"" El deprimente caso de Andrei Arshavin ~ El Chut <br> Expertos deportivos

"Que quien se calla cuanto me callé
no se podrá morir sin decirlo todo.".

José Saramago.

29 junio 2013

El deprimente caso de Andrei Arshavin

--> Andrei Arshavin ha regresado al Zenit. El extremo ruso comenzará su tercera etapa con el club de San Petersburgo después de una temporada prácticamente en blanco en el Arsenal. Aunque los rusos disputen regularmente competiciones europeas y tengan cierta relevancia mediática, lo cierto es que la carrera de Arshavin en el fútbol de elite continental había llegado a su final hace varias temporadas, sin nadie que lamentara que uno de los mayores talentos futbolísticos que ha dado Rusia en la última década -si no el mayor-, haya ido apagándose lenta y voluntariamente.


Andrei Arshavin, iniciando su tercera etapa en el Zenit
(Fotografía: Web oficial Zenit San Petersburgo)

--> Amago de retiradaDurante la última temporada, en la que Arsène Wenger por fin se convenció de que lo que tenía en nómina estaba lejos de ser un profesional, Arshavin dejó entrever su delicado estado anímico. La retirada comenzó a flotar en la mente de un jugador de 32 años, una señal que, sin lesiones mediante, hace pensar que su carrera no ha seguido un curso natural.

Un jugador especial en el Arsenal

--> Confianza ciega: Si hay un responsable de que el 'Mago' de Leningrado no haya refrendado esas perlas que dejó en 2007 y 2008 en el Zenit y en la selección rusa, es simplemente el propio Arshavin. La paciencia que Arsène Wenger ha tenido en el indolente ruso ha ido más allá de sus propios límites, siendo el '23' el jugador que más oportunidades ha tenido para reinventarse al más alto nivel en la Premier League.
Sin embargo, en lugar de sus asistencias de gol, de alto nivel técnico todas ellas, o del póquer de goles que firmó en Anfield frente a un Liverpool que aún se codeaba con la elite, las imágenes con las que se asocia a Arshavin en la memoria del aficionado son las de un enamorado de la noche.
--> El detonante: La afición y los compañeros del ruso en el Arsenal le han esperado casi hasta el final, pero el punto de inflexión llegó en el partido que enfrentaba a los 'gunners' con el Manchester United el 22 de enero de 2012. Con los londinenses por detrás en el marcador y la necesidad de remontar, Wenger apostó por él como revulsivo. En el fuero interno de los jugadores aquello supuso certificar que esa noche -una más- no habría remontada ante un grande, y la expresión del capitán Robin van Persie, captada convenientemente por los impecables realizadores de la Premier, trasladó ese estado de ánimo a todos los aficionados.
Efectivamente, Arshavin pasó sin pena ni gloria por el Emirates y el United se llevó los tres puntos.  
 --> Una cesión obligatoria: Antes de terminar ese mes de enero, Arshavin hizo las maletas para regresar al Zenit cedido e intentar reencontrarse con el jugador que se dio a conocer en todo el mundo a finales de la pasada década. No sólo no fue así, sino que su temporada terminó sin pena ni gloria y regresó al Arsenal sin que prácticamente nadie se enterara, asumiendo una temporada prácticamente en blanco, sabiendo que todas las esperanzas puestas en él eran cosa del pasado.

Ya como nuevo jugador del Zenit, Arshavin narraba esta misma semana de forma cruda lo cerca que estuvo de caer en la depresión, apuntando directamente a Wenger. Daba igual lo mucho que se esforzara en los entrenamientos, él sabía que el sábado no habría partido para él -con suerte, si había lesionados, entraría en el banquillo-. Finalmente, el extremo dijo que aguantó sin deprimirse por su fortaleza mental.

La fortaleza mental la tienen que tener los aficionados, sean del club que sean, que son conscientes de que en sus plantillas hay jugadores con un talento capaz de levantar del asiento a estadios enteros; y aun sabiéndolo, tienen que conformarse con el 5% o el 10% de ese nivel, siempre administrado con cuentagotas. Este tipo de jugadores suelen calificarse como 'malditos' o 'pechofríos', pero lo más adecuado sería llamarlos irritantes.

 --> Casos semejantes en el Emirates. El estilo paternalista de Arsène Wenger en el Arsenal ha deparado otros casos con las mismas características, con Samir Nasri y Nicklas Bendtner a la cabeza. A diferencia de Arshavin, estos dos jugadores tienen 26 y 25 años, respectivamente, y aún hay esperanza para ellos, aunque tendrán que demostrar esa 'fortaleza mental' de la que presume Arshavin y emplearla en combatir sus propios demonios para que sean sus botas, y no su desamueblada cabeza, la que hable por ellos.

Escribe para 'El Chut': Agustín Galán, redactor de Eurosport España.



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