"" Mi futbolista favorito ~ El Chut <br> Expertos deportivos

"Que quien se calla cuanto me callé
no se podrá morir sin decirlo todo.".

José Saramago.

17 abril 2015

Mi futbolista favorito

--> Habría que recordar más a menudo la razón que convierte al fútbol en el más universal de los deportes: no se trata de su ingenioso reglamento, ni del componente estratégico del juego; no enfrenta el balompié tantas pasiones antagónicas como a menudo cree el hincha desnortado; poco tienen que ver la calidad del espectáculo, el interés económico que lo rodea o el sentido político que se le otorga. No, no hay mercadotecnia capaz de ingeniar semejante producto. El fútbol es lo que es porque lo juegan los niños de toda condición, y los más ricos pocas veces son los mejores. El fútbol es lo que es porque la pelota, como ocurre con la muerte, no distingue clases; y nos hace a todos iguales.

Un texto de Sergio M. Gutiérrez (@sergiomguti).

Jamie Carragher, con el Liverpool.
     Los tiempos cambian, eso sí, y el fútbol ya no es lo que era. Recuerdo una época en la que uno podía declararse aficionado del equipo que le diera la gana, y no corría el riesgo de que lo señalaran como estúpido o traidor por no apoyar al club de su ciudad. Era una época también en la que elegir futbolista favorito implicaba mucho más que cuestiones estéticas; se trataba de una decisión crucial, que pertenecía al terreno de lo íntimo pero definía al individuo a los ojos de los demás como un rasgo determinante de su personalidad.

     El crío se miraba en el espejo, componía una mueca de concentración y procuraba recordar lo poco o mucho que había visto de aquel jugador que llamaba su atención. Lo juzgaba con severidad, consciente de que aquel instante marcaría el resto de su existencia.
     Y decidía como quien decide darse en matrimonio: "Soy de Santillana, porque posee un pundonor noble que me ayudará a superar todos los obstáculos que me presente el destino". O quizá: "Soy de Arkonada, porque en este mundo tendré que reaccionar rápido a los reveses, y sabré revolverme cuando todos me crean batido".
     Hubo devotos del poderío físico de Migueli y del dominio del cronómetro de Emilio Butragueño. Los primeros deseaban derribar muros a puñetazos. Los segundos sentían que la vida se les escapaba demasiado rápido, y se preguntaban si en verdad era posible detener los relojes o viajar en el tiempo con el simple gesto de dejar colgando los brazos.

     El privilegiado admiraba al futbolista trabajador y el obrero envidiaba los regates del extremo habilidoso. Cada cual buscaba en el campo aquello que desde su perspectiva la vida debía ser y pocas veces era: orden y esfuerzo, para unos; magia, transformación, revolución para tantos. Había, por supuesto, futbolistas del pueblo, aquellos que no contaban con el favor del entrenador, suplentes habituales que animaban las tardes de domingo cuando por fin se hacía el cambio que todos reclamaban.
     Y existían hombres de club. Y cada aficionado adoraba al suyo porque con aquel amor mutuo ambos se sentían saciados. No necesitaban mucho más, ni siquiera el triunfo.
     Compruebo con desconsuelo la reciente degradación de todos estos valores asociados al futbolista, los que comparto y los que me provocan sarpullido. Los hay de Messi porque es el mejor y los hay de Cristiano porque Cristiano es de los suyos (y porque es fuerte y marca muchos goles, ay el día que deje de hacerlo). Los hay de éste o de aquél porque es guapo o es nuevo, casi siempre porque el jugador pasaba por allí y su imagen estaba asociada a la del éxito.

    Compruebo con desconsuelo que esas fidelidades son cada día más volubles. Y compruebo con especial tristeza que ya nadie apuesta por los probables perdedores. Lástima de sociedad que sólo aplaude la victoria; no conocerá la felicidad de una derrota digna, de muchas derrotas dignas, de una existencia entera siendo derrotado con la mayor de las dignidades.

     ¿Cuál es mi futbolista favorito? Tuve muchos. Tengo algunos. No me pidan un solo nombre: soy un tipo complejo.


Escribe para 'El Chut': @sergiomguti

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