Roland Garros contra el aficionado al tenis

--> Durante las dos jornadas de martes y miércoles en las que se han disputado los cuartos de final en Roland Garros han sido frecuentes las respuestas que he tenido que realizar durante las transmisiones para aclarar a los espectadores de Eurosport España las preguntas que llegaban a través de las redes sociales. Los aficionados demandaban información sobre la causa por la que este año también se han programado a la vez los partidos de forma simultánea en las dos pistas principales.

Un artículo de Fernando Gómez (@fgomezsaez).
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Señal de la pista Philippe Chatrier en Roland Garros. Eurosport Player.

     Como es nuestra obligación, en la respuesta dijimos la verdad. El motivo es económico. Al hacerlo así se puede rentabilizar la venta de entradas a razón de 10.000 más en cada jornada (es el aforo de la pista Suzanne Lenglen). Vender 4 sesiones completas para solo 8 encuentros no está mal, pues en principio ni siquiera se programaron duelos de dobles como acompañamiento. La organización llega a decir que es una forma de ampliar el número de aficionados que pueden ver los partidos en directo. Y razón no le falta, pues desde el primero de los tres domingos están todas las entradas vendidas. Esto es así siempre. 

El pequeño baile de cifras en torno al número total de asistentes de cada jornada, que se suele comparar con los mismos días del año anterior, es debido al mayor o menor número de aficionados que asisten con pases a las pistas que no son ninguna de las tres consideradas centrales, las conocidas como pistas anexas. Estos pases permiten desplazarse de unas a otras y su número puede variar cada día en función de la demanda y otros intereses del torneo, sin la limitación de una cantidad tasada de localidades como ocurre en las canchas con asientos numerados.

El aficionado al tenis

     Lo cierto es que este desplazamiento de los partidos a dos canchas de juego simultáneamente no favorece en ningún sentido los intereses de los que se disponen a presenciar los choques por televisión o Internet desde cualquier rincón del mundo. Las operadoras audiovisuales ya han hecho un alto desembolso económico por la adquisición de unos derechos de emisión cuyo montante sigue subiendo, y ahora se encuentran con que no les dejan el más mínimo margen de maniobra ante dicha eventualidad.

     A esto se añade el hecho de que a los intereses de los organizadores, los emisores de la señal y de los aficionados al tenis, se unen los de los propios protagonistas. Este año, debido a las perturbaciones de la lluvia durante la primera semana, ha aumentado la susceptibilidad sobre el acierto a la hora de programar los encuentros, pues no todos los rivales han tenido siempre un tiempo de descanso similar antes de afrontar la siguiente ronda. 

Es decir, que ni siquiera ha habido forma de intercalar de algún modo el orden entre encuentros masculinos y femeninos en las jornadas de martes y miércoles. En las primeras rondas el cuidado es máximo, por ejemplo para que no coincidan en el tiempo Roger Federer, Rafa Nadal o Novak Djokovic y en la tarde del miércoles, los dos últimos jugaron a la vez.

     Son muchos los intereses que entran en juego. Roland Garros ha incrementado este año un 21% los premios para los jugadores, Wimbledon llega a un escandaloso 40%. Los que juegan y los que organizan viven momentos felices, no tanto las televisiones y los aficionados. Convendría que los que ahora más sonríen no se alejasen tanto de la realidad social en la que viven. Quizás no se vean los efectos a corto plazo, pero está claro que los errores y la avaricia en algún momento terminan pasando factura. Así ha sucedido la mayoría de las veces en el tenis, en el deporte y en la vida misma.

Escribe para 'El Chut': Fernando Gómez (@fgomezsaez)
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