"" septiembre 2014 ~ El Chut <br> Expertos deportivos

"Que quien se calla cuanto me callé
no se podrá morir sin decirlo todo.".

José Saramago.

Aquí no dimite ni Dios

Perdonen la blasfemia, pero Dios también habría de dimitir de su cargo divino, si es verdad aquello que Alejandro Blanco afirmó en su condición de muy respetable presidente del Comité Olímpico Español. "Dios va con Madrid", dijo muy ufano. Qué cosas tiene el señor Blanco. Dios, ya se sabe, carga con demasiadas responsabilidades, y uno no puede pretender que se ponga siempre de su lado.

Ganó Wimbledon, perdió la “Batalla de los Sexos”

Este 25 de octubre se han cumplido 18 años del fallecimiento de una de las personas que más ha contribuido al progreso del tenis femenino y también a la igualdad de premios de la que tanto se habla en la actualidad.

Novelismo (I): “El germen de la traición”

Pateaban un balón de fútbol contra una pared, igual que cuando contaban apenas doce años. Se entendían sin palabras y agradecían mutuamente el silencio con el que se comunicaban. Pep Guardiola y Tito Vilanova hacían tiempo antes del entrenamiento de la mañana.

Mi futbolista favorito

Habría que recordar más a menudo la razón que convierte al fútbol en el más universal de los deportes: el fútbol es lo que es porque lo juegan niños de toda condición, y los ricos pocas veces son los mejores.

La decisión

"¿ Todos los días tomamos decisiones. Es inevitable. Prácticamente desde el primer momento, al despertar, cuando escoges poner primero un pie u otro en el suelo. La mayoría son nimias. "

27 septiembre 2014

Olvidando a Rafa Benítez

--> Qué difícil resulta en la vida olvidar a LA PERSONA. Esa por la que has dado y recibido todo, que te llevó a llorar y reir sin motivo, con la que descubriste cielo y mar... aquella que un día se decidió a marchar y te dejó vacío. Dejar atrás todo lo sentido y buscar un nuevo camino, que podrá ser mejor pero pocas veces lo es, porque siempre será diferente. No hablo de fútbol. O quizás sí. Porque el juego de la pelota tiene tanto de pasional, de vital, que las sensaciones de pérdida no andan tan distantes. Es sencillo imaginar la desazón de los barcelonistas cuando Guardiola puso fin a su estancia en el banquillo azulgrana, el abatimiento de los seguidores del United con el adiós de Alex Ferguson o el desconcierto de los valencianistas con la despedida de Rafa Benítez. En aquel prematuro epílogo de 2004 vengo a centrarme. 

Un artículo de Jorge Segura.

Rafa Benítez. Foto: k1ngk0ng.

     Desde la marcha del entrenador madrileño al Liverpool, buena parte del valencianismo se sintió descorazonado. La primera intentona para sacar de la depresión al aficionado del oscuro periodo de presidencia de Juan Soler sólo duro unos meses. El regreso al pasado de Claudio Ranieri se fracturó con aquella lesión de Vicente en Bremen y lo que fue un inicio continuista de éxitos se transformó en una temporada desastrosa. Ni el romano era ya el mismo de 1999 y, por supuesto, nada tenía que ver con su predecesor. Fue el primer paso que incidió en la depresiva búsqueda del nuevo Rafa.

     Como los argentinos buscan en cada gambeteo de un joven emergente al nuevo Maradona y los brasileños en el quiebro al otro Pelé, los seguidores de Mestalla querían ver en cada innovación táctica del inquilino de turno de su banquillo al líder que se pareciera al exitoso Benítez.
     Así, durante años, con jugadores de la mejor época en la historia del club, con futbolistas consolidados o con proyección que llegaban temporada tras temporada, fueron dilapidándose uno tras otro Quique Sánchez Flores, Ronald Koeman, Unai Emery, Mauricio Pellegrino, Miroslav Djukic, Ernesto Valverde y Juan Antonio Pizzi. Por no hablar de las asombrosas interinidades de Antonio López, Voro, Oscar Fernández y la reciente de Nico Estévez
     A todos se les vio o quiso ver algo del entrenador bicampeón de Liga en 2002 y 2004 cuando, en realidad, tenían poco o nada de él. Es lo que tiene la añoranza del que piensa que cualquier tiempo pasado fue mejor.

