"" Lucho, el ilusionista en Vigo ~ El Chut <br> Expertos deportivos

"Que quien se calla cuanto me callé
no se podrá morir sin decirlo todo.".

José Saramago.

05 agosto 2013

Lucho, el ilusionista en Vigo

--> La crisis económica no sólo afecta a autónomos, comerciantes o mineros. Los clubes de fútbol también sufren la lacra de la recesión. El Celta de Vigo, como la mayoría de los equipos de “la mejor liga del mundo”, se ha visto obligado a vender a su mejor jugador, Iago Aspas. Con el dinero recibido se ha reforzado en la medida de lo posible con fichajes ilusionantes como Nolito, Fontás o Rafinha, este último cedido. Pero si hay alguien que realmente hace soñar a los gallegos es Luis Enrique.

Un artículo de Diego García (@diegoelchut).

Luis Enrique Martínez. Imagen: BancoSabadell.

     El técnico asturiano, tras su paso por el filial del Barcelona llegó a la Roma, equipo en el cual permaneció solamente un año. Estando en paro, lejos de acomodarse como la mayoría de los entrenadores de la élite, “Lucho” aprovechó para practicar deporte como jamás lo había hecho (o quizá sólo de un modo un poco más exigente que de costumbre). Preparó maratones y acabó realizando Ironman, quizás la prueba deportiva más exigente del mundo. Junto a amigos como Josef Ajram y Pepe Navarro creó “Sueños por hora”, para informar acerca de todo lo necesario para completar una prueba de ese tipo.

Luis Enrique, el fútbol y el Celta

     Pero a Lucho le apasiona el fútbol. Su llegada a Vigo ha causado una gran expectación, aunque no tanto como su 5-3-2 (o 3-5-2). Con esta formación busca dotar a su equipo de una mayor seguridad defensiva. Hay que aclarar que se trata de una disposición adaptable, que puede presentarse como muy defensiva (al utilizar cinco defensas) o muy ofensiva, pues en transición los laterales se convierten en carrileros. La principal ventaja es contar siempre con tres o cuatro jugadores en línea defensiva, lo cual minimiza el riesgo ante una pérdida de balón. La desventaja más grande es el nivel de compromiso táctico que deben alcanzar los jugadores.
En el Celta, el hombre que puede variar de una formación a otra es Borja Oubiña, ese prometedor medio centro al que las lesiones mermaron su progresión. La principal pregunta es si el vigués aguantará el ritmo, partido tras partido.
     Otra faceta que caracteriza al asturiano es su gusto por la estrategia. Ya en los primeros partidos  amistosos con su nuevo club ha mostrado diferentes jugadas a partir de saques de esquina o faltas laterales.

     Y por último destaca la capacidad de minimizar riesgos. Las opciones que sopesó hasta ahora parecen fortalecer la parcela defensiva, quizá porque sabe que la ofensiva tampoco aportará grandes cosas. Cabe esperar bastante de los Nolito, Charles, Rafinha o Augusto, pero ninguno de ellos (excepto Charles) es goleador de por sí. Conocedor de esto, apuesta por buscar esa ley no escrita pero conocida por todos: si dejas tu portería a cero es más fácil ganar. Portería, por cierto, que no está nada decidida.

     ¿Apostará Lucho por Rubén, joven e inexperto pero sobradamente preparado? ¿O el puesto lo disputarán Yoel y Sergio? ¿Conseguirá que Oubiña ejerza de Busquets? ¿Y que su equipo pueda pasar de una formación a otra dependiendo del momento del partido?

     Nadie duda que el Celta correrá, luchará, morderá por cada balón. Que cada jugador se sacrificará por su compañero, que serán solidarios defensivamente… Pues esto era Luis Enrique como jugador. Y esto es Luis Enrique como entrenador. Perdonará que fallen un pase, que encajen un gol o fallen otro, pero lo que jamás les permitirá es que no entrenen y jueguen con tensión.

     La ilusión vuelve a Vigo, ciudad que añora con que su equipo vuelva a ser lo que un día fue, un equipo respetado y admirado. Luis Enrique es el hombre.


Escribe para 'El Chut': @diegoelchut

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