"" julio 2014 ~ El Chut <br> Expertos deportivos

"Que quien se calla cuanto me callé
no se podrá morir sin decirlo todo.".

José Saramago.

Aquí no dimite ni Dios

Perdonen la blasfemia, pero Dios también habría de dimitir de su cargo divino, si es verdad aquello que Alejandro Blanco afirmó en su condición de muy respetable presidente del Comité Olímpico Español. "Dios va con Madrid", dijo muy ufano. Qué cosas tiene el señor Blanco. Dios, ya se sabe, carga con demasiadas responsabilidades, y uno no puede pretender que se ponga siempre de su lado.

Ganó Wimbledon, perdió la “Batalla de los Sexos”

Este 25 de octubre se han cumplido 18 años del fallecimiento de una de las personas que más ha contribuido al progreso del tenis femenino y también a la igualdad de premios de la que tanto se habla en la actualidad.

Novelismo (I): “El germen de la traición”

Pateaban un balón de fútbol contra una pared, igual que cuando contaban apenas doce años. Se entendían sin palabras y agradecían mutuamente el silencio con el que se comunicaban. Pep Guardiola y Tito Vilanova hacían tiempo antes del entrenamiento de la mañana.

Mi futbolista favorito

Habría que recordar más a menudo la razón que convierte al fútbol en el más universal de los deportes: el fútbol es lo que es porque lo juegan niños de toda condición, y los ricos pocas veces son los mejores.

La decisión

"¿ Todos los días tomamos decisiones. Es inevitable. Prácticamente desde el primer momento, al despertar, cuando escoges poner primero un pie u otro en el suelo. La mayoría son nimias. "

21 julio 2014

Luis Suárez y el derecho al trabajo

--> Éste no es un artículo de temática deportiva, no estrictamente. Nos disponemos, sí, a hablar de Luis Suárez, el nuevo delantero del Barça; pero aquí no se van a analizar sus cifras goleadoras, su encaje en el estilo culé, el modo en el que Luis Enrique lo aprovechará o su capacidad asociativa con los jugadores que pronto lo rodearán. Ni siquiera pretendemos soltar una diatriba moral sobre la inconveniencia de según qué comportamientos en un terreno de juego. La cosa es mucho más sencilla: pasan los días y continúa en ejecución una sentencia gravísima, ilegal y sonrojante a partes iguales, sentencia de tribunal futbolístico que supera con creces los límites de lo deportivo y afecta a un derecho fundamental del uruguayo.

Escribe para 'El Chut': Sergio M. Gutiérrez.

Luis Suárez, en la Copa del Mundo de Brasil, tras morder a Chiellini
     Los hechos son de sobra conocidos, punibles incluso por vía penal si el lector se quiere poner estricto: Suárez agredió a Chiellini con bastante premeditación y cierta alevosía. Después, como agravante, se atrevió a negar el mordisco pese a la cantidad y evidencia de las pruebas incriminatorias. Y sólo cuando su nuevo club le exigió una rectificación, el delantero pidió perdón y prometió que no lo volvería a hacer, que no mordería a un rival por cuarta vez.

     Es probable que Luis Suárez esté un poco sonado de la cabeza. Durante un tiempo, sin embargo, nos pareció que el uso de los colmillos era una estrategia más de potrero, de futbolista de barrio: una mordida disimulada enfada y descoloca al rival durante medio segundo, y en medio segundo un nueve como Luis Suárez te puede meter dos goles. Si eliminamos el componente del daño físico, la acción Súarez-Chiellini no se diferencia demasiado de aquel viejo truco de jugador de baloncesto bajito y  mediocre: agarras como con descuido la calzona del rival, justo antes de que empiece a saltar, y le arrebatas el rebote aprovechando que baja los brazos en acto reflejo para no acabar en paños menores.

