"" junio 2013 ~ El Chut <br> Expertos deportivos

"Que quien se calla cuanto me callé
no se podrá morir sin decirlo todo.".

José Saramago.

Aquí no dimite ni Dios

Perdonen la blasfemia, pero Dios también habría de dimitir de su cargo divino, si es verdad aquello que Alejandro Blanco afirmó en su condición de muy respetable presidente del Comité Olímpico Español. "Dios va con Madrid", dijo muy ufano. Qué cosas tiene el señor Blanco. Dios, ya se sabe, carga con demasiadas responsabilidades, y uno no puede pretender que se ponga siempre de su lado.

Ganó Wimbledon, perdió la “Batalla de los Sexos”

Este 25 de octubre se han cumplido 18 años del fallecimiento de una de las personas que más ha contribuido al progreso del tenis femenino y también a la igualdad de premios de la que tanto se habla en la actualidad.

Novelismo (I): “El germen de la traición”

Pateaban un balón de fútbol contra una pared, igual que cuando contaban apenas doce años. Se entendían sin palabras y agradecían mutuamente el silencio con el que se comunicaban. Pep Guardiola y Tito Vilanova hacían tiempo antes del entrenamiento de la mañana.

Mi futbolista favorito

Habría que recordar más a menudo la razón que convierte al fútbol en el más universal de los deportes: el fútbol es lo que es porque lo juegan niños de toda condición, y los ricos pocas veces son los mejores.

La decisión

"¿ Todos los días tomamos decisiones. Es inevitable. Prácticamente desde el primer momento, al despertar, cuando escoges poner primero un pie u otro en el suelo. La mayoría son nimias. "

29 junio 2013

El Barça, sus fichajes y las cuentas de la lechera

--> "No seas ambiciosa de mayor ni más próspera fortuna, o vivirás ansiosa sin que pueda saciarte cosa alguna". Poco más o menos así reza la moraleja del cuento de la lechera, aquel que deberían aplicarse los insaciables culés que desean contar en su plantilla con los mejores y más caros jugadores del planeta. La ambición los ciega y les hace perder la memoria. Olvidan que el equipo de los galácticos era el otro. Y que el modelo propio para el triunfo es el de la cantera.

Un artículo de Sergio M. Gutiérrez.

Neymar y Thiago Silva, durante un partido con la selección de Brasil. Foto: nikefutebol.
"No es el momento de gastar más de lo que se puede. De hecho, por nuestra manera de ser, nunca llegará ese momento", aseguraba el director general Antoni Rossich en septiembre de 2012, durante la asamblea de compromisarios que por abrumadora mayoría aprobó las últimas cuentas oficiales del Barça.

Presupuesto 2012-2013

     Uno de los mayores activos de la gestión de Sandro Rosell pasa por ser la seriedad económica. Con él no se dilapida. Con Sandro el presupuesto siempre será equilibrado. Efectivamente, el Barça está reduciendo su deuda neta (de 364 a 334 millones de euros en el ejercicio 2011-12), al tiempo que rebaja el presupuesto (24 millones menos en las últimas cuentas) y consigue resultados deportivos: un título de Liga, una semifinal de Champions, una semifinal de Copa.
     Esas buenas prestaciones por parte de la plantilla han cumplido de modo escrupuloso las previsiones de ingresos consignadas en el presupuesto blaugrana para la temporada 2012-13.

El Barça y las cuentas de la lechera

     Pero el fichaje de Neymar sí parece contradecir la política de austeridad que los tiempos imponen incluso a los clubes más ricos del planeta. El F.C. Barcelona solía contar en las últimas temporadas con una reserva de apenas 40 millones de euros anuales para fichajes. Esa cantidad viene determinada por la masa salarial del club: si dedicas más dinero a pagar los sueldos de tus futbolistas, tendrás menos liquidez para fichar. El Barça emplea en torno al 65% de su presupuesto en pagar las nóminas. Las recientes renovaciones de muchos de sus futbolistas (Puyol, Adriano, Xavi, Messi, Deulofeu, Rafinha) y las que se han de acometer con más o menos urgencia (Montoya, Bartra, Piqué, Busquets, Iniesta) aumentarán de manera sensible el gasto bruto en salarios.
Mantengamos, en cualquier caso, la ficción de los 40 millones de euros como punto de partida. Pensemos que el Barça contaba con esa cantidad pírrica para afrontar sus fichajes con vistas a la temporada 2013-14. Sin mayores datos por parte del club, hay razones para pensar que en realidad dicha cantidad es algo menor. Sin mayores datos por parte del club, no existe elemento alguno que nos anime a estimarla mayor.

Ventas de jugadores

     El Barça ingresará 18 millones por Thiago Alcántara (si finalmente paga su cláusula), alrededor de 12 por Villa (cuyo precio de mercado no cesa de caer), en torno a 7 millones por Afellay y 3 millones más incentivos por Dos Santos. Por Fontàs ya ha sacado un valioso millón de euros (Celta). Salvo que se encuentre pagador por Bojan o Cuenca, el fondo inicial de 40 millones se verá incrementado por tanto en otros escasos 41 kilos (18+12+7+3+1).
El Barça dispondría entonces, en el más optimista de los casos contables, de 81 millones de euros para fichar este verano.
     Pero ya ha gastado unos cuantos. El traspaso de Neymar asciende a 57 millones (10 ya entregados; los 47 restantes se abonarán en plazos durante tres años). Si los gestores culés son fieles a su filosofía, no comprometerán el margen de maniobra del club para fichar en los próximos años.
Ya saben: "No es el momento de gastar más de lo que se puede...".
     Supongamos, por tanto, que el Barça vende todo lo que pretende vender. 81 millones disponibles - 47 gastados = 34 millones disponibles.

     ¿Suficiente para que el PSG deje marchar a Thiago Silva?

     Luego estará el asuntillo de la masa salarial. Entre los futbolistas que deben abandonar el Barça, sólo Villa disfruta de una ficha elevada. Muchas ganas debería tener Thiago Silva de jugar en Barcelona para rebajarse el sueldo al menos a la mitad. Mucho interés debería mostrar algún catarí (con el dinero por castigo, desde luego) para que el fichaje del brasileño fuera posible.

     Éstas son las cuentas de la lechera. A un servidor no le salen. Y no entiende nada de lo que sucede en el entorno azulgrana de un tiempo a esta parte.
A estas alturas del juego, imagino a Sandro Rosell vestido de feliz lechera, diciéndose entre sí de esta manera: "De esta leche vendida, en limpio sacaré tanto dinero... Y con esa partida un canasto de huevos comprar quiero... para sacar cien pollos que al estío me rodearán cantando el pío pío".
     A la pobre lechera se le rompió el cántaro. A veces ocurre.