     Es un sentimiento tan inevitable como dañino. Tanto como el largo proceso de conflicto interior en el eterno proceso de venta que sigue sangrando. Y vete a saber si ese hastío en el que entró el hincha y la reactivación evidente por la (casi) llegada del nuevo proyecto de Peter Lim, han sido culpables al unísono del olvido temporal del 'Rafismo'. Y es aún más curioso que haya sido el entrenador que menos confianza generaba en un primer vistazo el encargado de hacerlo.

     Con una experiencia corta en la Liga portuguesa, la mayoría miramos con recelo la aparición de Nuno como primera opción para entrenar al Valencia. Al conocer que además era una imposición del futuro nuevo dueño de la entidad, sonaba más a capricho con poco recorrido que a un aspirante sólido a conquistar el sitio por derecho y trabajo. Cualquier duda era más que razonable. Diría incluso que lo sigue siendo con sólo unas pocas jornadas disputadas. Pero la realidad palpable de momento es que el entrenador portugués vence y convence. Trabaja muy bien al equipo más joven de Primera. Como si del juego de tetris se tratara, ha encajado perfectamente las piezas recién llegadas a su plantilla con aquellas que ya estaban. El bloque defiende bien y ataca mejor. Para completar su aura de tipo competente, pese a estar pocas semanas en la ciudad, ha entenido perfectamente qué tiene que decir y cómo en cada una de sus comparecencias públicas, ante los medios de comunicación. Y ya se sabe, además de ser bueno, tienes que parecerlo, cosa que otros teóricos 'dominadores' del escenario mediático como Quique o Unai fueron incapaces de comprender.

     Olvidar a Rafa Benítez no sería conveniente ni justo, su legado de éxitos será difícilmente repetible, pero aprender a vivir sin él y su recuerdo era necesario para centrarse en las cualidades del que ahora sí quiere estar en ese banquillo. Nuno ha empezado a difuminar el pasado. Que su figura siga generando pasión sólo dependerá de su trabajo y el de sus jugadores. Como en la vida, ¿verdad? 


Escribe para 'El Chut': @jseguraclara

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19 septiembre 2014

Di María, el "patito feo" del Madrid

--> Pasó, allá lejos quedó la Champions League 2013/14, al punto que comenzó una nueva. Pasó también, más cerca en el tiempo, el Mundial de Brasil. Objetivos 2014, de Angelito Di María: campeón de la décima con Real Madrid siendo figura en la final y subcampeón del mundo tras un gran mundial, a pesar de perderse por lesión la final frente a Alemania.

Un artículo de Leandro Bailac (@pilarfutbol)

Ángel Di María, en su presentación con el Manchester United.

     Comenzaron las ligas de Europa y  pasó Di María del Real Madrid al Manchester United en valores record.

     Entender por qué Florentino Pérez -junto a Ancelotti y ya sin Zidane- prefieren no reconocerle el valor, méritos y no aumentar su “ficha” hasta dejarlo ir habiendo sido uno de los mejores en su equipo y luego de ganarlo todo salvo la Liga en 2014 es el fin de éste artículo. Solo un Club como Real Madrid puede darse ese lujo extremo y hay razones, puertas adentro.

     Desde el 28 de Junio de 2010 pasado el mundial de Sudáfrica, Di María juega en el equipo “merengue”. Veinticinco millones de Euros su pase del Benfica después de ganar la Copa de Portugal por segunda vez y la Liga en el mismo año. Jugó cuatro temporadas ya, y entre los títulos de Di María en Real Madrid, cabe destacar su cantidad de goles (36) y asistencias (72) en el recorrido de su historia blanca en la que disputó 190 partidos. Sin dudas que no pasó inadvertido, ni siquiera a pesar de alguna importante lesión a fines de 2011 y principios de 2012. A los títulos del gran 2014 hay que decir que ganó la Copa del Rey en 2011, la Liga en la temporada 2011/12 y la Supercopa de España en 2012.
     ¿Entonces? ¿Cómo y por qué? Hay explicación: Di María fue el “patito feo” del Madrid.
     El Club de fútbol Real Madrid como cada club de fútbol medianamente con historia posee y es en sí mismo una marca. Real Madrid es una de estas marcas -deportivas- más poderosas, “más valiosas del mundo” (según la Revista Forbes) teniendo en cuenta sus ingresos: desde patrocinadores y derechos de emisión de sus partidos hasta la venta de productos y la capacidad en sus estadios. En todo esto tiene que ver, influye directamente cada nombre y apellido que confeccionan una “plantilla” del equipo de Fútbol de Primera División, siendo cada jugador y su número un propio motor.

