"" España necesita otro equipo ~ El Chut <br> Expertos deportivos

"Que quien se calla cuanto me callé
no se podrá morir sin decirlo todo.".

José Saramago.

01 abril 2015

España necesita otro equipo

--> Vicente del Bosque debió marcharse tras el Mundial de Brasil. La contundente y dolorosa eliminación de la selección en la primera fase del campeonato fue un motivo más que suficiente. Quizás precisamente esa circunstancia fue la que llevó al entrenador salmantino a quedarse o puede que la petición del presidente de la federación. En cualquier caso, quedó claro el final de una etapa para él y varios de los mejores jugadores de la historia. No sólo la española sino la del fútbol planetario. Solo unos pocos lo comprendieron a tiempo. No el técnico y tampoco algunos de los emblemas de la bicampeona de Europa y reina del mundo en 2010. Casillas, Villa o Torres debieron seguir el ejemplo de Xabi Alonso y Xavi Hernández. Pero no lo hicieron.

Un artículo de Jorge Segura.
 
Vicente Del Bosque, seleccionador español.

     Casi un año después, el desprestigio de España ha ido en aumento. Incapaz de ganar a cualquier selección potente, se ha visto claramente superada por Francia, Alemania, Inglaterra u Holanda. Además, sufriendo en cada momento con rivales difícilmente comparables a la Roja hasta hace un par de años. Eslovaquia, Ucrania y algún que otro rondón más. Es palpable que las decisiones que los protagonistas tomaron tras el fiasco brasileño y la situación actual andan muy relacionadas. Pero lo hecho ya no tiene solución.

     No conviene mirar atrás, bueno o malo. Principalmente en lo peor. Siempre nos quedará el pasado excelso, el que hizo a la selección la mejor de la historia, capaz de encadenar lo que ninguna antes, cuatro años de glorioso esplendor traducido en tres grandes títulos y, en la mayoría de casos, un gran juego, único en algunos instantes. 
     Ese recuerdo debe servir de impulso y ejemplo para los llamados a reconstruir un futuro que ya no se aleje del éxito, que no siempre supone ganar. Pero no debe servir de lastre para mantenerse firme en ciertas posturas con la añoranza de recuperar lo. Eso no sucederá porque aquello fue irrepetible.
     También está claro que Del Bosque no se marchará hasta que finalice la próxima Eurocopa, pase lo que pase. Entre otras cuestiones, la fase de clasificación es tan blanda y asumible, que España estará en el tramo final de la Eurocopa de Francia. Por muchos tropezones que haya en el camino. Es momento entonces de pedirle decisiones que reactiven su proyecto.

     Probablemente la primera es la más complicada. La que hizo sufrir también a Luis Aragonés, la de hacer de un combinado de muy buenos futbolistas un equipo. Del Bosque sabe de qué va el asunto porque supo recoger ese legado que le dejó su antecesor y reforzarlo con muchas modificaciones camino de Sudáfrica primero y Ucrania y Polonia después. ¿Dónde perdió después ese aura? El seleccionador debe saberlo y ponerle remedio. Puede incluso que renunciado a mejores jugadores por otros menos brillantes pero más cohesionadores.

     A partir de ahí y pese a lo perdido, debe defender lo que crea necesario, sin miramientos. Si es Fábregas, junto a Ramos y Silva, su elegido para comandar la regeneración, la apuesta debe ser absoluta. Caiga quien caiga. Incluso si se trata de Iniesta. Porque nada es eterno. Lo mismo sucede si el empecinamiento en Diego Costa ha sido baldío. Alcácer, Morata… afortunadamente a Del Bosque no le faltan recursos. Esa es la gran noticia.

     Futbolísticamente España es ahora un vivero de grandes jugadores. Puede que falten defensas centrales, seguramente en ello deben trabajar desde la cantera. Pero está De Gea, Carvajal, Bernat, Gayà, Koke, Isco… y un buen puñado más. No conviene juzgarlos ya y mucho menos quemarlos. ¿Cuánto tiempo les costó a Iker, Xavi y compañía alcanzar la plenitud en la selección? Todo cuesta. Y, básicamente, no les comparemos con ellos, no es justo.

     La regeneración debe llevar a la recuperación de la frescura, el hambre, las ganas de competir y el convencimiento de alcanzar el éxito. Ese deseo es el que une a un equipo, en cada momento. Eso y perder el miedo. Otra vez. Ese que perdimos con aquella agónica tanda de penaltis ante Italia y el gol de Cesc.             


Escribe para 'El Chut': Jorge Segura.

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