Escribe para 'El Chut': @sergiomguti

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El deprimente caso de Andrei Arshavin

--> Andrei Arshavin ha regresado al Zenit. El extremo ruso comenzará su tercera etapa con el club de San Petersburgo después de una temporada prácticamente en blanco en el Arsenal. Aunque los rusos disputen regularmente competiciones europeas y tengan cierta relevancia mediática, lo cierto es que la carrera de Arshavin en el fútbol de elite continental había llegado a su final hace varias temporadas, sin nadie que lamentara que uno de los mayores talentos futbolísticos que ha dado Rusia en la última década -si no el mayor-, haya ido apagándose lenta y voluntariamente.


Andrei Arshavin, iniciando su tercera etapa en el Zenit
(Fotografía: Web oficial Zenit San Petersburgo)

--> Amago de retiradaDurante la última temporada, en la que Arsène Wenger por fin se convenció de que lo que tenía en nómina estaba lejos de ser un profesional, Arshavin dejó entrever su delicado estado anímico. La retirada comenzó a flotar en la mente de un jugador de 32 años, una señal que, sin lesiones mediante, hace pensar que su carrera no ha seguido un curso natural.

Un jugador especial en el Arsenal

--> Confianza ciega: Si hay un responsable de que el 'Mago' de Leningrado no haya refrendado esas perlas que dejó en 2007 y 2008 en el Zenit y en la selección rusa, es simplemente el propio Arshavin. La paciencia que Arsène Wenger ha tenido en el indolente ruso ha ido más allá de sus propios límites, siendo el '23' el jugador que más oportunidades ha tenido para reinventarse al más alto nivel en la Premier League.
Sin embargo, en lugar de sus asistencias de gol, de alto nivel técnico todas ellas, o del póquer de goles que firmó en Anfield frente a un Liverpool que aún se codeaba con la elite, las imágenes con las que se asocia a Arshavin en la memoria del aficionado son las de un enamorado de la noche.
--> El detonante: La afición y los compañeros del ruso en el Arsenal le han esperado casi hasta el final, pero el punto de inflexión llegó en el partido que enfrentaba a los 'gunners' con el Manchester United el 22 de enero de 2012. Con los londinenses por detrás en el marcador y la necesidad de remontar, Wenger apostó por él como revulsivo. En el fuero interno de los jugadores aquello supuso certificar que esa noche -una más- no habría remontada ante un grande, y la expresión del capitán Robin van Persie, captada convenientemente por los impecables realizadores de la Premier, trasladó ese estado de ánimo a todos los aficionados.
Efectivamente, Arshavin pasó sin pena ni gloria por el Emirates y el United se llevó los tres puntos.  
 --> Una cesión obligatoria: Antes de terminar ese mes de enero, Arshavin hizo las maletas para regresar al Zenit cedido e intentar reencontrarse con el jugador que se dio a conocer en todo el mundo a finales de la pasada década. No sólo no fue así, sino que su temporada terminó sin pena ni gloria y regresó al Arsenal sin que prácticamente nadie se enterara, asumiendo una temporada prácticamente en blanco, sabiendo que todas las esperanzas puestas en él eran cosa del pasado.

Ya como nuevo jugador del Zenit, Arshavin narraba esta misma semana de forma cruda lo cerca que estuvo de caer en la depresión, apuntando directamente a Wenger. Daba igual lo mucho que se esforzara en los entrenamientos, él sabía que el sábado no habría partido para él -con suerte, si había lesionados, entraría en el banquillo-. Finalmente, el extremo dijo que aguantó sin deprimirse por su fortaleza mental.

La fortaleza mental la tienen que tener los aficionados, sean del club que sean, que son conscientes de que en sus plantillas hay jugadores con un talento capaz de levantar del asiento a estadios enteros; y aun sabiéndolo, tienen que conformarse con el 5% o el 10% de ese nivel, siempre administrado con cuentagotas. Este tipo de jugadores suelen calificarse como 'malditos' o 'pechofríos', pero lo más adecuado sería llamarlos irritantes.

 --> Casos semejantes en el Emirates. El estilo paternalista de Arsène Wenger en el Arsenal ha deparado otros casos con las mismas características, con Samir Nasri y Nicklas Bendtner a la cabeza. A diferencia de Arshavin, estos dos jugadores tienen 26 y 25 años, respectivamente, y aún hay esperanza para ellos, aunque tendrán que demostrar esa 'fortaleza mental' de la que presume Arshavin y emplearla en combatir sus propios demonios para que sean sus botas, y no su desamueblada cabeza, la que hable por ellos.

Escribe para 'El Chut': Agustín Galán, redactor de Eurosport España.



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28 junio 2013

¿Sólo con macarrones?

--> Este jueves, en la redacción de Eurosport, rememorando con Eduardo Chozas tiempos de radio lejanos de vibrantes transmisiones del Tour de Francia, terminó por salir -tema recurrente- el dopaje en el ciclismo, los mitos caídos (se acababa de conocer que Jalabert también hizo trampas) y los mitos que están por caer. Se quejaba Chozas de la hipocresía de un sistema que solo se fijaba en el ciclismo y solo apuntaba su dedo acusador a los corredores. Y puede que tenga razón en su desencanto.

Un artículo de Luis Jiménez (@lujimmix)

Jan Ullrich, en su época en el T-Mobile. Foto: Moritz Petersen.

                Viene toda esta introducción a una reflexión posterior mientras veía el partido de España-Italia en ese invento llamado Copa Confederación, que no es más que otra manera de exprimir el limón de las selecciones para que la FIFA siga aumentando su cuenta de beneficios. La imagen de jugadores medio deshidratados, agotados, con la lengua fuera, al límite de su capacidad física, me hizo pensar en las palabras de Chozas y hacerme una pregunta: ¿es posible que un futbolista profesional aguante todo este esfuerzo inhumano con la dieta de los macarrones? Wimbledon. Conmoción en las primeras rondas con las eliminaciones de Nadal y de Federer. En una sola semana, la hierba londinense se ha merendado hasta 12 jugadores por lesión. ¿Los cuerpos de algunos tenistas han dicho basta ya?

Preguntas incómodas

                El dopaje es una lacra con muchas aristas. Hay intereses oscuros, indecentes cantidades de dinero, vanidades, pobres diablos, jornaleros de la gloria y, sobre todo, mucho cinismo hipócrita. Siempre me he preguntado cómo es posible que un ciclista se haga 200 kilómetros, tres puertos de primera, cinco horas sobre un sillín y al día siguiente se vuelva a montar en su bicicleta para recorrer una distancia parecida, con más puertos, metas volantes, llegadas brutales y no morir en el intento. Siempre me he preguntado cómo es posible que un tenista intercambie raquetazos con toda su alma durante cuatro o cinco horas, dispute al día siguiente un dobles y vuelva a la cancha en la siguiente ronda para jugar otro partido interminable. Siempre me he preguntado si es normal que un futbolista de primer nivel empiece una temporada a primeros de agosto, juegue Liga, Copa, Champions, amistosos y selección, para concluir su año deportivo a final de junio, con una media de dos partidos por semana. No me gustaban las respuestas que me daba a mí mismo.

