"" El Balón de Oro y la democracia ~ El Chut <br> Expertos deportivos

"Que quien se calla cuanto me callé
no se podrá morir sin decirlo todo.".

José Saramago.

22 noviembre 2013

El Balón de Oro y la democracia

--> ¿Sabía usted, querido lector, que los sistemas de elección por el voto eran considerados muy poco democráticos en las antiguas polis griegas? Pensará que estoy equivocado, que no sé lo que digo, pues democracia y Atenas son dos palabras que acostumbran a viajar unidas en el imaginario colectivo. Créame, amigo mío: no le estoy tomando el pelo. Lo cierto es que la elección por sorteo (sí, por sorteo, por azar) siempre fue considerada más equitativa, más cercana a quienes no controlaban los mecanismos del poder. Los griegos, con todos sus defectos, eran hombres muy sabios: se habían dado cuenta de que las elecciones (bien controladas) a menudo proclaman ganador al más poderoso.

Un artículo de Sergio M. Gutiérrez (@sergiomguti).

El Balón de Oro. Foto: FIFA.

     Cuento todo esto, ya se sabe, por aquello de la burda manipulación del sistema de votaciones para conceder el Balón de Oro de 2013. Entiéndame: FIFA no es un organismo democrático ni con especial respeto por la cosa de los derechos humanos. FIFA es una multinacional, y posee el monopolio universal de un producto que se vende fácil y bien entre ricos y pobres por igual.

     Si usted vendiera algo (pipas, melocotones, lámparas o teléfonos móviles), querría vender cuanto más mejor. Y ya me contará cómo se vende el asunto del Balón de Oro: polémicas por aquí, discusiones por allá... ¿Quién merece ganar el premio? ¡Discutan, discutan! ¡Sean ustedes bobos! ¡Peléense! ¡Defiendan a su candidato! ¡Monten grandes campañas mediáticas! ¡Hablen de nuestro producto, que así seremos ricos, mucho más ricos, asquerosamente ricos!

     La democracia es una idea imperfecta, y son pocos los ciudadanos que se han detenido a reflexionar sobre su contenido y su verdadero significado.
     Muchos afirman que el premio del Balón de Oro es objetivo porque se elige por votación. Y ahí no hay tutía, se dice: los electores votan, los votos se recuentan y el ganador sale en la foto con el balón dorado. Mentira cochina.

El Balón de Oro y sus mentiras

1.- Los electores son, por un lado, futbolistas y entrenadores con compromisos personales, con motivaciones corporativistas (tú me votas a mí, yo haré tal cosa por ti), con amigos, con compañeros de profesión y camiseta, individuos con absoluto desconocimiento en muchos casos de lo que ocurre en países como Alemania o España; por otro lado, poseen voz y voto determinados periodistas (con filias y fobias, con amigos y enemigos, sobre todo condicionados por los intereses comerciales del medio que les paga). ¿Por qué no votamos usted y yo, querido lector? ¿Acaso no estamos mejor preparados? ¿Acaso no seríamos más justos, a buen seguro, que los electores actuales?

2.- Los votos son públicos. ¿En qué sistema legítimamente democrático se viola el derecho del secreto de voto? Según el modelo FIFA, todo el mundo conocerá tarde o temprano a quién ha votado cada cual. Y ya se sabe: si no votas a fulanito, que es tu compañero de equipo, o tu capitán, fulanito se enfurruñará contigo. Y para qué vas a generar un problema en el vestuario.

3.- Los candidatos son impuestos. FIFA determina de modo unilateral los candidatos al Balón de Oro. Usted y yo, querido lector, no podríamos votar a Sergio Busquets o al Cholo Simeone, por citar dos ejemplos clamorosos.

4.- Los méritos son difusos. Pese a que FIFA establece unos criterios que habrían de guiar al votante, ¿quién se los ha leído? ¿Quién se cree la pantomima? ¿Qué elector va a votar con arreglo a ese criterio y no al gusto personal? ¿Cuánto pesa, sin ir más lejos, el fracaso colectivo del Real Madrid en los innegables méritos individuales de Cristiano Ronaldo?

     Quizá se haya indignado usted con el esperpento de la ampliación del plazo de votación. ¡Voten, voten!, dice FIFA a sus electores. ¡Voten, que el plazo se ha ampliado, que lo estamos regalando! ¡No importa que ya votaran en el pasado! ¡Romperemos su voto si votan lo que ahora deseamos!

     No le dé más vueltas: no es un procedimiento democrático. Ni se le parece ni tiene la intención de simularlo. Es un negocio. Un enorme negocio multimillonario. Un paripé del que todos participamos.

     Los griegos, que eran muy suyos, habrían introducido el elemento del sorteo. Infinitamente más justo, más democrático, dónde va a parar.


Escribe para 'El Chut': Sergio M. Gutiérrez (@sergiomguti).

Pinche aquí para consultar otros artículos de Sergio M. Gutiérrez.


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1 comentario:

  1. Ninguno de estos grandes organismos, rollo UEFA, FIFA o COI, son democraticos, como muestra que le hayan dado el Mundial a Catar.

    Te dejo mi blog, por si quieres pasarte:

    http://siempregananlosalemanes.blogspot.com/

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