"" Ni al toque ni al contragolpe ~ El Chut <br> Expertos deportivos

"Que quien se calla cuanto me callé
no se podrá morir sin decirlo todo.".

José Saramago.

14 septiembre 2014

Ni al toque ni al contragolpe

--> Es difícil comprender los parámetros por los que se rigen algunos de los grupos que conforman el famoso entorno futbolístico. Si dejas al margen a los profesionales primarios de este negocio, es decir, jugadores y entrenadores, te topas con un cúmulo de incongruencias de las que el resto formamos parte. Desde el directivo al aficionado, pasando por el periodista, lo que en una previa de partido parece aceptado como verdad absoluta, al terminar se convierte en negación máxima. ¿Por qué? Es simple, por el resultado de la contienda. Hay escasas (y honrosas) excepciones, pero también se muestran incapaces de mantener la línea romántica del juego por el juego demasiado tiempo, ignorando los éxitos o fracasos finales. 

Un artículo de Jorge Segura (@jseguraclara).

David Albelda y Rubén Baraja, en un partido con el Valencia.

     La llegada de los hinchas al mundo valorativo instantáneo que han favorecido las redes sociales, tengo la sensación de que ha convertido a más de un colega en camaleón, capaz de cambiar de piel en función de hacia dónde sople el viento de sus seguidores tuiteros. A mí también me ha sucedido en alguna ocasión y si reflexionas, llegas a conclusiones no demasiado acertadas. 
     Ser capaz de mantener una línea coherente y medianamente objetiva resulta complicado habitualmente. 
     Cuando el debate y las opiniones se centran en el estilo de fútbol que cada equipo practica, los últimos años han sido el escenario de los mayores vaivenes que recuerdo. Gente que hace sólo unos meses menospreciaba la utilización del toque y la superioridad del juego con mayoría de centrocampistas, ahora defienden ese sistema... y viceversa. Es llamativo cuando la reflexión es al respecto del equipo propio, pero me resulta más sorprendente aún cuando los cambios de opinión se realizan en función de lo que hace el rival.

     A principios de siglo, el Valencia que construyeron Claudio Ranieri y Héctor Cúper para que acabara de convertir en campeón Rafa Benítez, fue un equipo vilipendiado por ciertos sectores madridistas. Más allá del estilo evidentemente defensivo que practicaba, basado en el esfuerzo colectivo, el sufrimiento y la pegada, algunos se empeñaron en desprestigiarlo por la agresividad (violencia para los más osados) que supuestamente utilizaban varios de sus futbolistas. El caso es que con aquel estilo fueron dos Ligas las que los valencianistas arrebataron a los blancos.

     A partir de 2008, el Barcelona que reconstruyó Guardiola de las cenizas que dejó el de Rjikaard, se convirtió en dominador con un fútbol de presión, recuperación, dominio del balón y circulación que tuvo poca respuesta en sus primeros años. Pese al reconocimiento de la mayoría del mundo futbolístico, otra vez un sector del entorno madridista comenzó a intentar desacreditar esa forma de juego. No sólo eso, además abogaron por la defensa encarnizada de la llegada de José Mourinho y su inherente agresividad. 
     Fue curioso, llamativo, patético en ocasiones, escuchar a personajes que habían masacrado con sus valoraciones el juego del Valencia de 2004 (mejor equipo del mundo ese año), defender ese tipo de fútbol solo un tiempo después y encarnizarse con el preciosismo del azulgrana. Fueron los mismos.
     Hasta hoy. Ahora el viento ha vuelto a cambiar, la rueda ha girado y aquellos vuelven a virar el barco hacia otro horizonte. Tras fichar a James, Kroos... más la continuidad de Modric, Isco y compañía, regresa la defensa de lo estético y toca el desprestigio del rival capacitado para arrebatar los títulos, el Atlético de Madrid de Simeone. Será cuestión de tiempo otro vuelco a las opiniones, las versiones, las tendencias... y siempre serán contra el rival más fuerte. En eso sí, mantienen una misma línea. Lógico.


Escribe para 'El Chut': Jorge Segura (@jseguraclara)

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