                El deportista es el primer culpable por ensuciar su cuerpo con suplementos prohibidos. Sin embargo, sería muy necio responsabilizar únicamente al tenista, ciclista o jugador de la basura que envuelve al deporte de élite. El organizador de una gran prueba ciclista, por ejemplo, hace un diseño de carrera para que prime el espectáculo y el negocio televisivo, porque así lo exigen los patrocinadores. Sin publicidad, no hay equipos, no hay ciclistas, no hay carrera. ¿Piensa este organizador en algún momento en el corredor? Prácticamente se puede decir lo mismo de la WTA o la ATP y sus eternos calendarios, o de la FIFA, la UEFA, las federaciones nacionales o los mismos clubes, que explotan hasta el límite El Dorado llamado fútbol sin pensar por un instante si tanto partido es sano para la salud de los tenistas o de los futbolistas. Y usted, espectador que se indigna cuando cazan a un tramposo, al tiempo que disfruta de partidos de fútbol durante siete días a la semana, torneos de tenis doce meses al año y horas y horas de ciclismo épico. Todos somos un poco responsables.


Escribe para 'El Chut': Luis Jiménez (@lujimmix)

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26 junio 2013

Natación: ponte en forma mientras te refrescas

--> Pocas actividades recreativas resultan más divertidas para la mente, más gratificantes para el bienestar general, que un buen chapuzón veraniego. Pero lo mejor es que no existe una actividad deportiva más completa. Lánzate a la pileta o al mar, no te lo pienses. Tus músculos se tonificarán, tus vías respiratorias lo agradecerán, tu espalda se enderezará. La natación es un método muy natural para empezar a ponerte en forma. No pierdas la oportunidad.

Un artículo de El Chut.

Foto: Simon Welsh.

¡Nadad, malditos!

1.- Aprendiendo a nadar: Si aún no sabes nadar, tienes un problema. No importa la edad que acarrees. Uno no puede ir por la vida así. De manera que hasta aquí has llegado. Deja atrás tus miedos y busca a alguien que te ayude. Sólo necesitarás valentía y un poquito de precaución. Lánzate, verás que es muy fácil. 
La ventaja de la natación es que apreciarás tus progresos mucho antes de lo que imaginas.
2.- Aprendiendo a nadar bien: No se trata de ser puristas, pero el estilo es importante para una correcta práctica deportiva. Aunque la natación es en general una actividad de lo más saludable, todos corremos el riesgo de adquirir vicios contraproducentes a la larga. No te empeñes en mantener la cabeza fuera del agua (¡se mojará de todas formas!); no te aferres a un estilo único de nado; no te engañes sobre todo creyendo que hay cosas que tú no puedes hacer, o movimientos que no precisas realizar.

3.- Juega: El mejor método para familiarizarse con el medio acuático es el lúdico. 
Inventa juegos adaptados a tu nivel: waterpolo (no importa si haces pie), voleibol, pequeñas carreras... ¡Todo se hace mucho más divertido en el agua! Antes de que te des cuenta, estarás disfrutando y haciendo deporte al mismo tiempo.

La natación como deporte

4.- Beneficios: Porque la natación es una actividad tremendamente beneficiosa para el organismo. La resistencia del agua al movimiento humano tonifica músculos, refuerza articulaciones y limita sobremanera los riesgos. Un ejercicio físico moderado elevará con facilidad tu ritmo cardíaco a niveles de esfuerzo medio sostenido. La sensación de entretenimiento te ayudará a prolongar las sesiones.

5.- Iniciando el entrenamiento (I): Cualquier estilo es bueno para empezar a nadar, no importa que el tuyo sea el del perrito. Ahora bien, si de verdad deseas aprovechar el medio acuático para mejorar tu salud y empezar a ponerte en forma, quizá deberías perfeccionar tu brazada. Entrena por separado la respiración (haciendo pie, introduciendo la cara en el agua a la vez que braceas, acompasando los movimientos de brazos y cabeza) y la patada de crol (agarrado al borde de la piscina, a un flotador o a una persona que te ayude).

6.- Iniciando el entrenamiento (II): Márcate una distancia predeterminada, el largo de una piscina por ejemplo (normalmente 25 metros). Completa una serie de largos, descansando alrededor de un minuto después de cada uno de ellos. Con el paso de las sesiones, amplía de modo progresivo el número de largos completados. También puedes reducir el tiempo de descanso, e incluso ir suprimiéndolo poco a poco. 
Así, en breve serás capaz de realizar la siguiente sesión: 2 largos consecutivos ó 50 metros, 1 minuto de descanso, 1 largo de 25 metros, 1 minuto de descanso, 1 largo de 25 metros, 1 minuto de descanso, 2 largos ó 50 metros.
7.- Resistencia o potencia: Como en cualquier otra actividad física, la mayor duración de las sesiones reforzará la resistencia. Sesiones más cortas pero más intensas, en cambio, serán beneficiosas en términos de potencia. Uno de los errores más comunes de todo principiante es el de elevar demasiado pronto el nivel de pulsaciones. En los inicios es particularmente aconsejable que la práctica deportiva sea moderada y relativamente prolongada, antes que brusca y corta.

8.- Entrenamiento en pirámide: Consiste en incrementar el número de largos que se nadan sin descanso hasta que el nadador se encuentre próximo a la fatiga, y sólo entonces ir reduciendo dicho número.
En la práctica, una sesión avanzada quedaría más o menos así: 1 largo, 1 minuto de descanso, 2 largos y 1 minuto de descanso, 3 largos y 1 minuto de descanso, 4 largos y 1 minuto de descanso... (5, 6, 7, 8 largos sucesivamente, con su respectivo minuto de descanso); y entonces se continúa nadando, pero reduciendo progresivamente la distancia previa al descanso: 7 largos y 1 minuto de asueto, 6 largos y 1 minuto, 5 largos y minuto... hasta acabar con un único largo.
9.- Aprovecha el buen tiempo: En verano apetece menos correr, o montar en bici, o usar la elíptica, o ir al gimnasio... Sin embargo, las piscinas están ahí. No pierdas esta fabulosa oportunidad para empezar a ponerte en forma. ¡Tu cuerpo y tu salud te lo piden a diario!


