"" febrero 2014 ~ El Chut <br> Expertos deportivos

"Que quien se calla cuanto me callé
no se podrá morir sin decirlo todo.".

José Saramago.

Aquí no dimite ni Dios

Perdonen la blasfemia, pero Dios también habría de dimitir de su cargo divino, si es verdad aquello que Alejandro Blanco afirmó en su condición de muy respetable presidente del Comité Olímpico Español. "Dios va con Madrid", dijo muy ufano. Qué cosas tiene el señor Blanco. Dios, ya se sabe, carga con demasiadas responsabilidades, y uno no puede pretender que se ponga siempre de su lado.

Ganó Wimbledon, perdió la “Batalla de los Sexos”

Este 25 de octubre se han cumplido 18 años del fallecimiento de una de las personas que más ha contribuido al progreso del tenis femenino y también a la igualdad de premios de la que tanto se habla en la actualidad.

Novelismo (I): “El germen de la traición”

Pateaban un balón de fútbol contra una pared, igual que cuando contaban apenas doce años. Se entendían sin palabras y agradecían mutuamente el silencio con el que se comunicaban. Pep Guardiola y Tito Vilanova hacían tiempo antes del entrenamiento de la mañana.

Mi futbolista favorito

Habría que recordar más a menudo la razón que convierte al fútbol en el más universal de los deportes: el fútbol es lo que es porque lo juegan niños de toda condición, y los ricos pocas veces son los mejores.

La decisión

"¿ Todos los días tomamos decisiones. Es inevitable. Prácticamente desde el primer momento, al despertar, cuando escoges poner primero un pie u otro en el suelo. La mayoría son nimias. "

27 febrero 2014

Los secretos de Juan Ferrando

--> Hoy tenemos el placer de contar con Juan Ferrando, joven entrenador nacido hace 33 años en Barcelona. Licenciado en “Ciencias de la Actividad Física y el Deporte” por la Universidad de Barcelona, Doctor por el Departamento de Medicina de la Universidad de Zaragoza, Máster en Alto Rendimiento… Y además imparte clases en el INEFC, la Universitat de Barcelona, la Universidad de Alicante y la Universidad de Málaga. Es, hasta la fecha de hoy, el colaborador más joven de la prestigiosa revista “Journal of Sports Science & Medicine”. Estamos, pues, ante un erudito, un hombre con un hambre de fútbol increíble y, sin duda, una persona con muchos conocimientos por compartir.

Una entrevista de Diego García (@diegoelchut)

Juan Ferrando saluda a Villas-Boas.

PREGUNTA: Buenos días, Juan. Un placer poder mantener esta entrevista con usted. Tras leer su biografía uno se pregunta si tiene en mente seguir formándose, o si por otra parte ya se dedicará por completo a los banquillos.
RESPUESTA: Siempre he intentado compaginar ambas cosas. Creo que uno se debe seguir formando para seguir mejorando en su trabajo ya que el deporte, y en mi caso el fútbol, evoluciona constantemente y conviene adelantarse a los acontecimientos.

P: Como futbolista, ¿Hasta qué nivel llegó? ¿Cuándo y por qué decidió que sería entrenador? Ya con 18 años dirigía a su primer equipo en las categorías inferiores del Club Esportiu Europa.
R: Sí, cierto. A los 18 años empecé a entrenar, disfrutaba mucho trabajando con los pequeños del club. Como jugador, la mala suerte de las lesiones me impidió ir más allá de 2ª, lo que propició que me fuera enfocando cada vez más al entrenamiento.

P: ¿Qué diferencias hay entre entrenar a jóvenes jugadores, quizás niños, y a jugadores profesionales?
R: A los jugadores profesionales los entrenas para competir y ganar, mientras que a los pequeños los entrenas para que disfruten de este deporte. Es cierto que también buscas la victoria, pero la tarea educativa que realizas sobre los futuros futbolistas está por encima de cualquier resultado. Con los Juveniles del Málaga intenté aunar ambas cosas: prepararlos para su futuro profesional y que disfrutaran de su trabajo.

P: Usted entrenó en la Liga Moldava. ¿Cómo fue su experiencia? ¿Considera haber entrenador en una liga menor un paso adelante, y qué nivel equivalente tendría en España la liga Moldava? ¿Cómo son los aficionados en Moldavia, pasionales, respetuosos?
R: La experiencia fue positiva, ya que pude poner en practica mis ideas futbolísticas y mi metodología. El tiempo dirá si fue un paso adelante. En Moldavia, el fútbol es el tercer deporte en popularidad y en La liga moldava, conocida como Divizia Nationala, en general la pasión de los aficionados es menor que en otros países con más cultura futbolítica, como por ejemplo en el Reino Unido y España. Aunque hay que tener en cuenta que la liga moldava está creciendo, actualmente sólo participan 12 equipos en 1ª división y que hay muchos aspectos en los cuales hay que aún debe profesionalizarse.