     También es posible que Luis Suárez no sea el hombre más avispado del universo, porque manda narices hacer esa estupidez en un Uruguay-Italia de Copa del Mundo, con todos los objetivos del planeta registrando cada mueca de cada protagonista.
     Es igual, no importa: Luis Suárez sigue siendo un ser humano, y no uno de los peores. Y como es humano, le asisten unos cuantos derechos que se hace preciso recordar: nadie puede atentar contra su vida, nadie contra su libertad; trabajará donde lo contraten, y ningún gerifalte lo impedirá.
     El ciudadano medio no comprende la diferencia entre la justicia deportiva y la jurisdiccional: la primera es una ficción, la segunda es real; la primera entiende estrictamente del ámbito deportivo, la segunda de todo lo que los poderes públicos le quieran encomendar; la primera está supeditada a la segunda; la primera no puede entrar en materias que pertenecen a la segunda. La maldita justicia deportiva no puede encarcelar, discriminar o privar de un derecho fundamental.
     FIFA no puede prohibir que Luis Suárez vaya a trabajar. Semejante aberración sólo cabe en la cabeza enferma de quien maneja una organización que se cree por encima del bien y del mal. En Europa existen (todavía) unos derechos, y ni FIFA ni nadie los puede conculcar.
     FIFA sí puede sancionar a Luis Suárez sin jugar. Al fin y al cabo, el fútbol es su negocio, su monopolio universal. Pero sólo un tribunal español es competente para impedir, si el delito juzgado lo requiere, que un individuo se mueva con libertad, que lo contrate quien lo quiera contratar, que le paguen lo que le quieran pagar por hacer lo que empleador y empleado acuerden en condiciones de igualdad, que gane dinero con honradez y que cumpla su horario de trabajo yendo como dios manda a entrenar. Porque, si no le dejan entrenar, le estarán arrebatando una libertad esencial.

     El caso es que en Barcelona, en pleno siglo XXI, hay ahora mismo un chico (multimillonario, incluso) que no puede levantarse de la cama e ir a trabajar. No le dejan, no se sabe muy bien quién ni con qué legitimidad. Ningún juez se lo ha prohibido, en realidad, porque nadie lo ha denunciado y ningún fiscal lo ha acusado. Está privado de un derecho fundamental sin haber cometido delito alguno.

     Si esto se lo hacen a un privilegiado, qué no nos harán a los demás.

     A veces nos ponemos muy pesados con los derechos humanos. Será que nos da miedo la facilidad cada vez mayor con la que algunos se los pasan por el forro de los cojones.

     José Saramago afirmó que todo lo que necesita el hombre está escrito en un papel: el de la Declaración Universal.



Escribe para 'El Chut': Sergio M. Gutiérrez

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13 julio 2014

Corazón, garra y Messi: "el Sabelismo"

--> Quién iba a decirlo, quién hubiera imaginado que el "somos fuertes adelante pero atrás..." quedaría en la historia de este ciclo de Alejandro Sabella. Él, y solo él. Tras finalizar la prueba eliminar, para el pueblo futbolero, Romero fue duda, Rojo una temerosa apuesta, Garay y Fernández lo menos malo y Zabaleta la sombra de Zanetti. Sin seguridad, expuestos al desequilibrio, con la famosa "manta corta" y sin poder hacer caso a eso de que un equipo se arma de atrás hacia adelante, se atrevió porque no le quedó otra, se conformó Don Alejandro a encarar eliminatorias, y confirmarlos a estos valientes como fijos, además de los "desconocidos" Campagnaro y Basanta y junto al sorprendido Demichelis, a quien se le abrió una ventana para entrar, y ser parte de este histórico ya, Brasil 2014.


Un artículo de Leandro Bailac (@pilarfutbol)

Alejandro Sabella, seleccionador argentino.

     También, para el resto de los mortales, desde el círculo central hacia adelante no sólo estábamos bien, sino que éramos potencia y es así, lo somos. La "manta corta" tapa piernas y pies de manera cómoda. Somos potencia a fuerza de "buen pie", de jugadores que juegan bien al fútbol, lindo porque gambetean, y verticales como nunca en la historia argentina; somos potencia por poseer a Lionel Messi, al mejor del mundo, a un tipo que cuando "engrana" es de otro planeta y que se complementa con otros "tres fantásticos" -Higuaín, Agüero, Di María- que se entienden como niños.