Escribe para 'El Chut': El Chut

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25 junio 2013

El pueblo unido jamás será vencido

--> Fue llamativo escuchar el cántico durante el partido entre España y Tahití de la Copa Confederaciones en Maracaná. “El pueblo unido, jamás será vencido”. La frase acuñada por un político colombiano, elevada a lema por manifestantes chilenos en la época de Salvador Allende y a himno por Quilapayún sonaba en un estadio de fútbol, no en uno cualquiera, y con el altavoz que supone un partido de la actual selección campeona del Mundo. Incluso aunque el rival fuera una de las más débiles de la historia. Lo que sucedió en Maracaná aquella noche no fue sino el reflejo de lo que sucede en las calles de Brasil.

Un artículo de Jorge Segura (@JSeguraClara).

Bandera de Brasil. Foto: Paty Oliveira.

     Buena parte de los compañeros enviados especiales por los medios de comunicación al torneo, incluidos los de medios exclusivamente deportivos, están ejerciendo más de cronistas de los problemas que sufre el pueblo brasileño que de lo que pasa dentro de esas ‘jaulas’ de oro que parecen los estadios creados para la Copa del Mundo del próximo año.

     Todos veíamos en los últimos años Brasil como el país de las oportunidades, un lugar donde escapar de la crisis que nos asfixia en Europa. Una emigración a la inversa de los últimos años, un ‘redescubrimiento’ de América, menos violento pero igualmente recaudatorio. 
Gracias a ese grito de los brasileños en Maracaná, de las imágenes de manifestaciones y altercados en las calles, de las crónicas de Fermín de la Calle, Miguel Angel Lara, José Félix Díaz… y tantos otros, más de uno ya no siente la necesidad de conseguir el visado. Gracias a eso y a que varios jugadores decidieron solidarizarse con su gente públicamente.

Estrellas con el pueblo

     No sé si declaraciones como la de Neymar apoyando a sus compatriotas que sufren en las calles fueron más o menos impostadas. No sé si las de Marcelo y otros compañeros buscaban preservar la tranquilidad de su selección, afectada también por duras críticas de los manifestantes que ven en el Mundial y los Juegos Olímpicos posteriores un dispendio excesivo que está encareciendo por otras vías sus vidas. Y, sobre todo, empobreciendo aun más las de los que menos tienen. El caso es que esas manifestaciones públicas de los jugadores, iconos mediáticos y sociales, me parecen necesarias, oportunas.

     Salvo excepciones que confirman la regla, no hay deportista de elite a quien le dé igual la situación de su entorno más amplio, de la sociedad. Todos, unos más otros menos (dependiendo de sus ganancias económicas), tienen familiares, amigos o conocidos con problemas económicos y sociales. La mayoría lo reconoce, lo discute, incluso lo critica si tienes la oportunidad de mantener una pequeña charla privada.
     Pero cuando llega el momento de aparecer en sala de Prensa, donde sus palabras pueden tener un eco impensable y una fuerza inmediata, la contestación más repetida suele ser “no soy yo quien debe responder a eso, yo me dedico a jugar a esto o aquello”. La coletilla se ha hecho tan común que el periodista, finalmente, acaba por no preguntar por según qué problemas políticos y sociales, consciente del absurdo tópico que obtendrá por respuesta.

Hablar o no hablar 

     Me parece una irresponsabilidad social hacia muchas de las personas que atraviesan una situación tan crítica. Muchas gastan lo que no pueden en sus camisetas, sus fotos, una café en un bar para ver un partido, horas de espera en un parking por sacar una foto… Y luego, en la mayoría de los casos, esos ídolos contestan una absurdez cuando les preguntas por los problemas sociales.

     Soy consciente de que a muchos les da miedo expresar públicamente sus pensamientos o creencias políticas y sociales, por la negativa repercusión que eso pueda conllevarles en varios ámbitos vitales, incluido el de sus familias. La presión de las empresas que los visten o engalanan para que no se posicionen… Pero, les preguntaría, ¿miedo a qué?

     Mientras metan la pelota donde toca, sigan corriendo igual de rápido, llegando lo más lejos… poco podrán perder por declarar sus ideales de justicia, política o sociedad. A cambio se ganarán el respeto personal de los que menos tienen, que es mucho más importante que la adoración deportiva. Con el tiempo lo entenderán.   


Escribe para 'El Chut': Jorge Segura.

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23 junio 2013

Isco Alarcón, el nuevo jugón

--> El Real Madrid lo descartó por gordito cuando era niño, y en el Valencia fue Unai Emery el que pensó que no estaba preparado y decidió prescindir de sus servicios. O al menos no opuso resistencia a la fuga de un talento que, finalmente, decidió volver a la tierra prometida. Pensó el bueno de Isco que ésa era la decisión correcta, aunque ni siquiera él mismo llegó a imaginar que gracias a ella hoy sería considerado una de las promesas con mayor proyección mundial. Aquel día, cuando firmó por el Málaga, no fue consciente de lo que vendría después…

Un artículo de Diego García (@diegoelchut).

Isco Alarcón, estrella con las categorías inferiores de la selección española de fútbol. Foto: strollers.

Francisco Román Alarcón Suárez

     Benalmádena es un municipio costero situado en la provincia de Málaga. Cuna de personajes ilustres como el actor Antonio Banderas o el cantante Pablo Alborán, este territorio es conocido por ser uno de los lugares de ocio más importantes de la Costa del Sol. Y qué ocio mayor que el de tener el privilegio de ver los primeros pinitos de un niño llamado Francisco Román Alarcón Suárez, para el mundo del fútbol, Isco. Aquí, rodeado de un ambiente cálido y festivo que acabó contagiando su fútbol, siempre alegre y vistoso, el pequeño fichó por el Atlético Benamiel Club de Fútbol, donde empezó a demostrar su valía en numerosos torneos a nivel nacional. Las secretarías técnicas empezaron a ver cómo llegaban informes de un chico malagueño. El objetivo estaba cumplido, el nombre de Isco empezaba a sonar con más y más fuerza.

     El Valencia se llevó el gato al agua, y con 14 años incorporó a Isco a sus categorías inferiores. Fue quemando etapas con su gran amigo Paco Alcácer, y formaron juntos una dupla que permitió al Valencia Mestalla (o Valencia B) volver a la Segunda División B española. El jugador consideró que su etapa en el filial estaba completada, y el club pensó que debería permanecer más tiempo en el “B”. 
Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo, Málaga dio un paso al frente para permitir que su joven talento, que había emigrado en busca de una oportunidad, volviera, ya formado, para comandar un proyecto. Isco tenía apenas veinte años pero era el elegido. 

