--> Hay una teoría en los deportes de conjunto que es sencilla de comprobar y que, prácticamente, es cierta en la mayoría de casos. El enunciado de la misma sería más o menos el siguiente: "Construir un buen equipo lleva muchos años. Destruirlo puede ser cuestión de días". Si lo piensan y son aficionados, serán capaces de encontrar un buen puñado de ejemplos, más o menos cercanos, en cualquier categoría y modalidad, relevantes, insignificantes... Por mi parte, sólo en el ámbito profesional más próximo, he visto descomponerse al magnífico Valencia de inicios de este siglo, al Villarreal de la misma época y, ahora, daba toda la sensación de estar asistiendo al declive del mejor Levante de la historia.
Un artículo de Jorge Segura.Seguir a @jseguraclara
José Luis Mendilibar, exentrenador del Levante. |
El balance numérico del equipo granota en las ocho primeras jornadas del actual campeonato es clarificador, más aún comparado con el de las temporadas anteriores. Tras la derrota frente al Real Madrid del pasado sábado, el Levante es penúltimo con 5 puntos, sólo ha ganado un partido y lleva 4 goles a favor por 20 en contra.
Volviendo a las 'frías' estadísticas, en el ejercicio 2013-14, los levantinistas eran novenos en la clasificación liguera con 10 puntos. En la 2012-13, séptimos con 13, y en la 2011-12, lo máximo, líderes con 20 puntos. Es cierto que aquel histórico día tras ganar 0-3 en El Madrigal, la plantilla tenía poco que ver con la actual, pero no ocurre lo mismo si el precedente con el que comparamos es el más reciente. De hecho, teóricamente este equipo está mejorado respecto al anterior. Es evidente que su mejor jugador ya no está y no es un cualquiera. La ausencia de Keylor Navas no era fácil de cubrir, pero incluso en esa posición, Manolo Salvador adquirió dos porteros jóvenes pero de garantías, que no mejoran al costarricense pero que no me parece hayan sido los culpables del mal inicio de los blaugranas. Por lo demás, el mismo bloque, las mismas cualidades y los mismos defectos.
Está claro entonces que ha fallado el entrenador. No es que Mendilibar sea un mal técnico, todo lo contrario. Es más, personalmente valoro su propuesta de juego mucho más que la de su predecesor Caparrós, muy defensivo para mi gusto. Pero la realidad es que hay equipos construidos para desarrollar un estilo y si intentas cambiar, se desmoronan. Es tan sencillo como encender o apagar la luz con sólo tocar el interruptor. Y creo que el técnico de Zaldívar se confundió al accionarlo. Buscó cosas para las que los futbolistas no estaban preparados o no le entendieron y así dejaron de creer en lo que hacían y, de paso, olvidaron lo que hacían bien en temporadas anteriores. Las lesiones y los golpes de mala fortuna hicieron el resto.
Puede que para muchos el cambio de entrenador y la contratación de Lucas Alcaraz haya sido precipitada. Sinceramente pienso que tanto los números como las sensaciones dan la razón a la medida. A partir de hoy veremos si el preparador granadino es capaz de volver a enchufar a sus jugadores, de encender el interruptor.
Los números de los encuentros en su estadio son aún peores: 0 puntos, 0 goles en su haber y 14 encajados, aunque quizás aquí haya que reconocerle la dificultad del inicio al haber recibido al campeón de Europa, el Barça y el Villarreal.Claro que no sólo de números conviene hablar en estos casos y, la campaña anterior sin ir más lejos, los blaugrana empataron con el equipo barcelonista y a sólo dos minutos del final ganaban a los blancos, que acabaron imponiéndose en la prolongación. Sensaciones muy diferentes a las actuales.
Volviendo a las 'frías' estadísticas, en el ejercicio 2013-14, los levantinistas eran novenos en la clasificación liguera con 10 puntos. En la 2012-13, séptimos con 13, y en la 2011-12, lo máximo, líderes con 20 puntos. Es cierto que aquel histórico día tras ganar 0-3 en El Madrigal, la plantilla tenía poco que ver con la actual, pero no ocurre lo mismo si el precedente con el que comparamos es el más reciente. De hecho, teóricamente este equipo está mejorado respecto al anterior. Es evidente que su mejor jugador ya no está y no es un cualquiera. La ausencia de Keylor Navas no era fácil de cubrir, pero incluso en esa posición, Manolo Salvador adquirió dos porteros jóvenes pero de garantías, que no mejoran al costarricense pero que no me parece hayan sido los culpables del mal inicio de los blaugranas. Por lo demás, el mismo bloque, las mismas cualidades y los mismos defectos.
Está claro entonces que ha fallado el entrenador. No es que Mendilibar sea un mal técnico, todo lo contrario. Es más, personalmente valoro su propuesta de juego mucho más que la de su predecesor Caparrós, muy defensivo para mi gusto. Pero la realidad es que hay equipos construidos para desarrollar un estilo y si intentas cambiar, se desmoronan. Es tan sencillo como encender o apagar la luz con sólo tocar el interruptor. Y creo que el técnico de Zaldívar se confundió al accionarlo. Buscó cosas para las que los futbolistas no estaban preparados o no le entendieron y así dejaron de creer en lo que hacían y, de paso, olvidaron lo que hacían bien en temporadas anteriores. Las lesiones y los golpes de mala fortuna hicieron el resto.
Puede que para muchos el cambio de entrenador y la contratación de Lucas Alcaraz haya sido precipitada. Sinceramente pienso que tanto los números como las sensaciones dan la razón a la medida. A partir de hoy veremos si el preparador granadino es capaz de volver a enchufar a sus jugadores, de encender el interruptor.
Escribe para 'El Chut': Jorge Segura (@jseguraclara)
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