--> Hay dos modos de entender la vida: el pacífico y el belicoso. Uno puede dedicar sus esfuerzos a una u otra tarea, a tender puentes o a destruirlos. El joven Manuel Luis Pellegrini Ripamonti optó por la unión, por el diálogo. Se convirtió en ingeniero civil quizá sólo por oposición a la disciplina rival, la ingeniería militar. Y aplicó las consecuencias de esa decisión crucial a todos los aspectos de su vida. Si alguna vez hizo la guerra, la hizo por necesidad, en defensa propia. Porque Manuel Pellegrini es un constructor de infraestructuras. Y detesta a quienes las bombardean.
El técnico chileno Manuel Pellegrini da indicaciones a sus jugadores. |
--> El entrenador (I): Todo jefe debe coordinar los esfuerzos de los miembros de su equipo. Ha de motivar a sus subordinados, darles razones para su desempeño dedicado, hacerles partícipes de una causa que es la de todos. Pellegrini es ingeniero civil, experto en obras que llevan su tiempo. Pone los cimientos y construye poco a poco, con precaución, evitando esos errores funestos que en materia de grandes proyectos pueden degenerar en tragedia.
Cuando acaba, queda una instalación preciosa, toda ella al servicio de quien venga detrás, al servicio de la afición, de la comunidad. Queda un puente, o una carretera. Queda un canal, una presa, un ferrocarril, un puerto a partir del cual seguir alimentando el sueño colectivo.
--> El entrenador (II): Manuel Pellegrini es ese técnico capaz de jugarse el acceso a la fase de grupos de la Liga de Campeones con un chiquillo de 16 años (Fabrice Olinga) como delantero centro. Es capaz de hacerlo y de no dar mayor importancia a la cuestión. Es ese entrenador capaz de quedarse a un penalti de clasificar para la final de la Copa de Europa a un club como el Villarreal, representante de una ciudad que con apenas 50.000 habitantes celebró también un subcampeonato de Liga. Es ese responsable recto, callado, respetuoso del rival y de la profesión que le da de comer.
--> La persona: Pellegrini llegó al fútbol por casualidad. Empezó a jugarlo en la U chilena a la vez que estudiaba, y continuó cuando ya era un titulado con trabajo. Empezó, de hecho, gracias a su presencia física, a sus 187 centímetros, a su porte principesco, a su buen inglés. Cuentan en la Universidad Católica que ese dominio de la lengua inglesa influyó de manera decisiva en su selección para el grupo de juveniles que había de realizar una gira por los Estados Unidos. Lejos de impedirle llegar al deporte, su amplia formación académica ha desempeñado un papel activo en la trayectoria profesional de Manuel Pellegrini.
El fútbol no debería ser un vertedero de gañanes. Sobran bocazas. Faltan ingenieros.
--> La honestidad: Cuenta Manuel Pellegrini que colgó las botas después de que un chaval de 17 años le ganara un salto de manera incomprensible. Se sintió el jugador Pellegrini un verdadero despojo. Ya no valgo, pensó. Qué pinto yo aquí. Mejor me retiro. No quería robar, no deseaba arrastrarse. El fútbol era un entretenimiento, pero también una tarea de equipo, una construcción coral. Si uno de los pilares está demasiado débil, la estructura corre el riesgo de derrumbarse.
Aquel chico de 17 años que retiró al futbolista Manuel Pellegrini acabó saltando muy alto. Se llamaba Iván Zamorano. Quizá se juzgó a sí mismo Manuel con demasiada dureza.
--> El fracaso (I): Manuel Pellegrini fracasó en el Real Madrid pese a conseguir los mejores números de cualquier técnico (cualquiera, incluidos los posteriores de José Mourinho) en la historia del club, el mejor club del siglo XX. Puso Florentino Pérez en sus manos un proyecto megalómano. Le encomendó la misión de recuperar el trono de la Liga, cuestionado por las victorias y por el estilo del Barça de Pep Guardiola, quien en su primera temporada, la anterior, había enamorado al mundo entero con el fútbol más limpio jamás visto.
--> El fracaso (II): Aquel campeonato, el de la temporada 2009-10, fue el más importante jamás disputado. Dos estilos atractivos. Dos clubes todopoderosos librando una batalla por la hegemonía mundial. Asedió el Madrid de Pellegrini al Barça de Pep hasta la última jornada. Pero fracasó. Obtuvo el ingeniero 96 puntos, pero sumó 99 su rival. Cayó el Madrid además en los octavos de final de la Liga de Campeones contra un Olympique de Lyón más asequible que otros años. Y sufrió una vergonzante eliminación copera frente al vecino Alcorcón, de la Segunda División B.
Florentino despidió a Pellegrini. Y alteró la esencia misma del club con aquella destitución: adiós al fútbol bonito, bienvenido el estilo hosco, agresivo, barriobajero (pero ganador) de José Mourinho.
--> La cultura y la paz: Manuel Pellegrini lee libros. Muchos. Adora el arte, visita museos y habla varios idiomas (inglés, italiano, francés, alemán). Acostumbra a nutrir el cerebro del que surgen las ideas que aplican sus equipos. Es abstemio. Practica golf para relajarse. Le gustan los proyectos a medio y largo plazo y esquiva con educación los embrollos que genera el mundo del fútbol. Es un hombre de paz. Un ingeniero civil. Un especialista al servicio de la comunidad. Se marche cuando se marche, en Málaga siempre lo adorarán. Por haber construido una gran obra. Por pensar también en los cimientos que habrá de utilizar quien la quiera continuar.
Escribe para 'El Chut': @sergiomguti
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