Rodeado de talento en Málaga

     En Málaga se encontró compañeros como Joaquín, Baptista, Toulalan, Demichelis, Willy… Pero el “alma mater” de ese equipo era el de Benalmádena. Completaron dos temporadas de ensueño, juntaron jugadores jóvenes y expertos, niños imberbes con soldados forjados en mil batallas… Pero destacó uno:. Isco. Pellegrini tuvo mucha culpa, por no decir casi toda. Adaptó el equipo y su estilo a Isco. Todo giraba en torno al malagueño, que tejía jugadas atrayendo rivales para luego asistir. Que regateaba, fintaba, caracoleaba con el único objetivo de divertirse como cuando pateaba junto a sus amigos en la plaza del pueblo. Y hacer gol, está claro.
     Para hablar de su forma de jugar: "Juegas como eres. Te salen cosas que llevas dentro y no lo puedes reprimir. Mi fútbol es así, de calle. Me gusta hacer cosas nuevas".
     Isco juega de forma natural, espontánea, instintiva. Acción reacción. Es la ley de la calle, nunca sabes si tu marcador te entrará por la derecha, por la izquierda, o si no te entrará… No puedes tener un movimiento predeterminado, sino vivir del ya, del ahora… Intentar sortear un obstáculo con la simple ayuda de tu calidad, de tu técnica y de tus reflejos. El estímulo que mueve a Isco para realizar un regate o una finta es el mismo que mueve al espectador cuando se levanta del sofá tras una gran jugada. 

     Juegue donde juegue Isco aportará ritmo, verticalidad, pero también pausa y tranquilidad. Uno sabe que Isco está ahí. Que, ante la duda, le das el balón y esperas que siempre saque algo positivo, algo correcto, y por qué no, que de vez en cuando haga una jugada “maradoniana” de las suyas, regatee a un par de rivales o más y marque un golazo. Sea con el interior, el exterior o la puntera, es de esos que la pone donde quiere. Y así todo es más fácil. Isco lleva la esencia del fútbol en sus venas, ese fútbol de barrio, pero no el rastrero o sucio, sino el de la magia y la improvisación. 
Sea en diagonal, de forma vertical u horizontal, su control del balón es exquisito y su técnica es muy dulce. Un primer toque magistral y una conducción precisa lo complementan. 
     Trata el balón como si fuera su joya más preciada… Y, perdonando la expresión, coño, es su joya más preciada. Isco necesita el balón como lo necesita un chico de 6 años que da patadas en su casa… Porque Isco sigue siendo en el fondo un niño; en un cuerpo de hombre, pero un niño. Dale un balón, y será feliz. Dale un balón, y nosotros seremos felices.


Escribe para 'El Chut': Diego García (@diegoelchut)

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21 junio 2013

La lección que nos dio Tahití

--> El fútbol no es sólo un deporte. Parten de esa realidad. Aquellos que defienden lo contrario o son ingenuos o mienten por interés. El fútbol es un inmenso negocio del que viven y dependen muchísimas personas en el mundo, cientos de miles de ellas en España. Desde el nivel máximo profesional a escuelas de base. Mucha gente trabaja y depende cada mes de que el negocio siga rodando, como el balón que lo representa. Luego, más allá de los que depende de él, están los que se aprovechan del juego. Ahí, como en política, empresa, justicia y cualquier ámbito de la vida, el fútbol no deja de estar ausente de ‘chorizos’ que se benefician para enriquecer las cuentas propias y las de los ‘amigos’ que van por el camino.

Un artículo de Jorge Segura (@JSeguraClara).

Saludo entre jugadores rivales al término del España 10-0 Tahití de la Copa Confederaciones. Foto: Ronald Martinez.

     Ahí es donde entra la creación de una competición como la Copa Confederaciones. Un sinsentido ante un calendario tan extenuante que maltrata físicamente al futbolista. Como la ATP en tenis o las extenuantes etapas ciclistas, al deportista profesional se le exprime, con lo que su rendimiento difícilmente puede ser constante y, en algunos casos, les ‘obliga’ a caer en el recurso del dopaje.
     El torneo es aún más sospechoso si cabe cuando se da cabida a una selección como la tahitiana. Es evidente que su fútbol es amateur, qué sentido tiene entonces enfrentarlo a los profesionales en una competición oficial. Seguramente sólo uno, que los votos de la zona de la polinesia o de otras regiones futbolísticas desfavorecidas sirvan a algún candidato a mantener el cargo en la FIFA o renovarlo.
     Pero, sin quererlo, al menos por una vez, la inclusión de Tahití en la Confederaciones brasileña sirvió para darnos una lección genérica a todos los que, de una manera u otra, en el primer nivel futbolístico casi vivimos pendientes de este negocio. Además, verla competir delante de la mejor selección del momento, España, resultó un ejemplo de deportividad difícilmente reconocible en cualquier ámbito de este negocio.

Tahití y el 'fair play'

     Los tahitianos llevaron un paso más allá el famoso ‘fair play’ que FIFA y UEFA impostaron hace tiempo sus asociados. Recibieron a los dueños de la estrella en el pecho con un regalo en forma de sonrisa y de collar tradicional en el cuello. Puede que ese simple gesto, y las fuerzas físicas que su amateurismo les concede, hicieron que en los primeros 30 minutos España sólo fuera capaz de marcar un gol.

     La siguiente lección tahitiana hace referencia al famoso ‘respect’ que se bordó no hace tanto en las mangas de las camisetas de cada uno de los equipos. Hay una corriente que defiende que un equipo demuestra ser mejor y más competitivo cuando, en medio de una humillación futbolística, empieza a repartir patadas y agresiones. Pues bien, Tahití demostró que, precisamente, ser mejor es hacer todo lo contrario. Decidieron seguir compitiendo lo más dignamente posible, dentro de lo que ya sus escasas fuerzas y su escaso nivel futbolístico les permitía. 
Ni una mala patada ni un mal gesto ni una protesta fuera de tono. Su respeto por el rival como equipo e individualmente fue tan brillante como el que demostró España por el juego al seguir disputando el partido con intensidad.

Lo mejor de la Confederaciones

     La última lección y quizás la mejor, la reservaron los tahitianos para el final. En un negocio que se ha acostumbrado a ver a algún que otro empeñado en desprestigiar la victoria del rival, da igual el motivo, marchándose de una celebración, quitándose una medalla… los tahitianos se ubicaron en fila, con una sonrisa limpia y serena en cada uno de ellos, para felicitar a los jugadores de la selección española. Para mí, acostumbrado a lo contrario en el negocio futbolístico, el mejor momento posible de la Confederaciones, gane o no España, Brasil o Italia. Tahití se ganó el corazón de la gente y, ahí sí, seguramente en el mejor escenario posible: Maracaná.

     A los niños, en las escuelas de fútbol, deberían ponerles un video de todo lo que los tahitianos nos enseñaron anoche en Río de Janeiro. Tiempo tendrán de aprender posicionamiento, la defensa en línea, el juego en rombo y el desmarque de ruptura… Ver cosas como las que enseñaron al mundo los tahitianos, desgraciadamente, podrán ver muy pocas. Al menos en el negocio del fútbol.


