--> “El tiempo acaba poniendo a cada uno en su lugar”. Siguiendo este antiguo proverbio, Villa ha vuelto al lugar que le corresponde y que nunca debió abandonar. Para empezar este artículo debemos situarnos en el Mundial de Clubes de 2012. El Barça, campeón de la Champions, partía como claro favorito (ganó aquel torneo en una brillante final contra el Santos de Neymar, con el novedoso 3-7-0 de Guardiola). En semifinales, el guaje se desmarcó. El balón voló sobre su cabeza, estiró la pierna para controlarlo, y al apoyarla otra vez en el suelo ésta falló. Partió por la mitad su tibia. Muchos temían que eso pasaría: el hueso estaba desgastado, faltaba la fractura para poder operar.
Seguir a @quincevidasDavid Villa, celebrando con la Roja un gol contra Portugal. Octavos de final del Mundial 2010. Sudáfrica. |
Aun así, dolió. Su cara decía un “ya está, ya pasó, ahora, a
operarse”, pero su corazón se rompía en mil pedazos, y por qué no, el nuestro
también. Desde sus inicios aprendió el valor del esfuerzo, el trabajo, la
humildad… De familia minera, mamó desde la cuna todos estos valores. Una
fractura cuando era apenas un niño estuvo a punto de retirarlo. Lo que nos
habríamos perdido… Aunque gracias a aquello, mejoró su habilidad con las dos
piernas. Hoy, David es el máximo goleador histórico de la selección española, y
a sus 31 años todavía parecen quedarle unos cuántos más para aumentar su margen.
Por fin recuperó la titularidad en el Barça, y parece que sucederá lo mismo con la selección.
Tras tantos meses inactivo, su vuelta al verde fue inmejorable. Aprovechó
los minutos que le daban para meter goles. Después pasó lo de siempre, dejó de
jugar en algunos partidos donde se necesitaba a la gente al 100%, y él no lo
estaba. Es ventajista decir, vistos los resultados, que Villa habría sido útil… Hubo quien afirmó que se llevaba mal con Messi, con Tito… Dijeron eso
los mismos que ahora aplauden sus abrazos con el astro argentino (en el último
partido liguero contra el Rayo, los tres goles culés surgen de la asociación entre ambos jugadores).
Ahora ha recuperado el puesto haciendo lo que mejor sabe, meter goles.
Hay que destacar la honestidad de Villa, que renunció a la convocatoria de la selección en verano por no estar disponible, y también la enorme
gentileza de don Vicente del Bosque, que lo convocó tan pronto como pudo para dejar
claro que el guaje es su 9. En España, así juega. Partiendo siempre desde la
banda, sus diagonales dejan un caramelo en forma de espacio que el goloso Alba
sabe recoger, y aprovechar. Tras años en el Valencia, se entienden a las mil
maravillas. Cuando cae Andrés, la banda izquierda española es de las mejores
del mundo: velocidad endiablada, calidad y técnica exquisitas, y una
definición de primer nivel. Gran parte del juego español se vuelca en ese
costado, y no es para menos.
Necesidad mutua
España necesita a Villa tanto como Villa a España. El 7 sabe que en la
selección el gol lleva su nombre. Lo sabe él, y lo asumen sus compañeros. Con
un Torres que no entró en la convocatoria por su bajo nivel de forma, ni
Soldado ni Negredo llegan a ser medio Villa. Es presumible su regreso a la titularidad en los días más importantes,
juntando a los “bajitos” detrás. Andrés, Silva, Mata, Cazorla… Cualquiera de
ellos puede llevar la batuta: sus asociaciones con Villa darán la
posibilidad de victoria a España.
Así se ganaron dos Eurocopas y un Mundial. Así se va a intentar ganar otra vez el mayor título a nivel de selecciones.
En el Barça
Diferente será su papel tras el parón de las selecciones. En el Barça
es el segundo máximo goleador, tras un Messi apabullante que parece querer
burlar todas las estadísticas. Quizás alguien debería crear unas estadísticas pre y post Messi. El
argentino no debería contar… Villa, en el Barça, ocupa otro rol, el de abrir espacios para que Messi los ocupe; dicho de otra forma, su función es
facilitar el trabajo a Messi, que es el puntal ofensivo. En un rol tan
contrario, Villa parece haber encontrado acomodo, y haber entendido que junto a Leo ambos se pueden hartar a meter goles.
Tras un tiempo en la oscuridad, el guaje vuelve a brillar con la máxima
intensidad. La selección siempre le saca sonrisas, y en el Barça está logrando
ser feliz otra vez. No debemos olvidar la última Champions ganada por el conjunto
catalán, en la que Villa tuvo un importante papel con aquel gol al Manchester
United. Se está ganando la renovación a pulso, a pesar de que sabe que los años
pesan. Su duda es si estará en dos o tres temporadas para ser titular allí, o si se
verá relegado al banquillo. En este último caso, decidirá marchar. A ningún
jugador le gusta ver los partidos desde el banco, y a Villa menos. Tras todo
lo que luchó por jugar, no va a querer parar.
Con la Roja dispone de otra oportunidad para demostrar que su nivel sigue
intacto, o superior. España es menos España sin él.
Escribe para 'El Chut': @quincevidas (Diego García) (Pinche aquí para leer otros artículos de @quincevidas)
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Pues nose, no le veo muy fino, la verdad. Creo que ya no volverá a ser el mismo. Si tuviera que apostarme algo, diría que en verano se irá del Barça y que si lo convocan para el mundial '14 será un logro increible.
ResponderEliminarEn cambio Alexis, al que todos critican, si le veo futuro en este Barça. Le da 1000 vueltas al guaje...
En definición cara a puerta el Barça no tiene otro como Villa.. Diría que solo es superado por Messi. Por lo tanto, cuando está Messi, Villa no "hace tanta falta". Pero ante la ausencia del 10 argentino, el único goleador nato es el guaje. A partir de aquí podemos entrar a debate de si el Barça sabe o no jugar con Villa... Cosa que se demuestra que no. Alexis aporta otras muchas cosas, pero su temporada más goleadora en el Udinense fue de 12 goles... un bagaje muy muy pobre si se es un delantero de nivel.
ResponderEliminarDicho esto, soy muy de Alexis, y opino que debería ser titular siempre. Pero de ahí a que le de mil vueltas...
Y dudo que pierda su sitio en la selección, al igual que Casillas, es un estandarte. Juegue o no juegue irá. Seguro.