"" Algo se mueve en los banquillos europeos ~ El Chut <br> Expertos deportivos

"Que quien se calla cuanto me callé
no se podrá morir sin decirlo todo.".

José Saramago.

22 diciembre 2013

Algo se mueve en los banquillos europeos

--> La vida suele ser ciclotímica. Crisis, recuperación económica, otra vez crisis. Mantener un nivel de excelencia continuado sin pequeñas lagunas o grandes depresiones es algo imposible en este mundo que nos ha tocado vivir. El fútbol no es ajeno a ello ni mucho menos (es más, vive en un estado perpetuo de altibajos) y mucho tiene que ver en esto las distintas maneras que los entrenadores enfocan su conocimiento.


Un artículo de Ricardo Zazo (@RichiZazo).

Pep Guardiola, en su etapa como entrenador del Barça.

     A nadie se le escapa que los entrenadores están a día de hoy mucho mejor preparados que hace unos años (igual que sucederá en años posteriores, donde las generaciones venideras asimilarán lo aprendido y lo llevarán a otro nivel), pero es interesante constatar cómo ese crecimiento, ese conocimiento científico tiene correlación con el lugar de procedencia.

     Portugal es el lugar ideal para comenzar este análisis. Vitor Frade, Periodización Táctica, semilla de entrenadores y éxitos (no sólo de Oporto viven en Portugal, Benfica o Sporting han mejorado sus prestaciones). Mourinho, Vilas-Boas, Domingos Paciencia, Paulo Bento, una manera de trabajar. Una metodología propia.
     España, a raíz de la eclosión con la Eurocopa de 2008 entendió su camino, históricamente equivocado. Se puso orden y unas pautas a seguir. Los entrenadores españoles progresaron, adquirieron profundidad táctica y no desdeñaron al jugador habilidoso. Guardiola es el máximo exponente, pero no el único. Entrenadores jóvenes como Paco, Escribá, Roberto Mártinez, Javi Gracia, Francisco, Óscar García o Arrasate demuestran los niveles de los técnicos del futuro.
     En Alemania decidieron educar al Deporte. Dotaron de instalaciones y recursos a los equipos. Y formaron entrenadores. Y los formaron muy bien. El reducto de los Schaaf o Heynckes se ha visto alterado por la llegada de técnicos germanos abanderados por Jurgen Klopp y Joachim Löw, auspiciados por Klinsmann.

     Francia, tan propensa al suicidio por romanticismo, seguía mirando las cenizas de su época triunfal. De los Houllier, Jaquet, Wenger o Roux han aparecido entrenadores con altas expectativas como Deschamps, Blanc, Remi Garde o Rudi García.

     Italia hizo algo parecido a Alemania pero desde su vertiente menos poética. El tacticismo imperante ha dado como resolución que los Allegri, Montella o Mancini tengan cabida, todos ellos supeditados a Antonio Conte, figura central de la evolución de los entrenadores italianos.

     ¿Y en Inglaterra? En Inglaterra bien, gracias. Solo David Moyes consigue despuntar entre sus coetáneos en un fútbol que se ha quedado estancado probablemente porque sus entrenadores no han sido capaces de adecuarse a los tiempos en los que viven.

     Algo está cambiando en Europa. Mourinho, Guardiola, Rudi García, Conte, Klopp, Wilmots en Bélgica, Solbakken y Laudrup en Dinamarca, el finlandés Hyppia, Murat Yakin en Basilea, los holandeses Cocu, De Boer o Van der Brom, el checo Vrba ... La máquina no se detiene y el país que no forma entrenadores no tendrá peso a la hora de optar a ganar Eurocopas o Mundiales.


Escribe para 'El Chut': Ricardo Zazo (@RichiZazo)

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