     Esta gran marca deportiva, a partir del año 2000 con Florentino Pérez -sucediendo a Lorenzo Sanz en la presidencia- pasó además, a tener tintes profesionales empresariales.

     En el informe del Centro de Sport Business Management del IESE Business School, “Real Madrid: el arte de construír un marca” publicado por Estrategia Financiera en Septiembre de 2006 se explica este concepto más amplio de empresa de “espectáculos” según su “gobernante”, y nos ayudará a entender como un jugador “Garrincha” puede no interesar más:

“(27 de mayo de 2001) Un proyecto: ser líderes en el terreno deportivo, tener las instalaciones y una economía acorde con el prestigio del club y consolidar su imagen”. “Lo más importante que tiene el Real Madrid es su imagen y señorío y esa imagen de madridismo, de sentimiento que está fomentada por el comportamiento de las peñas. Una identidad que no debemos de perder, que debemos fomentar y, desde estas peñas tan entrañables, es en dos pilares: extraordinarios jugadores y cantera. En tres años se han conseguido una Liga de Campeones, una Copa Intercontinental, una Supercopa de Europa, dos Ligas de España y dos Supercopas de España”.

     Bonito discurso el de Florentino Pérez con corto tiempo de asumido, haciendo incapié en los pilares “GRANDISIMOS JUGADORES” -en primer lugar claro- “Y CANTERA” después. Concepto claro que reiteró (corrigiendo el órden) en 2005:

“Las fortalezas de este club son varias. En primer lugar su modelo económico, que funciona en la medida que vayamos alimentándolo. Necesitamos tener a los mejores jugadores del mundo, con gran repercusión mediática, la garantía de nuestros ingresos. Los dos pilares son los jugadores de la cantera, identidad del madridismo, junto a los mejores jugadores del mundo”; idea que respetó junto a sus entrenadores de turno, ya que pasaron en aquella primera etapa nada menos que Zidane, Roberto Carlos, Ronaldo, Figo y Beckham entre otros:..”Para los galácticos, jugar en el Real Madrid significa un alivio ya que, en un club con tantas estrellas, la responsabilidad recae entre todas las figuras, mientras en otros una estrella soporta todo el peso de la responsabilidad (Ronaldo). Además, jugar entre las estrellas del Real Madrid se ha convertido en un motivo de orgullo para muchos jugadores. Para que no haya rivalidad, el salario anual (la ficha) es igual entre todos ellos, lo único que los diferencia es el rendimiento de su imagen..”.

     Aquí otra buena parte del análisis, para entender aún más este modelo de “marca-modelo”, con prioridad en el marketing, arma de doble filo, ya que comprar a los mejores en sus puestos no significa constantes buenos resultados, deportivos al menos:

“(23 de septiembre de 2001): El Real Madrid es un gran generador de contenidos; su marca es conocida en todo el mundo. Sus ingresos ordinarios revelan que no es capaz de convertir esa millonaria audiencia y acogida en la fuente de financiación fundamental del club. Sólo a través de un plan de marketing eficaz seremos capaces de hacer fructificar ese liderazgo mundial. Asumir que esa dimensión de “mercado” tiene que formar parte de alguna manera del proceso de toma de decisiones dentro del club”. “Cuando ganamos las elecciones decidimos que en el Real Madrid estarían los mejores jugadores del mundo. Fichamos a Figo, Zidane, Ronaldo... lo que produjo un fenómeno social, que se vio reflejado en la estructura de ingresos. Como consecuencia de esto, de dar espectáculo, el cambio que se dio es sustancial, pasando de tener pérdidas de explotación a beneficios. Con una política de inversión adecuada y recomprando nuestros derechos, los beneficios ordinarios han aumentado 2,5 veces, colocándonos como la institución deportiva que más beneficios tiene en el mundo, superando a las de EEUU”.