     Durante todo el ciclo, el "enano" más sus tres socios y además su lugarteniente, Mascherano, y su mejor intérprete, Gago -también sumado a crear más que a romper- dieron al equipo la impronta, definieron el esquema, nos convencieron entre eliminatorias y amistosos previos que Argentina podría convertirse, mientras "Masche" corre a todos, en una máquina goleadora y rompe-redes, sobre todo en primera ronda del certámen mundial y porque no en todo su recorrido cualquiera fuere el final. Era nuestra esperanza, y nuestra preocupación.
     Don Alejandro Sabella, fue "Zorro" desde la convocatoria final al cortar y definir los veintitrés, y de eso cuenta me doy hoy, siendo finalista Argentina del mundial de fútbol después de muchos años. 
     Estos cuatro o cinco inamovibles a-priori para cualquier DT -para cualquier DT que juega eliminatorias frente a rivales sudamericanos y muchas veces de local- no lo serían tanto salvo el "10", su capitán y líder junto a Mascherano desde el día uno como entrenador nacional-. Nunca estuvo convencido ni satisfecho y el desequilibrio defensivo con seguridad le provocó insomnio como a todos. Entonces pensó, consensuó con los suyos y eligió. Convirtió a algunas "críticas" lesiones en oportunidad; en lugar de generarle problemas, por el contrario las utilizó para variar, para cambiar, quizás respetando demasiado a sus opacos rivales de grupo, pero definiendo una nueva manera de jugar con este equipo. Así arrancó con Bosnia, sin Higuaín y sin Gago, con Campagnaro y Maxi Rodríguez, en un austero 5-3-2.

     Muchos consideramos a Bosnia el rival más difícil por juego, por ser el del debut. Muchos otros -y en esta línea jugadores, Messi -y aún más pasado el primer tiempo- sostuvieron que con el 4-4-2 además de resignar una manera de jugar, los 3 puntos y un primer puesto en el grupo correrían peligro. Entonces el "Zorro" consensuó, esta vez con jugadores también y cambió. Gago e Higuaín en mensaje directo a propios y ajenos y Argentina fue otro. Esos tres puntos iniciales obtenidos en un buen segundo tiempo y por golazo de Messi modelo 2008 fueron agua para este grupo todo en Rio de Janeiro. Triunfo clave, muy importante si. Victoria que nos dejó -al pueblo futbolero digo- un interrogante radical: de que manera salir a jugar. Sabella ya sabía como seguir.

     Vinieron Irán y Nigeria, con tres puntos adentro y un peso menos sobre los hombros, debut con triunfo en primer juego de mundial, entonces Don Alejandro volvió a ceder. E Irán nos complicó, aparecieron los desacoples defensivos esperados y el desequilibrio expuesto ya. Una vez más, sobre el final hubo del más ruidoso "Lío", nuevo golazo para que el horizonte sea bello, y para que se confirme con tal "lío" además, Sergio Romero, uno de los más "bancados" por la plana técnica. Nuevas dudas o más certezas para el DT, por lo "inofensivo" a pesar de la táctica, por el desbalance general.

     Ya con el pase a octavos consumado, Nigeria apareció en Porto Alegre para volver a ceder. Mismo equipo a la cancha sin arriesgar demasiado ya, y a sabiendas de que los africanos jugarían más abiertos -como algún equipo en instancias siguientes?-, buena era la prueba. Mejoró la ofensiva, creció físicamente Higuaín. Gol rápido esta vez de Messi, empate pronto también de un Musa insipirado. Golpe por golpe fue, y fue mejor Argentina y ganó 3-2 recordamos, pero desnudó las flaquezas defensivas. Mascherano solo no podrá en el medio, y menos sincronizar con la última línea si no hay ajustes. Sabella lo sabía y anotó.

     Ganar o a casa a partir de aquí, frente a Suiza. Con Agüero afuera por lesión, daba la sensación que seguiría con los tres adelante ya que Lavezzi sería el sustituto, pero el "Pocho" además de llegar debía volver hasta la mitad, así, sin que nadie se ofendiera la transición del 4-3-3 a su "amado" 4-4-2 pasaba casi inadvertida. No elige retrasar con un defensor más, es delantero el "cuarto volante", entonces el movimiento no termina siendo del todo defensivo, el mensaje menos -decisión criticada a Bielsa cuando mandó marcar a Roberto Carlos al "Burrito" Ortega-. Sufrido encuentro -tres amonestados de los seis en todo el torneo- definido poco antes, muy poco antes de los penales, con una gran corrida del 10, toque suave al otro palo de Di María al minuto 118 del segundo tiempo extra y los tres cambios permitidos, Biglia por Gago, Basanta por Rojo y Palacio por el fundido Lavezzi, .