P: Además de Moldavia, trabajó también en Italia, Reino Unido, Canadá… ¿En qué países se trabaja mejor, con mayor comodidad? ¿Dónde percibió mayor respeto o admiración por su trabajo?
R: Todos los paises tienen su encanto en cuanto al trabajo de entrenador, aunque es cierto que en el Reino Unido existe una cultura histórica que le permite al entrenador trabajar a más medio-largo plazo para esperar que implante su metodología por encima del resultado immediato. Eso es lo que percibí trabajando en el cuerpo técnico del Arsenal con Wenger y del Brighton con Poyet, y es aún distinto en países como España y Moldavia, donde el resultado del primer y segundo partido marcan el camino del futuro entrenador en ese club.

P: Si tuviera que llevarse sí o sí a un jugador de la liga moldava, ¿A quién sería? ¿En qué equipo podría jugar de España?
R: Creo que Furdui sería un buen candidato, podría jugar en algún club de zona Europea, como Valencia, Sevilla o Real Sociedad, siempre y cuando entienda que el ritmo de juego es mucho más elevado que en su país.

P: ¿Cómo entiende usted el fútbol? Hay entrenadores que prefieren esperar a que el rival marque el partido, otros que buscan que su equipo sea valiente y busque la portería rival…
R: Yo entiendo el futbol como un show, un espectáculo deportivo. Los expectadores acuden al estadio para disfrutar, tanto del resultado como del juego. Así pues, lo veo como un deporte vistoso en el que hay que proponer cosas si quieres ganar y crear expectación. Y nunca esperar a verlas llegar sin tener un plan.

P: La eterna pregunta a un entrenador: ¿el entrenador se debe adaptar a los jugadores, o ser fiel a su estilo de juego?
R: Desde mi punto de vista, el entrenador debe conocer el potencial de su equipo y crear una metodología adecuada a ello. En el fútbol no puedes ser dictatorial e intentar implantar cosas sin antes saber con lo que estás trabajando. Debes proponer y mejorar cada aspecto de tu trabajo en base a los recursos que tengas, aunque por supuesto hay un estilo de juego característico de cada entrenador que siempre influye de una u otra forma.

P: Como entrenador, ¿Prefiere trabajar con jugadores jóvenes o con jugadores veteranos con experiencia y galones?
R: Los jóvenes te dan lo que llamo “ensayo-error”. Es cierto que a veces los jugadores (suelen ser los veteranos) aportan ideas al entrenador y comparten su experiencia, pero trabajar con jóvenes te ayuda a crecer y a madurar la idea que propones al inicio de temporada.

P: Viajando hacia la liga española, y aunque se haya dicho casi todo acerca del Atlético de Madrid y del Cholo Simeone, ¿Qué piensa usted del equipo y de la figura del argentino?
R: Sin duda el Atlético de Madrid está realizando un trabajo extraordinario, aunque es cierto que ahora llega el mejor pero más complicado tramo de la temporada, en el que se recogen los títulos. Ahora es donde realmente se evaluará el trabajo de Cholo y su equipo, y hay que demostrar que se puede.

P: Y para terminar, algunas preguntas cortas. ¿Cuál es para usted la mejor liga del mundo?
R: A partes iguales, Liga BBVA y Premier League. Dirigir en el área técnica al FC Sheriff en White Hart Lane contra el Tottenham de Villas-Boas (2-1) en Europa League fue una de las mejores experiencias de mi vida profesional.

P: ¿Jugador favorito? (actual o histórico)
R: Roberto Baggio. En el 94 fue uno de los jugdores con más talento y capaz de llevar locas a las defensas contrarias.

P: ¿Entrenador a seguir?
R: Cualquier entrenador que quiera innovar en la profesión y la viva con pasión. Nunca he tenido un referente, aunque sí he admirado formas de trabajar.

P: Para terminar, ¿Podemos saber si Juan Ferrando tiene alguna idea en mente? ¿Si lo veremos entrenando a algún equipo pronto?
R: Esa es mi mayor ilusión, entrenar pronto y seguir teniendo nuevos retos. Espero que así sea y sería un orgullo poder hacerlo en España, tanto por el nivel de nuestro fútbol como por la dedicación de la afición.

Muchísimas gracias Juan por su predisposición, tiempo y colaboración. Es un placer para nosotros haber tenido esta entrevista con usted, y le deseamos la mejor de las suertes. Sin duda alguna, se la merece.
Gracias a vosotros por el interés en mi trabajo y por seguir mis pasos. Ha sido un placer poder compartir este rato con vuestro equipo.


Escribe para 'El Chut': Diego García (@diegoelchut)

Pinche aquí para consultar otros artículos de Diego García.


Comparte este artículo:

25 febrero 2014

Imaginé una Lorca nuevamente feliz

--> El habitualmente sabio refranero español cuenta que “uno no es de donde nace sino de donde pace”. Imagino que muchos estarán de acuerdo con la afirmación. Personalmente no me reconozco en ella, al menos no definitivamente. Puede que más aún después de aquellos terribles terremotos del 11 de mayo de 2011Me explicaré. Siempre he sentido que mi ciudad es Valencia. Desde niño me atrajo y desde niño decidí que aquí quería vivir. Lo conseguí y lo encontré prácticamente todo. En lo bueno y también en lo menos. Pero jamás he dejado de sentirme lorquino. Necesito volver cada año, respirar sus olores, caminar sus calles, ver sus colores y envolverme en su gente. Mi gente.

Un artículo de Jorge Segura (@jseguraclara).

Fortaleza del Sol, Lorca. Foto: Luiyo.  