     La intención es sin duda, no dejar de lado objetivos deportivos, pero la línea es demasiado delgada entre quien “conviene” que juegue por lo que juega y quien por lo que vende. Hasta donde es positivo pensar casi en exclusividad en el desarrollo de la marca? Es al menos peligroso:

“Para conseguir el incremento de ingresos, el Real Madrid fortaleció la marca. Para José Ángel Sánchez , director de marketing del Real Madrid, un club de fútbol es una marca valorable según el tamaño de la audiencia y del perfil socioeconómico de la misma…”.

     En esta primera etapa de Florentino Pérez, el departamento de Marketing asume un rol demasiado importante en esta “empresa”. Pérez no escucha a los entendidos directores deportivos y desarma la columna del equipo: Casillas-Hierro-Makelele-Raúl. Sus ambiciones y reconocidos logros en el ámbito económico lo cegan y hacen que su primer ciclo termine dimitiendo a su cargo.

     En esta su segunda etapa a partir del 2009 -y reelecto en 2013 al no presentarse oposición- pareciera no haber aprendido y vuelve por un lado a reclutar a excelentísimos jugadores -y como bien los define Guardiola, a “grandísimos atletas”- por encima de su preciada “cantera” aunque discurse lo contrario; y suma al ya amado Cristiano Ronaldo a Gareth Bale, a Isco, y por estos días a Kroos, a James Rodríguez, y a “Chicharito” Hernández dejando de lado a Ozil en el mercado pasado; ahora se le “escapa” Xabi Alonso , a quien no reemplaza aún y a nuestro Ángel Di María, quien pretendía más valoración, una “caricia”, un merecido aumento. Con un “se quizo ir” se defendió Florentino; “mi idea era quedarme”, sostuvo el argentino, que realmente deseaba quedarse y es un erróneo Florentino y SU Real Madrid quienes ya no lo querían o necesitaban. Recuerden el discurso -época de “Galácticos”- donde a: “el salario anual (la ficha) es igual entre todos ellos” hoy lo contradice y decide no congraciar el nivel de Di María y dejarlo marchar hacia Inglaterra, pensando y diciendo que Angelito quería quedar solo por debajo de Cristiano -en mensualidad-, defendiendo la subjetiva al menos teoría de que el portugués, es hoy el mejor del mundo.

     ¿Cuándo decide Florentino Pérez que “no sirve más”? Cuando tras salir reemplazado por Bale frente al Celta de Vigo el 5 de Enero el sub-consciente de Ángel se tomó los genitales. Hubo un bajón en su rendimiento, puede ser si, pero inmerecida fue también la muestra de descontento por aquellos días.

     Si tenemos en cuenta esta forma de pensar y ser del Real Madrid: “lo más importante que tiene el Real Madrid es su imagen y señorío…”, Di María en aquel momento tiró por tierra tal sentencia, la  contradijo. Ese gesto tan poco decoroso a los silbidos de “la grada” no fue del agrado de nadie y en ese mismo instante Pérez lo definió como prescindible (para Ancelotti hasta aquí intransferible), y donde manda capitán…

     Di María, redobla la apuesta y a pesar de ser prácticamente suplente, de ser nuevamente reprobado y silbado en Copa del Rey, termina un ciclo siendo fundamental en la concepción de la décima Champions para Real Madrid, cambiando tales silbidos por aplausos de pie de casi todo el Bernabeu, salvo del palco de honor, que ya había decidido en base a esa teoría:

“…La marca demuestra de forma intuitiva la PIF (sistema de creencias que visualiza el líder: Florentino Pérez). El que sea el mejor club de fútbol del mundo, por lo tanto la mejor marca, ha de ser traducido en realidad en términos concretos. La marca es la imagen. La imagen en el campo deportivo profesional se apoya en los jugadores y en su forma de jugar, podría haber una considerable incoherencia si en la PIF el Real Madrid habla de señorío y sus jugadores no lo son, por tanto la forma como se reclutan y fichan a esos jugadores será la palanca que permita sostener a la marca”.

     Real Madrid posee a muchos de los mejores del mundo una vez más y por eso podrá ganar y golear esporádicamente, pero serias dudas tengo en cuanto a la obtención de nuevos títulos. Hoy  Real Madrid, el grupo comandado por Ancelotti, es más que nunca un grupo de individualidades y en el fútbol hay claras muestras de que esto no alcanza y que hasta es contraproducente. Cierto es que por querer ser más y más, se olvidan  errores cometidos y se carece de humildad.

