--> Vaya por delante que para un servidor Laporta y Rosell son básicamente lo mismo, las dos caras de esa moneda que usted lleva en el bolsillo porque tiene su valor, pero de la que se desharía con gusto por fea, mal diseñada, manoseada, algo roñosa, incluso apestosa. El dinero es así, porta gérmenes. Y tanto Laporta como Rosell son ganadores profesionales de dinero, gente entrenada para simular que es lo que no es con tal de cerrar un trato ventajoso. Perdóneme la severidad del juicio, pero uno se hizo periodista para molestar al poderoso.
Un artículo de Sergio M. Gutiérrez.Seguir a @sergiomguti
Sandro Rosell y Lionel Messi, tras acordar la última renovación del astro argentino. Foto: Sandro Rosell oficial. |
Rosell, Messi y Thiago
Reconoce Sandro Rosell que es bastante probable que algún club europeo quiera pagar la cláusula de alguno de sus futbolistas con más talento. Thiago cuesta 18 millones por una pésima gestión del actual presidente del Barça. Porque Thiago valía 30 kilos antes de su última renovación. Y fue Rosell quien amplió su contrato, y quien aumentó su cláusula de rescisión (o al menos eso dijo entonces) hasta los 90 millones. Pero en realidad la estaba rebajando a 18, si se daba la condición de que el mayor de los Alcántara no jugara el 60 por ciento de los partidos. Menuda calamidad."Si yo tuviera la posibilidad de hacerme con un Thiago Alcántara por 18 millones, lo ficharía sin dudarlo. Pero nosotros ya lo tenemos", explica el presidente muy ufano. Está diciendo Sandro Rosell que todos los directores deportivos europeos de grandes clubes son unos bobos, pues cómo es que no le han quitado ya de las manos por cuatro duros a un futbolista con semejante talento.Cristian Tello cuesta sólo 10 millones. Se diría que el Barça está casi deseando que alguien se lo lleve cuanto antes, no vaya a ser que el chico continúe progresando. Muchos culés afirman rotundos: "Si Thiago y Tello se van, se irán porque quieren". Exculpan de se modo a su presidente. Pero la cláusula de rescisión de Lionel Messi, por ejemplo, es de 250 millones de euros. Para que nadie la pague, evidentemente. Dudo que esos aficionados vieran con buenos ojos que Leo se pudiera ir en cualquier momento por unos 30 millones. Las cláusulas existen para disuadir... o para tentar.
Valdés, Zubi, Tito y Thiago Silva
Dice Rosell que desconoce el precio de Thiago Silva, pero que su ficha es altísima y generaría problemas en el vestuario blaugrana. Torpeza de mandatario novel. Un presidente no puede ir por ahí anunciando que sabe cuánto gana un futbolista al que pretende, pues ese reconocimiento implica la confesión pública de haber tratado con él. Y tratar asuntos de contratos con jugadores de otros equipos está prohibido. Sobre todo cuando no te has dignado a hablar con el club que posee sus derechos federativos, léase el PSG.Valdés continuará una temporada más en el Barça, anuncia Sandro Rosell. Y se congratula por ello. "Estoy muy feliz", explica parafraseando a Neymar. Omite, por supuesto, que Víctor Valdés se irá gratis en el verano de 2014. Decisión buena para todas las partes (Tito lo prefiere, Víctor lo prefiere, el club lo prefiere), pero con un evidente aspecto negativo que la directiva procura callar: la ganancia cesante por su no traspaso.
"Todas las decisiones de Zubi están consensuadas con Tito", afirma el presidente del Barça. Pero su entrenador, Tito Vilanova, viene insinuando lo contrario, hasta el punto de que no hace mucho llegó a decir: "A mí me dan una plantilla y yo la entreno". E incluso añadió: "Yo no tengo que saber de cláusulas como la de Thiago, ése no es mi trabajo". Toma, la patata caliente para ti. Y al final el culé medio no se entera de quién toma las decisiones.No todo es malo, ni mucho menos, en Sandro Rosell. "Tolerancia cero con la violencia", proclama. Y pide perdón, un poco al socaire, por los errores que hubiera podido cometer al respecto de la dichosa grada de animación. Ya es noticia que un político pida perdón por algo, aunque sea una nimiedad. Téngaselo usted en cuenta, querido lector. Recuerde que Rosell es, antes que ninguna otra cosa, un tipo poderoso que hará lo que estime necesario con tal de continuar siéndolo.
Y otro día hablamos de la herencia de Guardiola.
Y de aquella promesa solemne, la de no hacer política desde el club, que cayó en agua de borrajas.
Y del modelo de cantera. Y del Barça B.
Y por supuesto de Éric Abidal. Menuda incongruencia ésta.
Escribe para 'El Chut': @sergiomguti
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