Escribe para 'El Chut': Jorge Segura (@JSeguraClara).

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20 junio 2013

Brasil contra su propio Mundial

--> Un Mundial de fútbol en Brasil es como una cena de gala en la casa de una familia común. El anfitrión gastará lo que no tiene en adecentar un espacio demasiado humilde, grotesco para semejante dispendio. Adornará con exceso y con probable mal gusto, y generará con ello llamativos contrastes entre el lujo y la escasez. Servirá platos que superarán con mucho sus habilidades culinarias. Querrá impresionar a los invitados, aunque en el fondo será muy consciente de que los invitados lo mirarán sin remedio por encima del hombro. Tomarán éstos lo que hayan venido a buscar. Propinarán una palmadita en la espalda al maestro de ceremonias y saldrán corriendo a llenar la panza en otro lugar. Así son los negocios de los ricos. No se paran a comprobar si sus trapicheos han beneficiado o no a los pobres.

Un artículo de Sergio M. Gutiérrez (@sergiomguti).

Rivaldo, celebrando un gol.

     Rivaldo fue pobre, y aún lleva la escasez encima. La riqueza que disfruta como futbolista de primer nivel no ha conseguido borrar de su rostro los restos de aquellas penurias de infancia. Fue rematadamente pobre pese a que su padre ejercía el muy digno oficio de jardinero municipal en la ciudad de Recife. Un salario ínfimo para sostener a demasiados hijos. Suerte que el tercero de ellos jugaba como nadie a la pelota.

Brasil, país de fútbol

     El gran futbolista que fue Rivaldo no ha olvidado aquellos orígenes. Y dice sufrir aún hoy cuando observa que su país reparte de modo injusto la riqueza y los esfuerzos. Grandes estadios pagados con dinero público (¿con qué dinero habían de pagarse si no?, ¿con qué dinero cree usted, querido lector, que se paga todo en este mundo?). Infraestructuras deficientes, la Amazonia devastada, servicios públicos impropios de un Estado poderoso. Porque Brasil organiza una Copa del Mundo (y unos Juegos Olímpicos) para demostrar al planeta que está aquí, que ha llegado, que hay que contar con los brasileños. Brasil se mete en este tinglado (y en este desproporcionado gasto público) para demostrar a los no brasileños que Brasil forma parte del primer mundo.
"Es una vergüenza gastar tanto en este Mundial y dejar los hospitales y escuelas en condiciones precarias", afirma Rivaldo. Y Neymar lo acompaña: "¡Quiero un Brasil más justo, más seguro y más honesto! Entro en el campo de fútbol inspirado por esas movilizaciones".

Los indignados brasileños

     Los brasileños se han echado a la calle para protestar. Están cansados de pagar los dispendios que implica la organización de un torneo que por otra parte adoran ganar. No comprenden por qué se han de subir las tasas del transporte público o por qué se ha de racanear en recursos educativos y sanitarios. Las grandes economías funcionan así: cuando se precisa aumentar el gasto, se suben los impuestos indirectos, los más injustos, los que todos los individuos pagan por igual, independientemente de su poder adquisitivo. No gravan las autoridades brasileñas los beneficios de las grandes compañías, la acumulación de capital privado o las rentas más elevadas. Gravan el transporte público.
Una pancarta indignada rezaba: "País desarrollado no es aquel en el que los pobres tienen coche, sino aquel en el que los ricos usan el transporte público".
     Los brasileños se han echado a la calle, en efecto, y han revocado la subida de las tasas del transporte público en las grandes ciudades. Ya encontrarán los poderosos el modo de pasarles la factura. Porque las Copas del Mundo de fútbol y los Juegos Olímpicos cuestan dinero a los ciudadanos. Los sufragan los ciudadanos. Y no son rentables para ningún país, por mucho que algunos se empeñen en decir lo contrario. Los Mundiales y los Juegos Olímpicos son rentables sólo para las empresas organizadoras, para la FIFA y para el COI, que procuran vender su producto al mejor postor, ofrecer la imagen más perfecta de sí mismos, la más nueva, la más limpia, la que exige mayores inversiones a las economías locales. Esos organismos elefantiásicos, con vida y voluntad propias, colocan su Mundial o sus Juegos Olímpicos en los mercados emergentes porque en los mercados emergentes es donde desea entrar cualquiera que tenga un producto que vender. Y después huyen, sembrada la semilla y recogida la cosecha. Y dejan esos campos baldíos en forma de lujosas instalaciones... para el disfrute de los pobres. De los pobres que han costeado la fiesta.

     Hace bien Brasil en rebelarse contra su propio Mundial.


Escribe para 'El Chut': @sergiomguti

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19 junio 2013

Manolo busca alguien que lo entienda

--> Anda Manuel Llorente buscando quien le comprenda. Porque en Valencia ya casi nadie lo hace y, sobre todo, nadie entiende su empeño en vanagloriar su ‘inmaculada’ gestión por los medios de comunicación. Como pocos le dan ya pantalla o portada, Manolo acaba llamando siempre al único micro que siempre tiene abierto. En una de éstas, le ha dado por renegar, atreverse (claro que con indirecta) y cargarle el muerto de la ‘debacle Pellegrino’ a Braulio Vázquez. El gallego puede que se lo tenga merecido por su servilismo a quien manda, sea Llorente, Salvo o el que venga. Pero es, sin duda, el peor truco de magia mediática que ha intentado Llorente en los años que ha estado dominando el Valencia.

Un artículo de Jorge Segura (@JSeguraClara).

Manuel Llorente. Foto: ARAMULTIMÈDIA.

     Manolo no sólo se empeñó en firmar a Mauricio Pellegrino como entrenador sino que desautorizó para ello a Braulio, quien le insistía en fichar a Djukic. Para ahondar en su ejercicio de poder, Llorente le dio dos años de contrato, algo casi insólito en sus años de gestor. Luego, cuando 30.000 aficionados le gritaron en Mestalla que se fuera, Manolo pareció escuchar otra cosa y fulminó a su ‘amigo’ Pellegrino producto de un “calentón” como dijo el argentino. Yo dudo que fuera eso.

     Llorente lo echó porque sabía que una pitada más de ese calibre despertaría a los durmientes en el Palau de la Generalitat e, igual que lo pusieron, tomarían la decisión de quitarlo. Pensó Manolo que así mantendría el culo en el sillón presidencial del estadio, pero no. Los dormilones ya habían perdido el sueño y les dio por pensar que tanto voto alborotado podía cambiar de bando. Mejor cortarlo de raíz.
     La patada en el trasero se la dieron también con indirecta, para que no quedara la cosa demasiado fea públicamente. Y eso, tengo la sensación, a Llorente aún lo irritó más. A partir de ahí, cualquier cosa buena que pueda haber hecho por el Valencia (excelentemente remunerado siempre), queda minimizada por su comportamiento.