     Cuánto le costará al Real Madrid (Club de fútbol) esta estrategia? Cuál será el futuro de Florentino Pérez?

     Di María es crack, de los tres mejores jugadores del mundo (junto a Messi y Cristiano) y fue un error irreversible dejarlo ir “por feo” al fútbol inglés, donde aparecerá el “cisne” blanco que siempre fue.

     Consultemos qué piensa el Manchester United, el club más valioso del mundo en la actualidad (Forbes) o preguntémosle a Louis van Gaal: "how much is feo" Angel Di María.


Escribe para 'El Chut': Leandro Bailac (@pilarfutbol)

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14 septiembre 2014

Ni al toque ni al contragolpe

--> Es difícil comprender los parámetros por los que se rigen algunos de los grupos que conforman el famoso entorno futbolístico. Si dejas al margen a los profesionales primarios de este negocio, es decir, jugadores y entrenadores, te topas con un cúmulo de incongruencias de las que el resto formamos parte. Desde el directivo al aficionado, pasando por el periodista, lo que en una previa de partido parece aceptado como verdad absoluta, al terminar se convierte en negación máxima. ¿Por qué? Es simple, por el resultado de la contienda. Hay escasas (y honrosas) excepciones, pero también se muestran incapaces de mantener la línea romántica del juego por el juego demasiado tiempo, ignorando los éxitos o fracasos finales. 

Un artículo de Jorge Segura (@jseguraclara).

David Albelda y Rubén Baraja, en un partido con el Valencia.

     La llegada de los hinchas al mundo valorativo instantáneo que han favorecido las redes sociales, tengo la sensación de que ha convertido a más de un colega en camaleón, capaz de cambiar de piel en función de hacia dónde sople el viento de sus seguidores tuiteros. A mí también me ha sucedido en alguna ocasión y si reflexionas, llegas a conclusiones no demasiado acertadas. 
     Ser capaz de mantener una línea coherente y medianamente objetiva resulta complicado habitualmente. 
     Cuando el debate y las opiniones se centran en el estilo de fútbol que cada equipo practica, los últimos años han sido el escenario de los mayores vaivenes que recuerdo. Gente que hace sólo unos meses menospreciaba la utilización del toque y la superioridad del juego con mayoría de centrocampistas, ahora defienden ese sistema... y viceversa. Es llamativo cuando la reflexión es al respecto del equipo propio, pero me resulta más sorprendente aún cuando los cambios de opinión se realizan en función de lo que hace el rival.

     A principios de siglo, el Valencia que construyeron Claudio Ranieri y Héctor Cúper para que acabara de convertir en campeón Rafa Benítez, fue un equipo vilipendiado por ciertos sectores madridistas. Más allá del estilo evidentemente defensivo que practicaba, basado en el esfuerzo colectivo, el sufrimiento y la pegada, algunos se empeñaron en desprestigiarlo por la agresividad (violencia para los más osados) que supuestamente utilizaban varios de sus futbolistas. El caso es que con aquel estilo fueron dos Ligas las que los valencianistas arrebataron a los blancos.

     A partir de 2008, el Barcelona que reconstruyó Guardiola de las cenizas que dejó el de Rjikaard, se convirtió en dominador con un fútbol de presión, recuperación, dominio del balón y circulación que tuvo poca respuesta en sus primeros años. Pese al reconocimiento de la mayoría del mundo futbolístico, otra vez un sector del entorno madridista comenzó a intentar desacreditar esa forma de juego. No sólo eso, además abogaron por la defensa encarnizada de la llegada de José Mourinho y su inherente agresividad. 
     Fue curioso, llamativo, patético en ocasiones, escuchar a personajes que habían masacrado con sus valoraciones el juego del Valencia de 2004 (mejor equipo del mundo ese año), defender ese tipo de fútbol solo un tiempo después y encarnizarse con el preciosismo del azulgrana. Fueron los mismos.
     Hasta hoy. Ahora el viento ha vuelto a cambiar, la rueda ha girado y aquellos vuelven a virar el barco hacia otro horizonte. Tras fichar a James, Kroos... más la continuidad de Modric, Isco y compañía, regresa la defensa de lo estético y toca el desprestigio del rival capacitado para arrebatar los títulos, el Atlético de Madrid de Simeone. Será cuestión de tiempo otro vuelco a las opiniones, las versiones, las tendencias... y siempre serán contra el rival más fuerte. En eso sí, mantienen una misma línea. Lógico.