     Desde hace casi tres años no es lo mismo. Seguramente para muchos de los que viven cada día en Lorca, las sensaciones que transmite la cotidianeidad son diferentes. Para los que nacimos, crecimos y vivimos en ella pero ahora estamos lejos, la percepción es diferente. Se siente una ciudad más triste, menos luminosa, más gris, como si hubiese perdido ese maravilloso apelativo de Ciudad del Sol.

     Los solares, las obras, las grúas, el polvo… ese que parece no marcharse nunca, el que en algunas calles no te deja respirar. Cómo notas que le cuesta respirar a mucha gente cuando escucha un ruido más alto de lo normal, un movimiento más brusco de lo habitual. Porque percibes que los lorquinos que viven en Lorca ya no escuchan los ruidos como tú y no sienten los movimientos del suelo como tú. A veces incluso te sientes culpable por no haber estado aquel día allí, para sentir el desconcierto, el miedo… porque por mucho que pretendas ponerte en situación, eso es imposible.
     Quizás por todas esas sensaciones que tienes cuando regresas a Lorca, encontrar resquicios a la alegría mantienen viva la esperanza.
     Hace un par de semanas yo encontré uno de ellos en el circuito Ricardo Tormo de Cheste. Por allí andaba, muy rápido, un chaval de La Campana, una de las pedanías de Lorca. Tan rápido que puede que gane más de una carrera en el Mundial de motociclismo de este año. Juanfran Guevara. Ver la ilusión en sus ojos y escucharla en ese ‘acentico’ tan nuestro me recordó la cantidad de alegrías que se pueden encontrar allí. Y lo imaginé en el podio de ese mismo circuito dentro de unos meses con su bandera de apoyo a Lorca.

     Sólo unos días después, apareció en algunos medios Úrsula Ruíz para demostrar que nadie lanza tan lejos como ella en este país. La volví a imaginar en los Juegos Olímpicos de Londres, su primera participación, y entonces también la imaginé en el podio de alguna otra gran competición internacional.
Por si la autoestima me faltara, el sábado aparecieron los chicos de La Hoya-Lorca para recordarme que nadie juega como ellos al fútbol en Segunda B. La mayoría les recordará por esa fea camiseta de brócoli estampado, yo siempre lo haré por las alegrías que le dan a muchos de mis familiares, amigos o desconocidos cada fin de semana. Y entonces les imaginé la temporada que viene en Segunda División y pensé que con ellos también todo es posible.

     Claro que puestos a imaginar, prefiero imaginar que pronto los institutos y colegios estarán pronto acabados para que los niños puedan volver a su normalidad. Que los solares nunca más volverán a estar vacíos. Que la gente ya no tendrá miedo cuando sienta un movimiento raro bajo los pies. Y que todos podrán disfrutar de esos chicos del deporte que tantas alegrías dan. Porque sin tranquilidad, disfrutar del deporte es difícil de imaginar.  


Escribe para 'El Chut': Jorge Segura (@jseguraclara)

Pinche aquí para consultar otros artículos de Jorge Segura.


Comparte este artículo:

23 febrero 2014

'Novelismo': En la cabeza de Andrés Iniesta

--> No entienden nada. Hablan, y hablan y no paran de hablar. Y yo siempre preferí a las personas calladas, o a las que pían poco, claro y sobre todo de frente. Que si el Barça ya no es el mismo, que si éste y el otro ya no corren como antes, que si Messi y que si Andrés. Y a mí me da la risa. Casi nadie sabe de fútbol, pero todo el mundo opina con voz alta y segura. Ay, si adivinaran lo que en realidad pasa por aquí. Ay, si yo pudiera explicarlo. Se montaría una buena. Al final es mejor callarse y esperar que escampe. Aunque para entonces habrá que ver dónde estamos y cómo nos organizamos.

Un artículo de Sergio M. Gutiérrez (@sergiomguti).

Andrés Iniesta. Ilustración de: giveawayboy.

     Se veía venir, está claro. Y me da rabia porque me ha costado mucho coger la forma para desperdiciarla de este modo. Antes hacíamos las cosas bien, y el que se despistaba acababa en el banquillo. Ahora cada cual va a lo suyo y ya casi ni parecemos un equipo.

     Si es que está muy claro. Si es que jugamos cuando queremos. Mira a Messi, por ejemplo. No corre más de tres veces en cada partido. Y sí, es verdad que tampoco le fabricamos huecos. Y claro que Leo es especial y que todos debemos procurar que se sienta feliz. Pero, jolín, es que ha dejado de jugar para sus compañeros, y ya sólo aparece para pegar su fogonazo. Al final es un asunto del club, que metió la pata hasta el fondo fichando a Neymar. Aunque la culpa no es de Ney, claro. A él también le han contado una película que no tiene nada que ver con la realidad.

     El caso es que la junta directiva encabrona a Leo, engaña a su familia y cuestiona su liderazgo. Y a Messi, que durante años sólo le importó la pelota, le hacen todo esto cuando sólo le importa su hijo. Y a los demás, que nos den. Normal que Leo se centre en los suyos. Él es así, un niño genial pero caprichoso. La primera obligación de todos los culés habría de ser que Messi viva contento.

