Pon una elíptica en tu vida

--> Eres un poco perezoso, reconozcámoslo. O quizá no, pero apenas dispones de tiempo para ir al gimnasio. Arrastras demasiadas obligaciones en casa, con la pareja, con los estudios o con los hijos. Te gustan tus cuatro paredes, tu ambiente, tu aire acondicionado y los aparatos electrónicos con los que te entretienes. Afuera siempre hace demasiado frío, o demasiado calor, o está demasiado oscuro, o brilla más de la cuenta el sol, o hay mogollón de gente, o no están los tuyos. Qué demonios, a ti siempre te ha gustado hacer las cosas en la intimidad. Porque como en casa en ningún sitio, no se hable más. Puede que por eso dejaras de practicar deporte en tiempos inmemoriales. Y ahora sabes que lo necesitas, que sería bueno para tu salud y para tu aspecto, y que mejoraría tu calidad de vida. Pero prefieres comprar por Internet algún instrumento que te ayude a conservar la figura sin necesidad de someterte a escrutinio público. Tu solución se llama máquina elíptica.

Un artículo de El Chut.
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Un ejercicio apropiado en la máquina elíptica ayuda a mantener la condición cardiovascular.

Las ventajas de una máquina elíptica

1.- Sencillo uso: No tendrás problemas. En lo que al usuario respecta, una máquina elíptica tiene menos misterio que el mecanismo de un botijo. Sitúa las manos en los agarres (normalmente, y según el modelo, dispondrás de dos posiciones). Colócate sobre los reposapiés. Elige el programa o el modo de medición del esfuerzo... ¡Y empieza sin más!

2.- Trabajo cardiovascular: Sea cual sea tu nivel, la máquina elíptica te permitirá sudar lo que debes sudar desde el primer instante, controlando el gasto energético y regulando de modo natural los esfuerzos. Siempre a tu ritmo, eso es lo importante.

3.- Autocontrol: La máquina elíptica no te va a exigir más que de lo que puedas ofrecer. Serás tú quien controle el entrenamiento en todo momento. El software te propondrá diferentes opciones, pero en cada una de ellas gozarás de total libertad para adaptar tanto tu ritmo de pasos por minuto como la resistencia del mecanismo.

Sudarás como un pollo hasta que te falte el resuello, quemando calorías como si tuvieras un lanzallamas, o te darás poco más que un paseo. De ti depende, en función de tus objetivos, de tus ganas y, por supuesto, de tu condición física.

4.- Grupos musculares: A diferencia de otros aparatos de gimnasia activa para el hogar (cinta de correr, bicicleta estática), en la máquina elíptica trabajan también los grupos musculares del torso, la espalda y las extremidades superiores. Sólo una máquina de remo garantizaría un mejor reparto muscular de la carga de trabajo y una similar eficiencia en términos de tiempo invertido y resultados obtenidos.

5.- Impacto limitado: Tus articulaciones sufrirán poco. Codos y rodillas efectuarán movimientos acompasados y en ningún momento soportarán brusquedades o cargas de peso desproporcionadas. El ejercicio físico en la máquina elíptica es particularmente delicado para esas zonas del cuerpo, tan sensibles sobre todo para deportistas noveles.

6.- Espacio: Cualquier aparato de gimasia para interior se antoja un cacharro de proporciones gigantescas. Las máquinas elípticas sin duda lo son, al menos para quien no disfrute un excedente de metros cuadrados. Pero con el tiempo se van restringiendo sus dimensiones. Las más avanzadas incluso pueden plegarse. En cualquier caso, lo suyo es no hacerlo, tenerla instalada en un lugar fijo de la vivienda, dispuesta para la sesión de cada mañana.

Hoy día se pueden conseguir buenas máquinas elípticas de apenas 125 centímetros de longitud por 70 escasos de anchura.

7.- Bajo consumo eléctrico: Muy inferior al de otros aparatos de alimentados por la red eléctrica. La energía relevante en la máquina elíptica son tus piernas. Y tus brazos, no lo olvides.

8.- Precio asequible: Quizá no al alcance de todos los bolsillos hoy día, pero hacerse con una máquina elíptica de cierta calidad por menos de 300 euros es posible. Las elípticas baratas mantienen unas prestaciones elevadas en relación con las cintas de correr o las bicicletas estáticas de menor precio. Piensa que 300 euros pueden equivaler a seis mensualidades de cualquier gimnasio. Por supuesto, también te puedes gastar una fortuna en la mejor máquina elíptica del mercado.

9.- ¡Es divertido!: O al menos no es más aburrido que correr en una cinta o pedalear sobre una bicicleta estática.

10.- Harás deporte: Si lo haces bien, si programas correctamente tus sesiones (siguiendo, por ejemplo, nuestros diez consejos para empezar a practicar deporte), si te hidratas como es debido y avanzas poco a poco, notarás enseguida los beneficios. ¿A qué esperas para empezar?

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