Hasta pronto, Tiago

--> Una vez hecha oficial la baja de David Villa, la primera confirmada del 11 titular del ‘Cholo’, hay otra marcha que la prensa da por segura y a la que se está dando poco valor. Una baja que, a buen seguro, el equipo sentirá tanto en el campo como en el vestuario: la de Tiago Mendes. Si se confirma el fichaje del portugués por el Chelsea (queda libre), el Atleti perderá a su mejor cinco de los últimos diez años (para los que piensen que es una exageración, recuerden que ese puesto lo han ocupado ilustres como Luccin, Costinha, Assunçao o Cleber Santana) y a uno de los entrenadores que tiene el equipo en la plantilla. Se va el jugador con más madera y personalidad de ‘mister’, tanto en el campo y como ante la prensa y la afición.

Un artículo de Pedro del Rosal.
Seguir a @pedro_delrosal

Tiago Mendes, en un partido con el Atlético de Madrid.

     El mediocentro que jugaba justo por delante de la defensa (Gabi siempre se ha situado algo más adelantado) fue el puesto menos claro del equipo titular de Simeone al comienzo de la temporada. Mario Suárez arrancó de inicio ante el Sevilla (estreno liguero) y repitió en la visita a San Sebastián (tercera jornada), los dos huesos duros con los que se tuvo que medir el Atleti en los primeros compases del año. Tiago jugó los partidos de casa, a priori más sencillos: Rayo, Almería y Osasuna.

Conclusión lógica: Mario para las visitas, en donde el Cholo busca más recuperación, más músculo en el medio campo; Tiago en casa: mejor construcción, menos exigencia física. Hasta que llegó la visita al Santiago Bernabéu y ahí Simeone dejó claro quién era el cinco titular.

     En Chamartín, el mediocentro portugués dio una exhibición en la media del Atleti. Colocación, recuperación (¿quién dijo que estaba viejo?), salida en corto y en largo, y apoyos constantes a los interiores. Incluso fue protagonista en algunas de las ocasiones claras de estrategia que el Atleti no consiguió materializar. “Hay que renovar a Tiago”, suspiraban muchos en la grada del Calderón con cada demostración silenciosa del luso. Es difícil de entender la sensación de “sospecha” que siempre ha existido sobre el portugués, cuyas renovaciones se han dilatado hasta la desesperación cada verano.

Lección de fútbol en Stamford Bridge

     Cinco segundos antes del gol de Adrián al filo del descanso en la vuelta de la semifinal de la Champions, Tiago recibía en la frontal e intuía la incorporación de Juanfran a la espalda de Hazard. El pase no era fácil: había nueve jugadores del Chelsea en el área y muy poco espacio. Seamos sinceros: ese pase nunca se lo veremos a dar a Mario Suárez. Sospecho que si ese balón lo coloca Illarramendi, alguno habría dado por amortizado al menos la mitad su millonario fichaje.

“Miro a mis compañeros y me dan seguridad”, aseguró el portugués en la previa del partido ante los de Mourinho. ¿Son o no son las declaraciones de un líder? En Londres, nueva lección del cinco.

     Cinco temporadas después de aterrizar en Madrid, Tiago se va con dos jugadas que a buen seguro no se le olvidarán jamás: el balón aéreo al que se le adelantó Sergio Ramos en el minuto 93 de la final de la Champions y, especialmente, el mal despeje que propició la contra de Di María en el 2-1 de Bale en la prórroga. “Hay que seguir aprendiendo”, declaró al final del partido. 33 años y “quiere seguir aprendiendo”. Este tío tiene cuerda para rato en el fútbol y a buen seguro que algún día se sentará en el banquillo del Atlético: entiende el juego, entiende al club y entiende a la afición. Hasta pronto, Tiago.

Escribe para 'El Chut': Pedro del Rosal
Seguir a @pedro_delrosal
Pedro del Rosal es periodista.


Comparte este artículo: