"" El Valencia necesitaba airearse ~ El Chut <br> Expertos deportivos

"Que quien se calla cuanto me callé
no se podrá morir sin decirlo todo.".

José Saramago.

03 marzo 2014

El Valencia necesitaba airearse

--> Cuántas veces habré tenido esa sensación de estar en una habitación cerrada, casi sin luz natural, cargada y de ambiente prácticamente contaminado. Seguro que os ha pasado lo mismo más de una vez. Un sensación de encierro que aturde los sentidos y casi no te deja respirar. Un especie de celda que sólo es posible cambiar abriendo las ventanas, las puertas de par en par y dejando correr el aire. Que libere de fuera a dentro todo lo negativo, física y anímicamente. Pues, exactamente eso, necesitaba el Valencia y esa sí ha sido una buena decisión de su presidente.

Un artículo de Jorge Segura (@jseguraclara).

Mosaico en el estadio de Mestalla. Foto: unoodostoques.

      El equipo estaba viciado, acomodado, rendido al destino de una temporada lastimera. ¿Malos jugadores? En algunos casos diría que sí. ¿Entrenador sobrepasado por la gravedad del momento deportivo y social del club? Seguramente que también. ¿Ineficaz estructura deportiva y de fichajes? Mayoritariamente también... El Valencia tenía una especie de cáncer que se inicio en la cúpula directiva hace ya unos años y que en los últimos, había metastaseado a todos los órganos vitales del club.

     La única manera de intentar solucionar el grave problema y que, al menos a corto plazo, el equipo tuviera una reacción que le mantuviera vivo en la lucha por una plaza europea en Liga y la disputa de la Europa League, era abrir, extirpar todo lo malo y esperar a que el tratamiento diera resultado. Y así ha sido. ¿Decisiones valientes o desesperadas? Quién sabe, seguramente un poco de ambas pero, en cualquier caso, siempre acertadas.

     La primera cirugía debía ir dirigida a la cabeza visible de la estructura deportiva. En el fondo Braulio no es que fuera cabeza de mucho ni cola de nada, pero su trabajo no había beneficiado en nada al Valencia. Salvo contadas excepciones, fichajes costosos de jugadores con cierto talento pero de intensidad corta e inestable. Además, olvido absoluto de la situación de cantera y de la cantidad más o menos cualitativa de jugadores aprovechables para el primer equipo. Su salida, acompañada de la llegada al mando de cabecera de Rufete, ha cambiado tanto la visión y necesidad de los fichajes como el aprovechamiento de los recursos de la ciudad deportiva. 
     Ahora Bernat, Alcácer, Míchel, incluso Portu y Gayá, son parte del proyecto y enseñan la puerta a quienes quieran abrirla desde abajo.
     La segunda medida era el cambio de entrenador. Seguramente, y aunque parezca increíble, la menos necesaria en mi opinión de las tres decisiones. ¿Era Djukic un mal entrenador para el Valencia? En general, sinceramente no lo creo. Eso sí, queda patente que no era el idóneo para el momento puntual del club y del equipo. Equivocó la estrategia casi desde el principio, midió mal su fuerza y su respaldo y acabó devorado por los jugadores que habían convertido el vestuario en su cortijo. 
     No lo digo yo, lo dijo uno de los que no formaban parte del mismo, recuerdan a Mathieu: "Había muchos jugadores que no tenían la cabeza aquí"... ni aquí ni allá, añadiría yo.
     Esta debía ser la tercera y más importante limpieza. Banega, Canales, Postiga, Pabón... no aportaban sobre el campo y lo que es más grave, restaban fuera de él. Mal ejemplo para los jóvenes y peor imagen para el club. A ellos se pudo y debió unir alguno más como Ricardo Costa, pero un error (grave) de previsión le dejó hasta final de temporada en el equipo. A cambio, Senderos, Keita, Vargas, Araujo... y la recuperación y consolidación de jóvenes con talento y estos sí, con ganas de aportar, de crecer, de ganar como Parejo y un inesperadamente recuperado Feghouli.

     Con el tiempo, tras la dinámica positiva más allá de los resultados, todo parece fácil de ver y de aplicar. Nada más lejos de la realidad. Todo era fundamentalmente muy complicado de ejecutar. Más aún en la situación institucional de venta que tiene el club.

     No he dicho casi nada de Pizzi. No es que no le dé mérito. Al contrario. Lo que me da pena es pensar hasta dónde llegará su trayectoria en el Valencia. No por falta de capacidad sino por la inminente venta del club. Imagino que quién lo compre vendrá con entrenador y jugadores de 'postín' en la maleta. Suele ser lo habitual, aunque no siempre lo correcto. Veremos.


Escribe para 'El Chut': Jorge Segura (@jseguraclara)

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