Escribe para 'El Chut': Jorge Segura (@jseguraclara)

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11 septiembre 2014

La generación de la burbuja

--> El dibujante Aleix Saló denomina "generación burbuja" a la formada por los españoles nacidos en la década de los 80, frustrados en sus expectativas vitales por una crisis económica particularmente cruel con determinados sectores de la población, entre ellos el de los jóvenes. Estos ciudadanos, aunque cada vez menos jóvenes, sienten inalcanzable el desarrollo personal y profesional que en otro tiempo se les hizo creer un derecho adquirido. La realidad que les ha tocado vivir es deprimente, pues niega oportunidades a todo el que las merece. El éxito ya no se consigue, si acaso se hereda o se adquiere. Crecieron en una ficción de optimismo irresponsable, deliberadamente fomentado por los que se enriquecían a toda prisa. Y de repente la burbuja les estalló en la cara. Y llevan un buen puñado de años observando atónitos cómo se desinfla, hasta quedar exangüe.

Un artículo de Sergio M. Gutiérrez.

Pau Gasol, en la derrota de la selección española de baloncesto contra Francia. Mundobásquet 2014.

     ¿De dónde salen los deportistas? Es decir, ¿quién los fabrica? ¿Por qué produce un país buenos o malos atletas, baloncestistas, futbolistas, badmintonistas o golfistas? Un buen amigo, experto en la cosa del tenis, suele decirme que el lugar de nacimiento de Rafa Nadal es un milagro inexplicable, uno de esos caprichos del azar que un buen aficionado agradecerá toda la vida:
     "No había indicios de que Baleares pudiera parir a un tenista como ése. Nadal podía haber nacido igual en Kuala Lumpur o en Alabama".
     Tampoco vamos a exagerar: en España se generaron durante años las condiciones sociales, económicas, políticas y psicológicas más adecuadas para la producción de grandes deportistas. No es casualidad el dominio de los pilotos españoles en el motociclismo mundial. No fue casualidad la aparición de Fernando Alonso. No fueron casualidad los títulos mundiales de fútbol, baloncesto y otros deportes de equipo (qué cosas: españoles colaborando, jugando en equipo).
     No es casualidad que un gran país europeo, postergado durante cuatro décadas por una dictadura e incorporado de repente a los sistemas europeo y mundial, comience a gritar con rabia en todos los órdenes de la vida que por fin está aquí y que siempre mereció estar.
     Era aquel un grito inconsciente, expelido por unos niños que sin saberlo hacían realidad el sueño frustrado de sus padres: se sentían tan fuertes como el que más, tan libres, tan capaces de todo. No había disciplina deportiva que se les resistiera.

     Pronto la sociedad se acostumbró a aquellos éxitos, los creyó tan normales como normal debía de ser la ficción de aquella nueva riqueza económica con pies de barro. Los españoles ganaban por la bandera, porque eran españoles. Yo soy español, español, español: ¿a qué quieres que te gane?

     Esta última generación, la de los españoles que han crecido de éxito en éxito, los que no han mamado la dictadura ni el fracaso, los que no se han parado a estudiarlos, los que desconocen (¡ay!) su propia historia y se creen con derecho al triunfo y la riqueza sólo por haber nacido españoles... Esa generación, amigos, pertenece a la más amplia "generación burbuja" de Saló, una generación engañada por el sistema, una generación que no puede permitirse el lujo de la ignorancia.

     ¿Cómo se fabrica a un campeón? Los buenos deportistas nacen de una infraestructura, de un apoyo institucional y financiero, de un plan global en una sociedad sana que gestiona bien sus recursos. Pero nacen, sobre todo, de un estado de ánimo colectivo.

     Qué deportistas vendrán cuando éstos se acaben. Qué deportistas estará pariendo la España de la frustración y de la burbuja exangüe. Qué aficionados, también.


Escribe para 'El Chut': @sergiomguti

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