     Nadie lo comprende, ni siquiera Martino. El míster lleva medio año haciendo equilibrios, como esos artistas callejeros que van añadiendo pelotas a sus malabares. Primero tres, luego cuatro, más tarde cinco y al final seis o siete pelotas a la vez. Normal que se caigan. Martino es un buen hombre y un buen entrenador, pero no ha sabido cortar por lo sano.

     Él mira a Messi y piensa que siempre ha sido así. Porque vale, serán de la misma ciudad y hablarán del mismo modo, pero aún no se conocen. Antes Leo era el primer enfadado cuando perdíamos un partido. Le cambiaba la cara, se ofuscaba, se refugiaba en sus cosas y no se le podía ni hablar. Y sólo se le pasaba el mal humor en el siguiente entrenamiento, cuando agarraba la pelota, nos regateaba a todos y metía el gol del siglo. Ahora todo le importa un comino.

     Los que están afuera no entienden nada. Dicen que Xavi y yo estamos acabados, que ya no corremos, que ya no defendemos... como si alguna vez hubiéramos tenido cuerpo para hacerlo. Xavi está como nunca. Es un espectáculo verlo. Y sigue siendo el que más kilómetros corre en cada partido. No ven que Xavi es como los buenos vinos. Como Pirlo. Y no saben cuánto lo echarán de menos.

     Pocos intuyen quién está en verdad descentrado, o acabado, o desinteresado. Pocos se preguntan en qué emplea el tiempo libre Gerard Piqué (quién lo ha visto y quién lo ve: Gerard y el póquer, Gerard y sus entrevistas, Gerard el aspirante a presidente del Fútbol Club Barcelona). Alguien debería ponerle las pilas a Piqué. Aunque Piqué también sea una víctima de lo mal que jugamos, porque a Piqué se le ven los defectos antes que a los demás.

     ¿El problema del Barça cuál es? Es uno y son todos. Son todos porque aquí cada cual va a lo suyo: Alves ataca y no defiende, y raja de la afición; los chicos no renuevan, los viejos renovamos por una eternidad; y tras cada renovación llega un representante preguntando qué hay de lo mío; no se entrena como se debería entrenar, no se trabaja lo que se debería trabajar; no hay una idea de juego; salimos a contragolpear y manejamos la pelota, queremos controlar la pelota y nos ponemos a contragolpear.

     Son los egos, que están por encima del grupo. Y a mí me tienen harto. Siempre me toman por el pito del sereno.

     Y, para colmo, los que mandan tienen al club en los tribunales. Ellos son los primeros culpables. Son ellos y lo somos todos.

     Pero bueno, tendremos que callarnos.
   

Escribe para 'El Chut': @sergiomguti

Pinche aquí para consultar otros artículos de la serie 'Novelismo'.
Pinche aquí para consultar otros artículos de Sergio M. Gutiérrez.


Comparte este artículo:

19 febrero 2014

El Barça simétrico y precavido

--> Los buenos resultados tapan defectos y contribuyen al buen ánimo y la confianza general de un equipo. El triunfo del Barça en el Etihad de Manchester ha venido a reforzar a Gerardo Martino y su planteamiento táctico. ¿Cómo jugó el equipo 'blaugrana' contra el City de Pellegrini? Dos conceptos resumen el partido: simetría y posesión defensiva. "Éste es el camino", proclamó Cesc tras el partido. Y publicó una foto desde el vestuario en la que aparecían sonrientes los cuatro 'jugones' culés.

Un artículo de Sergio M. Gutiérrez (@sergiomguti)

Messi, Cesc, Iniesta y Xavi, tras el City 0-2 Barça. Foto: @cesc4official.

Simetría

     En defensa, poco menos que un 4-1-4-1. Busquets en el pivote. En ataque, Xavi a su derecha, encargado de la distribución pausada (que no lenta), de elegir la mejor opción, de manejar el ritmo a su antojo, para bien o para mal. Cesc, a la izquierda de Sergio, más retrasado que de costumbre, contribuyendo a menudo en la construcción del juego, demasiado lejos casi siempre de Messi y del área. Alexis, en su habitual banda derecha, muy abierto, muy extremo, muy pendiente de Clichy y Kolarov. Iniesta, en esa banda izquierda que tan poquitas veces ha visitado esta temporada, con tendencia al centro, intercambiando posiciones por momentos con Fàbregas.

     Martino desplazó a Iniesta a la izquierda para dar galones de timonel a Cesc, o quizá porque Cesc no le garantizaba el trabajo en la banda de Andrés, porque Cesc es menos riguroso en lo táctico, porque Cesc detesta el trabajo estricto en el extremo. Era Iniesta quien debía ayudar a Jordi Alba frente a Jesús Navas y Zabaleta.
     De ese modo, el Barça planteaba en fase ofensiva un 4-3-3 simétrico, sin mayores desequilibrios que los que pudieran producir las acciones individuales de sus mejores futbolistas, sin otros movimientos de ruptura que los cambios de posición de Andrés y Cesc.

Posesión defensiva

     De manera que Cesc iniciaba el juego lejos del área (con la obligación de eliminar rivales) e Iniesta había de dar el último pase. Se diría que era el mundo al revés, pues Fàbregas es el mejor asistente del Barça y Andrés, el mejor superador de líneas.

