamente.

El pacto de caballeros también afectó en su momento a Nacho Novo, delantero que hizo carrera jugado en Escocia para el Raith, Dundee United y Rangers. En 2008, cuando la cláusula de la educación aún no había entrado en vigor y todo se regía por el pasaporte, el ariete ferrolano pudo jugar para los 'bhoys', pero la Scottish Football Association puso la honorabilidad de su palabra por delante.
“En el futuro, puede que alguno de nosotros cambie nuestra opinión pero, por el momento, nos ceñimos a nuestro acuerdo”. (Gordon Smith, director ejecutivo de la SFA)

Escribe para 'El Chut': Agustín Galán, periodista de Eurosport España.



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08 octubre 2013

La lección de vida de Rafa Nadal

--> Soy de los que siempre pensó que la carrera profesional de Rafa Nadal no se prolongaría demasiado. Si tenías en cuenta que alcanzó un nivel difícilmente superable siendo aún muy joven y te fijabas en el desgaste físico que realizaba en cada partido, parecía lógico pensar que más bien antes que después, alguna lesión muy grave y/o crónica le obligaría a dejar el tenis antes que otros de los mejores del momento.

Un artículo de Jorge Segura (@JSeguraClara).

Rafa Nadal. Foto: jfranarias.

     Cuando llegaron los serios problemas en las rodillas, acrecentados en un loco calendario de torneos en pista dura o las exigencias de la hierba de Wimbledon, desgraciadamente esa percepción que sentía cada vez estaba más cerca de confirmarse. A Rafael (como siempre y casi únicamente le llama su tío y entrenador Toni Nadal) se le escapaba una vida y a los demás, la sensación de estar conviviendo y disfrutando de una leyenda casi irrepetible de nuestro deporte.

     Los que no le conocemos más que por su vida profesional y pública, pero al que admiramos por aquello que transmite, tanto en la victoria como en la derrota, sufrimos con su primera caída en la tierra de Roland Garros. Donde Nadal era invencible, un buen día se mostró débil ante el sueco Soderling. Saber que algunos problemas familiares le estaban afectando, le hizo aún más humano. Más cercano.
De aquello salió pronto, pero verle sufrir físicamente te daba pena. Supongo que a todos nos daba pena. A todos menos a él y su entorno de trabajo.
     Ese entorno es mucho más necesario en un deporte individual y tan exigente como el tenis que en cualquier otro. El tenista profesional vive sólo en la pista y normalmente eso se traslada a una agotadora temporada de viajes eternos, de una parte a otra del planeta. El tenista puede tener muchos amigos en la profesión pero siempre es consciente de que debe olvidarlos cuando los tiene al otro lado de la red. Uno no puede sentirse mal al ver a un amigo sufriendo en esa otra parte. Es más, debe ‘machacarlo’. Ser consciente de eso y sobrellevarlo tampoco es fácil.

     Si la gente que trabaja con ellos, entrenadores,  preparadores físicos, fisioterapeutas, managers… es capaz de entender cómo debe ayudar a desenvolverse al tenista en todo ese mundo y aconsejarlo bien, las cosas son mucho más fáciles.

     Rafa ya había sido adalid de las críticas contra el calendario tenístico y cómo esto destrozaba físicamente a los jugadores. No sólo a él, a la mayoría, siendo Del Potro otro de los exponentes del desgaste que conlleva un año tenístico. Pero el negocio deportivo es el negocio de muchos que no lo son, así que poco caso recibieron los tenistas como el escaso que reciben los deportistas de cualquier índole a la hora de mejorar sus disciplinas.

     Así que, dados los problemas físicos, decidieron variar sus apariciones en el calendario, cambiar el estilo de juego para conseguir golpes más contundentes y ganadores que sirvieran para acortar los partidos en su favor, seleccionar muy bien dónde y contra quién hacer los mayores esfuerzos… todo lo necesario para volver al mejor nivel. Y lo han conseguido.
Pero en todas estas modificaciones, hay algo que no depende de la planificación o el cambio de juego. Se trata del corazón y del convencimiento.
     Ahí es dondeRafa Nadal establece la diferencia entre ser uno de los mejores y ser el mejor. Pone corazón en cada punto y convencimiento en cada partido. Siente respeto por el juego y por quienes lo juegan, demostrándolo en cada felicitación al rival desde la atalaya de la victoria o el foso de la derrota. Jamás fue cómico o manipulador en los gestos como Nole Djokovic ni especialmente sensible como Roger Federer, aquel día en Melbourne donde rompió a llorar tras caer con Rafa en la final del Open de Australia cuando acuñó su famoso “esto me está matando”. Rafa es capaz de mantener la línea arriba y abajo. Cree en él y él ha vuelto al número 1. El siguiente objetivo es abanderar a la delegación olímpica en los Juegos de Río. Las rodillas se lo impidieron en Londres. Estoy convencido de que lo conseguirá y nos volverá a dar otra lección de vida.  


Escribe para 'El Chut': Jorge Segura (@jseguraclara)

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