"" El Uruguay de Tabárez o el sudor del caníbal ~ El Chut <br> Expertos deportivos

"Que quien se calla cuanto me callé
no se podrá morir sin decirlo todo.".

José Saramago.

11 septiembre 2013

El Uruguay de Tabárez o el sudor del caníbal

--> Las eliminatorias mundialistas son, simplemente, otra historia. La irregular periodicidad de los partidos oficiales, siempre salpicados por amistosos de mayor o menor conveniencia deportiva (la económica se presupone), ayuda a multiplicar la importancia del resultado por encima de otros factores como el nivel técnico o el ranking FIFA. Valga como ejemplo de esto último la sorprendente eliminación de Uzbekistán -semifinalista de la última Copa Asiática y una 'outsider' a la que tener en cuenta hasta ese momento- ante Jordania en una eterna tanda de penaltis en su propia casa.

Un artículo de Agustín Galán.

Edinson Cavani celebra el 1-0 ante Colombia. Fotografía: Asociación Uruguaya de Fútbol

--> En Sudamérica, la liguilla única para obtener los cupos al Mundial convierte las eliminatorias en un acto caníbal de casi tres años de duración. El factor cancha, mucho más acentuado en esta región que en Europa, es esencial y los partidos no se ganan en virtud del número de jugadores talentosos que se pongan en el once; sino que se maduran, se sufren, se lloran y, si los condicionantes están del lado propio, se suman tres puntos que restar al calvario que supone, en este caso, llegar a Bras

Favoritismo inservible

--> El Centenario de Montevideo, escenario místico donde los haya del fútbol mundial, se vistió sus mejores galas en la noche del martes para recibir a Colombia. Los cafeteros, con José Pékerman al mando, han formado una pequeña constelación de jugadores capaces de mirar a la cara sin sonrojarse a la generación del 94, y su buen desempeño les había llevado hasta el coliderato -junto a Argentina- y al favoritismo en cada partido que disputaran.
El anfitrión, Óscar Tabárez, no es conocido como 'El Maestro' en vano, y no se dejó amilanar por la presencia de James, Teo, Falcao o Guarín en el once colombiano
--> Su equipo, también con figuras de primer orden como Luis Suárez o Cavani, no es nada sin el trabajo colectivo, donde brillan jugadores del corte de Maxi Pereira o Arévalo Ríos. Para vestir la Celeste, primero tiene que aparecer el sudor, y si sobra tiempo, la magia.

El sudor con el que Uruguay anuló a Colombia en los primeros minutos dejó paso a embestidas toscas y sin brillo que apenas hacían percibir que el control del partido no era del gran favorito, sino del equipo que venía de atrás en la clasificación.
La espada se cierne sobre Uruguay, semifinalista en el último Mundial, y ese miedo se convierte en hambre cuando se trata de sumar los puntos que otras selecciones supieron cosechar antes que ella.
La negociación celeste con el ritmo del partido fue tan sibilina que, al término de una primera parte insulsa en términos productivos, su dominio de la situación ya era total.

 --> El sometimiento del rival puede tentar a los entrenadores a apostar por jugadores de perfil más técnico para rematarlo, pero Óscar Tabárez sabía que Colombia estaba viva y apostó por dos nuevos obreros tras el intermedio: Walter Gargano y Christian Stuani -recuperado para la causa tras descubrir Javier Aguirre su aportación en banda derecha en el Espanyol-. Si Falcao ya estaba desactivado enmarañado entre la inédita pareja de centrales formada por Giménez y Scotti, la presencia de Gargano y Ríos unos metros por detrás de él terminaron por desquiciarlo y sacarlo del partido.

Para entonces, Pékerman se había hecho a la idea de que no era la noche para pescar en el Centenario, y el empate a domicilio -siempre positivo en Sudamérica- se perfilaba como el botín ideal, pero el partido no se detuvo ahí. Un balón caído del cielo -enviado por Maxi Pereira como bien podría haber venido de cualquier otro compañero al azar- cayó en el área de Ospina, territorio donde el Matador Cavani es catedrático. El grito del Centenario valía un Mundial, así como el gol de la nueva estrella del PSG, artífice final de una obra maestra de trabajo colectivo que terminó dio sus frutos por pura inercia del sufrimiento.

Stuani puso aún más ventaja aprovechando la bajada de brazos de la zaga colombiana, y Montevideo celebró con júbilo no una victoria, sino tres puntos más en su particular calvario, que solo culminará con la clasificación a Brasil. Este espinoso camino tiene como próxima estación Quito, donde Ecuador, igualada a puntos con Uruguay, volverá a poner a prueba las dotes negociadoras de Tabárez con el sufrimiento. El que caiga derrotado, a su vez, tendrá que fijarse seriamente en Venezuela, observando detenidamente desde un segundo plano, afilando el cuchillo para hacerse con la quinta plaza.

Cuando el canibalismo futbolístico de Sudamérica llegue a su fin, aún quedará el epílogo con Jordania, y visto lo visto en Tashkent, la clasificación no será fácil en una repesca a ida y vuelta en la que nada de lo hecho hasta entonces tendrá validez, nada más que la habilidad en el cara a cara ante un rival sin nada que perder.


Escribe para 'El Chut': @Agustin_Galán, periodista de Eurosport España.

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3 comentarios:

  1. Una pregunta siempre me surgió... ¿En la fase de clasificación sudamericana para el Mundial, cuántos equipos europeos ganarían partidos de forma sencilla? ¿No crees que es más complicada? Que un equipo "pequeño" allí te puede complicar más que uno pequeño aquí... Al menos esa es mi apreciación.

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    1. Agus te dirá, pero está claro que el factor campo resulta determinante en muchos países en el grupo sudamericano...

      Otra cosa es un Mundial, en campo neutral y con condiciones más "europeas".

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    2. La pregunta va encaminada a... ¿Cuántas selecciones TOP europeas ganarían en Bolivia, Perú...? Con las condiciones que hay, claro está... Me parece un debate interesante.

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