     Cesc, por tanto, recibía en campo propio y conducía la pelota con la prioridad de conservarla, negando su misma esencia como futbolista, su anarquía genial, su tendencia al desequilibrio. Cesc se transfiguró en un segundo Xavi Hernández, y no hay futbolista menos parecido a Xavi que Cesc. Una sola pérdida hubiera otorgado a David Silva la posibilidad de asistir a sus rápidos compañeros en las bandas (Navas en la derecha, Kolarov en la izquierda), allí donde el Barça más flojea y donde Pellegrini pretendía agredir. Martino lo dijo en la previa: "nuestra prioridad es la posesión". La posesión defensiva, sin ánimo de arriesgar.
     El plan salió perfecto: el Barça dominó en campo rival, minimizó las pérdidas al coste de no profundizar (ni chutar, ni asustar a Hart) y acabó ganando el partido en un fogonazo de Busquets, Iniesta y Messi.
     Etapa salvada. Éste es el camino, asegura Cesc. Pero el Barça debe mejorar muchísimo si pretende pelear con un Bayern de Múnich. Debe confiar en sí mismo, debe salir a hacer daño, a agredir al rival con la pelota. De lo contrario, muy probablemente se repetirá la historia de la pasada temporada. Escrito queda.


Escribe para 'El Chut': Un artículo de Sergio M. Gutiérrez (@sergiomguti)

Pinche aquí para consultar otros artículos de Sergio M. Gutiérrez.


Comparte este artículo:

18 febrero 2014

La carga emocional en deportistas de élite

--> Se suele hablar mucho de la importancia de la experiencia en fases finales, Juegos Olímpicos, Mundiales y demás. También, por otra parte, se comenta bastante que un factor muy a tener en cuenta es la ilusión por llegar al éxito. Pero en ambas hay un componente psicológico muy importante. ¿Seguirá Michael Essien preguntándose por qué falló en el despeje ante el Barcelona, que dio a la postre con el gol de Iniesta y el comienzo de un hito histórico? ¿Qué le llevó a lanzar la pierna al aire en vez de golpear al balón? Probablemente, en los últimos minutos de un partido que decide llevarte a la final, pensar no es la primera opción. Y ahí vino el error. Por no poder controlar la carga emocional.

Un artículo de Ricardo Zazo (@RichiZazo)

Essien anotó un gran gol contra el Barça en semifinales de la Liga de Campeones.

     Hay deportistas que son capaces de controlar su carga emocional, por su personalidad, por su facilidad para imbuirse en unos mismos, por tener un arraigo profundo del juego, por haber perdido muchas veces y saber dónde están.

     Cuenta Eduard Punset en uno de sus libros que cuando Tejero irrumpe en el Congreso de los Diputados arma en mano y disparando al techo (Punset estaba en el Congreso ese día), solo tres personas no se escondieron tras sus butacas: Gutiérrez Mellado, Suárez y Carrillo. Continúa Punset diciendo que sus experiencias previas les habían hecho ser capaces de resistir sin asustarse. Y es que la experiencia vale, y mucho.

     Muhammad Alí sabía mucho de eso cuando George Foreman castigaba una y otra vez su cuerpo en Kinshasa. Él sabía que se enfrentaba a una hora de golpes sin posibilidad de escape, pero no le tembló el pulso. Se había visto cara a cara con el desprecio de su país que lo encarceló, con Frazier, que pegaba tan duro y honesto como el que más, con Sonny Liston al que destrozó sin miramientos.

     Mucho sabe de esto también Mark Spitz, que se ausentaba de la compañía de sus amigos antes de una final para concentrarse en focalizar sus energías y solo diez minutos después volvía convencido de lo que tenía que hacer.

     Y cómo no, Michael Jordan dominaba este territorio. Nunca nadie estuvo tan seguro de hacer lo que tenía que hacer. Por eso, cuando robó el balón a Karl Malone, miró el tiempo y vio que tenía veinte segundos para ganar su sexto anillo, toda Utah sabía lo que iba a pasar, porque ya lo habían visto otras veces.

     O Haille Gebreselassie en la final de los 10.000 en Sidney venciendo a Paul Tergat al sprint. Igual que Roger Federer conteniendo la respiración ante Robin Soderling para ganar su primer Roland Garros. O Rafael Nadal, tras su aprendizaje frente a Federer en Wimbledon para asestar golpes psicológicos a sus rivales nada más pisar la cancha.

     Pero todos los aficionados al Fútbol recordamos dos momentos claves: El penalty que falló Djukic y la final de Champions League Bayern de Múnich-Manchester United. La cara de Djukic, tomando aire antes de su lanzamiento forma parte de la historia del deporte español. Y qué decir del miedo que atenazó a los alemanes por primera vez en su historia cuando perdieron una Champions en dos minutos, paralizados del terror. El mismo terror que sufrió el Valencia años después en la tanda de penaltis ante Oliver Kahn. Algo parecido a lo que sentía España hasta que Cesc anotó el gol frente a Italia en la Euro 2008. Lo que sentía Robben frente a Casillas en Sudáfrica, que se desquitó traspasando ese miedo a Subotic y Hummels, incapaces de defender un pase de cuarenta metros.

     Dicen que apostar por los jóvenes es importante a la hora de afrontar retos. No miren edad, miren por qué situaciones han pasado los deportistas. Eso dará la verdadera medida de su abnegación por lograr las más altas cotas.