Llorente quiere volver 

     Con la connivencia de Vicente Andreu, ha entorpecido todo lo posible la transición para la llegada de los nuevos dirigentes. Con el pretexto del gasto, han negado la posibilidad de una auditoría externa mientras ellos han estado dentro de las oficinas. Insiste en que con él Valverde habría renovado y que Iago Aspas estaba fichado… La conclusión: da la sensación de que tras dimitir, lo único que le interesa es volver.

     Se empeña en insistir una y otra vez que mientras fuera le felicitan (‘fuera’ equivale a Madrid para quien no lo entienda), aquí no se le reconocen sus ‘logros’. Supongo que toda esta campaña de imagen le acabará valiendo algún puesto ‘fuera’. Aunque la puerta de la LFP se la cerrara en su momento Javier Tebas en las narices. Seguro que, antes o después, encontrará hueco, ya se encargó él de buscárselo a Javier Gómez y a algún otro más. Porque ‘fuera’ no están locos como la mayoría en Valencia. Porque mira que hay que estar loco para no querer a Manolo como presidente. Es como si ‘fuera’ no quisieran al otro Manolo, el del Bombo, con lo que ese hombre ha hecho en el mundo por la selección cuando no ganaba nada. En Valencia ni saben ni quieren saber. Ni valoran ni entienden. Por eso, desde Valencia, no queda más que pedir que ‘fuera’ alguien valore a Manolo como merece, que lo fichen y lo disfruten.

PD: Por si acaso, en el Valencia, siguen bien ‘agarrados’ algunos de sus ‘hombres’. O quizás, como Braulio, ¿son serviles al servicio del que manda?…


Escribe para 'El Chut': Jorge Segura (@JSeguraClara).

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18 junio 2013

Un pivote, doble pivote

--> Toda propuesta de juego debe mirarse detenidamente en el centro del campo. Existe una frase recurrente : "Dime con qué mediocentros sales y te diré a qué juegas". En estos tiempos en los que el centro del campo muchas veces es zona minada por dobles pivotes físicamente portentosos o incluso trivotes o esperpentos similares que niegan la acción del contrario, es de agradecer algún soplo de aire fresco cuando un equipo decide despejar la zona del centro del campo e inclinar su centro de gravedad a lo que ocurre veinte metros más adelante, lugar donde se ganan los partidos.

Un artículo de Ricardo Zazo (@RichiZazo).

Formación de la selección española en la final de Sudáfrica 2010, con Xabi Alonso y Busquets. Foto: olmed0.

     Ahora, con la reciente baja de Xabi Alonso para la Copa Confederaciones hemos podido comprobar las diferencias que hay y que intentaremos resumir de manera sucinta:

- Zonas de influencia diferentes: Allí donde Xabi Alonso ocupaba una gran porción de terreno en medio de Busquets y Xavi gracias a su llegada desde atrás, en esta Confederaciones conviven el antes mencionado Xavi, Iniesta y Cesc, pues Busquets solo debe ocuparse de cerrar su espalda. Allí donde  interactuaban tres jugadores, dos de corte defensivo, lo hacen ahora tres jugadores ofensivos.

-Fluidez en las líneas de pase:  Esta disposición auspiciada por Del Bosque en 2010 y 2012 permitía una línea de pase muy clara, la apertura a banda, donde Navas o Pedro vivían cómodamente, pues Alonso se incorporaba desde segunda línea y el pase a Xavi era fácil de tapar. Sin embargo, con un único pivote las posibilidades se multiplican, pues los jugadores parten de una posición pero son indetectables para las defensas rivales gracias a su movilidad. 
- Presión tras pérdida: Al tener un jugador más adelantado, el equipo presiona más unido en campo  contrario, pivotando sobre Busquets, cerrando la salida del rival y negándole el contraataque. Modelo semejante al que practica el Barcelona.
- Defensa activa del centro del campo vs Defensa pasiva: Por definición, jugar con doble pivote en el centro del campo implica una defensa pasiva de las opciones del oponente. El doble pivote actúa como muralla en la que se va a estrellar el rival, mientras que con un único pivote los atacantes están obligados a realizar una presión efectiva si quieren evitar contraataques.

- "Normalización" en el Modelo de Juego:  Nadie duda de los éxitos de Del Bosque y su capacidad para modificar el equipo de manera satisfactoria. Pero flota en el aire la sensación de que el equipo con un solo pivote se quita el corsé que le aprieta, liberando en especial al cerebro de la Roja, Xavi Hernández, y a Cesc, permitiendo que interactúe a la espalda de los medios rivales.

     No sabemos si con la vuelta de Xabi Alonso a la Selección se volverá a modificar el Patrón de Juego de la Selección. Pero la sensación de que este equipo está hecho para un único pivote parece clara.


Escribe para 'El Chut': Ricardo Zazo (@RichiZazo)

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17 junio 2013

El imbécil del Twitter

--> Hace un tiempo escuché decir a un presunto gurú de las redes sociales, ex divo venido a menos y reconvertido en tecnológico convencido, que quien no tuviera una cuenta en Twitter o Facebook estaba muerto para la vida del periodismo moderno. Es más, afirmó con vehemencia que el prestigio y reputación individual se medían por el número de seguidores o de amigos. Tal afirmación provocó un efecto curioso: la obsesión por el seguidor. Gente de normal sensata se convirtió en auténticos piratas con patente para capturar followers y así aumentar su prestigio y presumir de ello ante el resto de mortales con modesta tropa seguidora. Era tal la obsesión que no dudaban en soltar en 140 caracteres las mayores barbaridades que su capacidad de concisión daba de sí para hacer ruido y hacerse notar. Incluso retuiteaban los insultos recibidos, no compungidos por la ofensa, sino orgullosos de haber conseguido agitar a la bestia que muchos bestias llevan dentro. Soy famoso porque me insultan. Perder un seguidor era considerado como una verdadera tragedia, un drama, un fracaso personal. De ser personas y profesionales brillantes, la tiranía de la red social les había convertido en esclavos del twitt.

Un artículo de Luis Jiménez (@lujimmix).

Captura de pantalla en twitter con la búsqueda "twitter periodista imbécil". Foto: El Chut.

         Siguiendo con el argumentario del gurú, quien hubiese optado por no entrar en esta absurda competencia contra la inteligencia o dado de baja tras haberlo probado, no contaban para la sociedad moderna de la comunicación. Poco menos que habían elegido voluntariamente convertirse en analfabetos tecnológicos, a pesar de ser brillantes columnistas, acertados analistas de la actualidad y rigurosos informadores. 
En algunos casos, la primera oleada de insultos fue suficiente para decidir cortar por lo sano con esta espiral absurda del absurdo. En otros, directamente no quisieron adentrarse en este mundo y permanecieron en el mundo del periodismo más tradicional. Y no les va nada mal.