     En cuartos el bueno de Bélgica iría a Brasilia a querer hacer historia. Enfrente Argentina quería romper racha de veinticuatro años sin poder quedarse a jugar los siete partidos. Como dijimos, sin márgen de error, Sabella delineó a gusto y por lesiones algo más equilibrado un equipo, dando claras muestras de aquella primera cautelosa elección. Desgarro para el "Kun", amarillas para Rojo y flojos Fernández y Gago, adentro del once titular Lavezzi, Basanta, Demichelis y Biglia y un nuevo 4-4-2 con características menos verticales y agresivas, pero ágil y versátil hacia el 4-3-3, virtud de Di María quien lamentablemente duró 33 minutos por lesión y de Enzo Pérez su substituto. Para la alegría del país el que apareció y temprano fue el incansable Higuaín. Lo buscó y se le dio, partidazo del 9 y a semifinales con un 1-0 sin sobresaltos atrás esta vez, salvo alguna lógica pelota aérea en el final, con demostraciones solventes de toda la línea de fondo Romero incluído. Nuevamente a una semifinal de copa del mundo.

     Sabella ya no cambiará el planteo de raíz.

     Contra Holanda el esquema no varía sustancialmente, mismo equipo con la vuelta del consolidado Rojo por el cumplidor Basanta. Mismos intérpretes que sí se escalonarán en la marca de Robben o de Kuyt o de quien venga a desbordar por afuera o quiera romper en diagonal. Y saldrá a la perfección. El 4-4-2 defensivamente es inobjetable. Ni Suiza, ni Bélgica ni Holanda hicieron un gol. Ni siquiera Robben ni van Persie se las ingeniaron para quebrar la firmeza argentina. Mascherano retrocedió aún más contra los de Van Gaal, por esto del escalonamiento y por momentos parecieron cinco los del fondo, la sensación la creó el "5" argentino quien cerró como último en dos oportunidades. Impecable y candidato al balón de oro junto a Messi y Di María por Argentina.
     Ahora bien, el técnico corrigió el déficit inicial con trabajo, con prueba y error; con la manta tapó hombros y cabeza pero este esquema le quitó virtuosismo al ataque, fuerza, furia, perdió peligrosidad, el generar situaciones de gol en cantidad y convertir varias como ocurrió en eliminatorias -no en amistosos frente a europeos-. 
     Hasta aquí, fueron apenas dos 1-0 y penales consagratorios después de un cerrado 0 a 0 en 120 minutos para ser finalistas una vez más en la historia de nuestro fútbol. Finalistas a fuerza de corazón, de garra, de pelear todas las pelotas, de correr sin cometer errores ni faltas. Sabella acomodó a su modo de sentir el fútbol. También es verdad que sin Agüero y sin Di María disponibles hubo que cambiar sobre todo sin "fideo" y no es momento de improvisar, aquí, el "Sabelismo" es válido. Hay escuela y bien sabemos de que tipo. Más cerca de un 3-5-2 de Bilardo que de un 4-2-4 "Menottista", Sabella se debate entre quien es y que tiene a mano y es noble. Le salieron bien sus cosas, sus dudas fueron certezas (Romero y Rojo) y Argentina jugará la final en Rio de Janeiro y frente a Alemania, una vez más como en 1986. 
     Y ya no queremos ver toque y goles, queremos ser campeones del mundo, como sea y los jugadores también. Pedimos más allá de garra y corazón porque Messi es nuestro y claras muestras dieron estos chicos que pueden y saben. Pero hay que olvidarse. La vida de este equipo cambió.
     Sabella va a plantear nada menos que un partido decisivo frente a Alemania, un gran equipo que en el camino dejó a Brasil, a quien echó de su casa con 7 goles. Un equipo jovén y experto, que llega con más gente que Holanda al área rival, favorito para todo el que no es argentino. Seguramente los videos de los partidos frente a Argelia y USA servirán para definir por donde ir. La gran duda es Di María en Argentina, duda existencial, porque Ángel da lo que Enzo Pérez dio y un poco más, sobre todo a la hora de atacar es necesario, necesario como el buen despertar de Messi. Pero ya todos sabemos que Argentina no piensa solo en Argentina sino en los rivales de turno, y me embandero en esta idea porque es la final de la Copa del Mundo y así llegó Argentina. Con táctica cerrada, siendo cortos, corriendo y metiendo, dejando el corazón. Y si Messi y sus socios encuentran algún espacio, ahí lastimar para matar. Si Di María está, si el "Kun" Agüero está, pueden volver a jugar de entrada, el equilibrio lo aportó Biglia por Gago ya, y preocuparíamos algo más a Joachim Löw.