Escribe para 'El Chut': Ricardo Zazo (@RichiZazo).

Pinche aquí para consultar otros artículos de Ricardo Zazo.


Comparte este artículo:

16 febrero 2014

Keylor Navas, pura vida

--> A Keylor Navas no le hacen especial sus paradas. Actuaciones memorables como la del Sánchez Pizjuán de esta temporada, aquella en la que hizo hasta seis intervenciones increíbles, reflejan sus excelentes condiciones como portero. Nada más. Claro que noches como esa y ser el cuarto arquero menos goleado de Primera tras Courtois, Valdés y Diego López, los que defienden las porterías de los tres grandes, han sido la luz necesaria para que todo el mundo se fije en él. Ahora, Keylor brilla públicamente y seguramente lo hará aún más tras su paso con Costa Rica por el próximo Mundial de Brasil.

Un artículo de Jorge Segura (@jseguraclara).

Keylor Navas, guardameta del Levante U.D.
 
     Pero la verdadera luz de este chico de 27 años es cegadora en la intimidad desde hace tiempo. Descubrirlo fuera del campo es enamorarte de la persona. A primera vista. De intensa convicción religiosa, familiar y entregado a la ayuda a los más desfavorecidos, Keylor Navas dedica varios días a la semana a una acción solidaria permanente, casi vital, centrada en la colaboración con la asociación Nova Vida de Torrent y su equipo Evangélicos FC.
     “Mi vida cambió, me casé, tengo una esposa que me ayuda, me da consejos, me escucha, creo que tengo una vida estable, y esto lo marca a uno porque le da equilibrio en todo, en la vida y en el trabajo.” 
     Así habla Keylor de su relación con Andrea, su mujer, siempre acompañado de ella, tan pronto reparten comida a los más necesitados como acuden a pasar una tarde a uno de los pisos de acogida de Torrent donde conviven familias necesitados, con jóvenes con graves problemas de integración. Saben que ellos podrían estar perfectamente en esa situación y valoran la vida que tienen. A su hija Daniela le inculcan esa sencillez, los valores del esfuerzo y el privilegio de su vida.

     Sinceramente, no tengo demsiada fe en un ser superior, no soy muy creyente, más bien nada, pero el día que pase junto a Keylor y Andrea comprobé como creía en los mismos valores vitales que ellos. Y de paso me reafirmé en mi principal convicción: creo en las personas. Y creo en Keylor.

     Por eso, el equipo que decida invertir su dinero en este joven costarricense fichará algo más que un excelente portero. Contratará un magnífico profesional, capaz de aguantar una suplencia inmerecida durante mucho tiempo a la sombra de Gustavo Munúa, sin levantar la voz, apoyando al grupo, siempre de la mano de los compañeros. Tendrá, además, un espejo que utilizar como referente para los niños y aficionados del club y del resto de rivales.

     Todo eso precisamente es lo que perderá el Levante. Su escasa inversión de unos cientos de miles de euros para ficharlo del Albacete se traducirá en millones si lo traspasa (10 tiene de cláusula de rescisión), pero perderá mucho más de lo que ganará económicamente.

     "Me quedaré aquí hasta que quieran…”, ese mensaje mandó a los aficionados del Levante recientemente. Ellos querrían que estuviera para siempre. Pero es evidente que no será así. Sólo cabe esperar que elija bien y allá dónde vaya, el fútbol y la vida le den tanto como él reparte. PURA VIDA Keylor.

Escribe para 'El Chut': Jorge Segura (@jseguraclara)

Pinche aquí para consultar otros artículos de Jorge Segura.


Comparte este artículo:

12 febrero 2014

Dos pájaros de un tiro

--> Éste es el título de la gira que hace dos años hicieron por toda España los legendarios Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina. Este mismo título se podría utilizar para analizar lo que supuso la canasta de Sergio Llull en el último segundo de la final de la Copa del Rey frente al Barça: por un lado, el título para el Real Madrid; por otro, su consagración definitiva y la de Nikola Mirotic, precisamente dos productos de la cantera blanca, que por fin encuentra un sentido después de 30 años perdida.

Un artículo de Rafa García (@rafarcia03).

Sergio Llull

A todas luces Nikola Mirotic y Sergio Llull se convirtieron en los MVP de la Copa del Rey de baloncesto de Málaga. El montenegrino fue elegido como tal y alzó el trofeo una vez concluida la final; el balear subió a los altares del madridismo con esa canasta heroica que le marcará para siempre.
Hasta la final de Copa pocos o muy pocos comprendían para qué el Madrid tenía categorías inferiores en basket si llevaba décadas sin sacar a un solo jugador destacado de la cantera. Desde el pasado domingo todo encuentra un sentido y la travesía del desierto ha merecido la pena.
Gracias al tiro histórico de Llull, el Estudiantes ha dejado de ser la “cantera” del Madrid. Del Ramiro de Maeztu proceden Sergio Rodríguez y Felipe Reyes. También lo era Carlos Suárez, madridista hasta el pasado verano. También venían del Estu Alberto Herreros, el seleccionador nacional Juanan Orenga, Fernando Martín… Sin embargo, la espectacular confirmación de Llull y Mirotic, educados casi toda la vida en la casa blanca, permite recuperar la filosofía y señas de identidad históricas del Real Madrid.