Redes sociales y periodismo

                Negar la utilidad de las redes sociales en el periodismo actual sería de necios. Información, inmediatez y globalidad son tres poderosos argumentos para valorar su eficacia. En contra, el ingente ruido camuflado de información, la falta de rigor de los datos que circulan, el dirigismo, control y manipulación de la información por parte de clubes, jugadores, medios e instituciones, que determinan qué es noticia y cómo se debe de interpretar; sin olvidar la impunidad que muchos sienten para poder insultar y vejar a quien escribe algo que no les gusta.

                Confieso que tengo cuenta en Twitter, que me resulta muy útil para obtener ciertas informaciones, que disfruto de los comentarios de la gente inteligente y que he padecido durante un tiempo, corto, la obsesión por el seguidor. No me gusta el insulto, la mala educación, la falta de respeto, el troll profesional y las ganas de hacer daño por hacer daño. Me preocupa la cada día más alarmante manipulación que hay en la red tendente al pensamiento único y al borreguismo sin criterio. Me gusta más el contacto directo, persona a persona, la confidencia mirando a la cara del deportista o directivo que la frialdad de un mensaje. Por eso no comparto la doctrina del gurú y sus miles de seguidores. 
Soy más de la filosofía de Javier Ares, que este lunes escribió en su cuenta: "Desde que tengo twitter soy igual de imbécil que antes, pero lo sabe mucha más gente". Asumo como propia esta brillante frase.

Escribe para 'El Chut': Luis Jiménez (@lujimmix)

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Luis Jiménez es periodista deportivo.


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16 junio 2013

Del Bosque y el burro del conde Lucanor

--> Vicente Del Bosque es un hombre socarrón, aunque el gran público desconoce esa faceta sobresaliente de su personalidad. La esconde frente a las cámaras, la muestra cuando relaja las alarmas. Saca el salmantino en esos momentos de laxitud su repertorio de hombre relativamente leído, sobre todo reflexionado. Y explica a quien tiene la fortuna de compartir con él tales episodios los fastidios cotidianos de su labor como trabajador privilegiado. Es un poco bipolar, muy a propósito, Vicente Del Bosque. Pero a veces confunde ambas facetas, la del seleccionador moderado y la del conversador chancero. Y deja escapar la segunda donde sólo habría de tener lugar la primera. Y afirma sentirse tan mareado como el burro de la fábula de 'El conde Lucanor'. Los aficionados al fútbol, que opinan de todo sin tener ni pajolera idea de nada.

Un artículo de Sergio M. Gutiérrez

Aficionados de la Roja, en la final de la Eurocopa 2012. Foto: El coleccionista de instantes.

     Para unos, Fernando Torres es un paquete incapaz de hacerle un gol al arcoiris. Para otros, el mejor nueve de la Roja con diferencia, un fenómeno absoluto, un ídolo, un referente de vida. ¿Cómo puede jugar Arbeloa? ¿En qué piensa el técnico cuando convoca a Albiol? Casillas es un traidor o un capitán intachable, según las versiones. Busquets debe su prestigio con la selección a la compañía de Xabi Alonso... o Xabi Alonso a la compañía de Busquets. Pedro no sería titular ni en Segunda División; Pedrito es un crack que además corre como una bestia y que ha batido registros goleadores esta temporada con la zamarra española.
Y así con todo. También están los que argumentan muy dignos que Piqué, Xavi y algún otro no deberían vestir la camiseta de la Roja porque no sienten los colores, porque no se consideran españoles y porque... En fin, bobos hay en todas partes.

La fábula del burro

     Dos labriegos, padre e hijo, se dirigen al mercado de la villa para comprar útiles y víveres. Van por ello acompañados de su burro, descargado en la ida con la intención de cargarlo en la vuelta. Bien podrían viajar estos campesinos a lomos del animal, acostumbrado como está el pobre a portar el mismo peso del universo en su espinazo. Pero los hombres prefieren la caminata a la sillita de la reina, y con esa decisión extemporánea provocan estupor en los primeros paisanos que se cruzan. Cómo es posible que no aprovechéis el transporte que os ofrece el burro, les dicen en seguida.

     El muchacho reflexiona, y considera que tales voces son las de la razón. Y así se sube al burro. Y con ello escandaliza a quienes entienden que habría de ser el padre y no el hijo quien se ahorrara el trayecto a pie. Y entonces cambian los papeles. Y después hay quien argumenta que el viejo soporta mejor las fatigas, y que hace mal en cansar al joven, pues éste ya tendrá años para sufrir padecimientos. Modifican con cada razonamiento la formación de la escuadra, hasta que tras muchos vaivenes vuelven a caminar los dos (tal y como habían planeado al inicio del viaje), descolocados con tanto punto de vista dispar. Y aún habrá quien estime que se trata de una locura, de una mala decisión, de un error propio de ignorantes o de personas sin luces en la cabeza.
El padre enseñará al hijo que la gente opina sin medida ni cuidado, sin reflexión previa en muchos casos, y que las decisiones propias jamás contentan a todos. Por ello, concluye, uno ha de ser consecuente. Dejarse aconsejar por quien tenga algo que aportar, pero actuar siempre según las propias entendederas. 

La filosofía de Del Bosque

     Es el propio Vicente Del Bosque quien ha recurrido a la fábula del burro en más de una ocasión para ilustrar su posición. Tiene claro que jamás contentará a todos, ponga a quien ponga y juegue como juegue. No lo logrará aunque gane la Eurocopa y después el Mundial. ¿O ya los ha ganado? Seguirán dándole palos aunque se lleve de calle la Confederaciones y repita Copa del Mundo en Brasil 2014.

     Alegarán los críticos del seleccionador que a ver si ahora va a resultar que es intocable, que no se le puede toser o que los buenos resultados limitan el derecho de opinión. No es eso, hombre. Cómo va a ser eso.
Al español medio se le pueden tocar las pensiones, la sanidad pública, la educación de calidad, el salario mínimo y los mismísimos cojones, pero que nadie le quite la posibilidad de atizar al entrenador de su equipo de fútbol. No sabría vivir sin ese placer impagable.
     Del Bosque hace muchas cosas mal. Pero gana, y el fútbol es un juego muy resultadista. Por eso le ruego, querido lector, que cambie de 'punching ball'. El seleccionador nacional no le hará caso, se ponga usted como se ponga. Alineará a Arbeola, y Arbeloa nos desesperará. Elegirá a los de siempre y probablemente ganará. Y nosotros despotricaremos sin tener ni pajolera idea, como los convecinos de esos pobres labriegos que sólo querían llegar a la villa con el burro descansado.


Escribe para 'El Chut': @sergiomguti

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