     Sabella sabía que en un mundial el atrevimiento ofensivo quedaría al márgen por diversos motivos, por eso la "sabia-lista" de "23", con mas medios y defensores; y sabe y confía en sus recursos y en su libreto, así fue sub-campeón del Mundo con su Estudiantes de La Plata por gol de Messi "catalán" en un último minuto. Aplicará su teoría a fondo para que en horas ya, la gloria lo eleve por ser campeón del mundo con su Argentina esta vez y con Messi totalmente de su lado.


Escribe para 'El Chut': Leandro Bailac (@pilarfutbol)

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04 julio 2014

Colombía sí puede

--> Colombia le puede ganar a Brasil, puede dejarlo sin mundial. Sí que puede. Tiene más fútbol esta vez, en este mundial, es más equipo. Tienen trabajo como pocos años anteriores lo tuvieron. Hay humildad desde el cerebro hasta los pies, hay criterios, esquemas, tácticas, hubo estrategia. Desde hace unos años se pensó y se coincidió, el "Profesor" Gómez comenzó este proceso. Durante la eliminatoria apareció José y fueron creyendo -no se la fueron creyendo- en José, en su pensamiento y dialéctica; él hizo entender la oportunidad venidera -que finalmente llegó-, única y aquí histórica.

Un artículo de Leandro Bailac (@pilarfutbol).

José Pékerman, técnico de Colombia.

     Dudamos unos días, hasta el inicio de la Copa, por el golpe durísimo que significó que quede al márgen el "Tigre"  Falcao. Fue sabia decisión el no hacer que forme parte de la lista, hacerlo descansar sin tener en vilo con un "si llega o no", "si juega o no". Hubo dolor, dura pena pero no incógnita ni duda para nadie: Falcao no está, no juega. Y el equipo seguramente se resintió en ataque, seguro que si, pero sobre todo así lo sienten sus rivales más que la propia Colombia; "no está Falcao" dicen, sin pensar que Pekerman y los suyos trabajaron en 10 más, para que el "9" insustituible no se extrañe. Y así juega y se lucen James, una de las figuras de este excepcional mundial de fútbol, y Cuadrado, su "colega".

Por su parte Brasil, que es nada menos que Brasil en Brasil, no da más garantías que sus competidores. Creo que Colombia hoy es más.

     Refugiado en su localía, Brasil pasó intranquilo la fase de grupos y vivió en carne propia una definición por penales -ante Chile-. Tiene momentos de buen fútbol así como "baches" y en ellos, errores defensivos que cuestan partidos, mundiales.


     Holanda cuenta con Robben, Argentina tiene a Messi. Alemania y Francia no dependen de un solo jugador, ni Colombia -y algunos dirán que Argentina tampoco, y podemos discutirlo-. Brasil en Neymar encuentra a su figura excluyente. Por momentos es Neymar y alguno más; para la historia de Brasil, muy poco. Podría alcanzarle frente a los "cafeteros", claro, pero atención, reitero: Colombia hoy es equipo más individualidades.
     Es un mundial, hasta aquí bastante lógico salvo la colada "buena vida" de los "Ticos", pero es fútbol y sabemos, lo hemos dicho ya, que de lo justo y lo lógico este deporte se sonríe, cómplice.
     Brasil tiene historia de la grande, es local y tiene a Neymar en estado de gracia. Es el favorito. Colombia es más equipo, tiene hambre, jugará con la presión del rival, con la serenidad de ser la invitada al Maracaná de Rio de Janeiro.

     José desde el banco, Yepes, Ospina, Guarín, Zúñiga, Cuadrado, James y Jackson quieren seguir sorprendiendo y dar el golpe en cuartos, escribir la historia grande de Colombia, que empezó en el Monumental allá por el '93 con un 5-0 que alzó al pueblo y lo ilusionó, tanto que en eso quedó. Desaparecieron los Valderrama, Asprilla y Rincón, se acabó la tinta, las letras. Hoy todo está dado, a pesar de la ausencia de Falcao, para que el libro se titule "Maracanazo II".


Escribe para 'El Chut': Leandro Bailac (@pilarfutbol)

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