La brillante historia madridista de los años 60, 70 y 80 se había cimentado fundamentalmente en jugadores de gran categoría procedentes de la cantera blanca, algún retoque puntual de otros equipos españoles y dos estadounidenses con gran nivel. Más un entrenador de la casa, que había mamado el espíritu de Santiago Bernabéu y Pedro Ferrándiz.

Desde los años 80 (con Corbalán, Iturriaga, Fernando Martín, Romay, Jackson y compañía) hasta hoy en día el Madrid se había pasado 30 años sometido a la dictadura del Barça (quizás excepto un par de temporadas con Sabonis, Arlauckas y Obradovic en el banquillo a mediados de los 90). Siempre a rebufo de las plantillas azulgranas. De las categorías inferiores del Barça salían Epi, Solozábal, Pau y Marc Gasol, Navarro… De la cantera del Madrid prácticamente nadie destacado.

Ha tenido que llegar Pablo Laso (ojo, no podemos olvidar el trabajo en los despachos de Alberto Herreros y Alberto Angulo) para que el Madrid vuelva por sus fueros. Todos ellos han vestido la camiseta blanca. No sólo han recuperado el estilo de juego que hizo célebre al Madrid sino que han desarrollado un proyecto de cantera que vuelve a ser creíble. Y han recuperado para la causa a muchos aficionados blancos a la canasta que habían dado la espalda al equipo durante años.

Ya lleva un título en 2014 en sus vitrinas y puede añadir dos más. Por esto y por otras muchas cosas se prevé una temporada blanca que pasará a los anales de la historia. El Madrid está otra vez aquí. Una canasta en el último segundo le ha reconciliado con la historia.   


Escribe para 'El Chut': Rafa García (@rafarcia03).

Pinche aquí para consultar otros artículos de Rafa García.


Comparte este artículo:

11 febrero 2014

El Valencia de Álvaro y Lucía

--> A mi hijo Álvaro no le gusta el fútbol. Le gusta chutar conmigo, con su abuelo Pedro, y lo hace bastante bien. Fuerte y con el empeine, con cierto estilo para tener sólo 5 añitos. Pero cuando le toca jugar con sus amigos, pasa del todo. No le va correr tras el balón, meter la pierna, pelear por él… Si pones la tele y hay partido, algo inevitable cada uno de los 7 días de la semana y de los 365 del año, es incapaz de aguantar más de un minuto antes de pedir el evidente paso a los dibujos. No me extraña. Seguro que a muchos otros papás y mamás periodistas, que se dediquen al periodismo deportivo centrado en el fútbol, les ocurre algo similar. Los niños asocian el día de partido a que desaparecemos de sus vidas por unas cuantas horas.

Un artículo de Jorge Segura (@jseguraclara)

Un bebé observa atentamente un Brasil-Australia de Copa del Mundo. Foto: robotpolisher.

     A Lucía, que es un poquito mayor que Álvaro, le ocurre lo contrario. A ella le encanta el fútbol. Su mamá también es periodista pero su trabajo va dirigido más a la actualidad política, pobrecita mía. Así que Lucía no sufre esas ausencias. A ella le encanta ver los partidos, acudir al estadio y lo pasa fatal cuando mamá la castiga sin poder ir al campo. Lloró cuando su ídolo se marchó a otro equipo y se pone triste con cada derrota. Tiene pasión por el deporte.

     Lo curioso es que a Lucía y Álvaro les une su equipo. Los dos son del Valencia. Álvaro realmente lo dice como algo mecánico cada vez que le preguntan, imagino que bien instruido por los amiguitos del cole que sí son muy valencianistas. De hecho Álvaro sólo fue a ver un partido en directo, un Levante-Rayo en el estadio Ciudad de Valencia y porque quería ver dónde trabajaba su padre.

     En el valencianismo de Lucía no hay nada de mecánico. Su sentimiento es puro, pasional, vital casi. Se lo inculcaron desde pequeñita y crece cada día más. Sueña con poder hacerse una foto con sus jugadores en Mestalla y verles ganar cada partido. No hay más que ver una de sus fotos posando en la grada del estadio. Descubres ese brillo de ilusión en sus preciosos ojos.
     Son dos formas de entender el valencianismo de dos niños diferentes. Realmente nada hay de malo en la interesada de Álvaro por mantenerse fiel a sus amigos. Y claro que nada puede haber de malo en la pasional de Lucía. Son niños y todo evolucionará con naturalidad.
     El problema existe cuando esas dos formas de entender el sentimiento por un club afectan a los mayores.

     De un lado aquellos que más o menos disfrazados de valencianistas (me agarro a la metáfora madridista de Mourinho) defienden intereses personales. Da igual si económicos o puramente ególatras. Si se trata de recaudar lo invertido o de asentarse en la poltrona y no dejar de aparecer en la televisión. Tan dañinos para el club unos como otros. Ellos disfrazan de valencianismo su interés y engañan a muchos, aunque seguramente no a todos los que nada tienen de máscara. Con el resto no va el truco o trato del ‘Halloween’ norteamericano. Ellos son valencianistas de cuna y ponen toda la pasión. Tanto que a veces deciden tomar parte de un bando u otro, cuando realmente alguien debería advertirles que los dos bandos están equivocados. Corrompidos.

     Realmente, huyendo de cualquier demagogia y viendo la situación genérica de los que me rodean, poco me importaría lo que decidieran.

     Pero da la casualidad de que me dedico a esto y por si fuera poco, que me importa el futuro del equipo que vaya a vivir Lucía. Porque no quiero que llore si un día su mamá le tiene que decir que su Valencia tardará en jugar contra el Real Madrid o el Barça. Porque me importa que los amigos de Álvaro no sufran lo mismo. Aunque a Álvaro no le guste el fútbol.



Escribe para 'El Chut': Jorge Segura (@jseguraclara)

Pinche aquí para consultar otros artículos de Jorge Segura.


Comparte este artículo:

06 febrero 2014

La manada sin alfa

--> La degradación de los ecosistemas produce escenas dantescas de animales desorientados, famélicos, incapaces de encontrar en la herencia genética y en la propia experiencia la solución al problema sin par de la supervivencia. Los osos polares huyen del deshielo de los casquetes sin saber adónde, y acaban ahogados o rendidos, llorando la injusticia de una muerte abominable para la que no estaban preparados. Los lobos cazan en manada, se dice, mientras las presas abundan. Si éstas escapan a menudo o simplemente escasean, la disciplina del grupo se rompe y algunos de sus miembros se vuelven egoístas.

Un artículo de Sergio M. Gutiérrez.

La plantilla del Barça mantea a Pep Guardiola tras una exitosa campaña 2010-11. Foto: globalite.

     El fútbol exige hambre perenne de victoria, y a la victoria sólo se puede llegar por el camino del esfuerzo colectivo. Aquel "ganar, y ganar, y ganar, y volver de ganar" de Luis Aragonés es la realidad cotidiana de los grandes equipos. Aquella obsesión guardiolista por el detalle, por el encaje de cada pieza en el mecanismo grupal, era su complemento imprescindible.
     Se ha contado muchas veces la historia de la primera charla de Pep en el vestuario del Barça. El técnico se mostró dispuesto a perdonar todos los errores individuales, pero nunca la economía en el esfuerzo.
     ¿Sufre el Barça un problema de desidia, de egoísmos mal encauzados? Rotundamente sí, aunque sus futbolistas se enfadarían si leyeran un diagnóstico tan impío. Rotundamente sí, aunque el enunciado peque de cierta ingenuidad.

El macho alfa del equipo

     Ningún problema en fútbol es individual. Casi todos los errores encuentran su causa en una descoordinación con el compañero de equipo. Si yo pierdo un balón, ¿lo pierdo por inútil o porque tú no te me has ofrecido? Si me gana en velocidad un rival, ¿acaso no debías haberme ayudado?, ¿acaso no sabemos ambos que él es más rápido que yo?

     No, ningún error es individual donde once tíos persiguen el mismo objetivo, ni siquiera la desidia, ni siquiera el egoísmo. No se puede señalar a Pinto o a Valdés, a un Dani Alves permanentemente fuera de sitio, a un Piqué amodorrado o a un Mascherano vencido. Si Jordi Alba aplica mal ciertos conceptos defensivos, será porque alguien no se los ha enseñado. Si Busquets se mueve como una peonza desequilibrada, si viaja de lado a lado al impulso de cada tarascada, será porque existen demasiados espacios en sus costados.
     Si Xavi retiene el balón, maldita sea, lo retendrá porque ningún pase le parece apropiado.
     Y así continuamos con Iniesta y su repentina incapacidad para superar líneas enemigas, con Messi y su manifiesta pereza a la hora de presionar (más allá de alguna arrancada imprevista). Y así se ha de afirmar que Pedro y Alexis sostuvieron al Barça en ausencia de Leo y Neymar, y que uno y otro brillan sólo cuando la maquinaria les permite brillar.

     Todo tiene una explicación colectiva. El Barça recuperó la presión y el juego de posición con Xavi en el campo, con un buen Iniesta, con Cesc de falso de nueve y sin sus dos estrellas más desequilibrantes. Cuando el acordeón se movía de forma acompasada, los centrales se envalentonaban: Piqué y Mascherano (o Bartra) adelantaban líneas y robaban por anticipación. Y los elogios llovían: ¡Piqué vuelve a ser el de siempre! ¡Busquets es sin discusión el mejor mediocentro del mundo! La manada tenía hambre y sabía a lo que jugaba. Todos a una, con ganas de masticar una presa, y otra, y otra, y después otra más. No ocurría siempre, por supuesto; pero al menos ocurría.
     El regreso de Messi ha acabado de golpe con esa intensidad, quién sabe si por su culpa o porque en las manadas no todo es solidaridad. La estrategia ha cambiado, la caza ya no se ejecuta igual. Cada lobo corre a su antojo, cada cual persigue sólo su propio bocado.
     El ecosistema del Barça se ha degradado. Algunos animales se aprestan a huir, el pánico los acecha. Y la manada se resiente. Es hora de que el macho alfa se imponga, o la historia acabará en desbandada. La pregunta es si existe un macho alfa. Y si se llama Gerardo Martino.


Escribe para 'El Chut': @sergiomguti

Pinche aquí para consultar otros artículos de Sergio M. Gutiérrez.


Comparte este artículo: