"" Reflexiones sobre la decepción olímpica ~ El Chut <br> Expertos deportivos

"Que quien se calla cuanto me callé
no se podrá morir sin decirlo todo.".

José Saramago.

11 septiembre 2013

Reflexiones sobre la decepción olímpica

--> Han pasado varios días desde que Tokio fuera designada sede de los Juegos Olímpicos de 2020. La tercera vez consecutiva que Madrid se fue de vacío. Por más vueltas y explicaciones racionales que tratemos de encontrar a la derrota madrileña (recesión económica y altos niveles de desempleo, imagen negativa del dopaje, corrupción…), lo cierto es que al final ha dado la impresión de que la decisión estaba tomada antes de la Sesión de Buenos Aires: los miembros del COI han aplicado la rotación continental, los Juegos tocaban en Asia y había una candidata de ese continente muy fiable, donde se podía hacer un gran negocio. De otra manera no se explica la paliza de Tokio a Estambul y Madrid. 

Un artículo de Rafa García (@rafarcia03).

Jacques Rogge, expresidente del COI, desvela el nombre de la ciudad que organizará los Juegos de 2020.
           
4 años son muchos
            O al menos eso cabe pensar viendo la evolución de las candidaturas de Tokio para 2016 y 2020. La capital japonesa ha pasado de recibir 22 votos en primera ronda para la elección de 2016 a 42 votos para 2020. Es decir, ha crecido casi un 100% en apenas 4 años (de Copenhague 2009 a Buenos Aires 2013).
            Vale que para los Juegos de 2016 había 4 candidatas (además de Tokio, Madrid, Río de Janeiro y Chicago) y para los de 2020 eran 3, por lo que se podría pensar que para 2016 los votos estuvieron más repartidos, pero aun así el espectacular crecimiento nipón constata aún más la teoría de la rotación continental a favor de Asia.

            No llegar ni a la final
            En los días previos a la elección, a nadie de Madrid 2020 le entraba en la cabeza que Madrid no se clasificara para la final. Si para los Juegos de 2012 Madrid ocupó la tercera posición entre 5 ciudades candidatas y para los Juegos de 2016 fue finalista, ahora tenía que entrar en la final sí o sí.
Era impensable que cayera en primera ronda. Podría ser que perdiera la final contra Tokio pero nunca sucumbir ante Estambul. Pues sucedió. Esa situación dejó una sensación mayor de fracaso.  

La barrera de los 30 votos
En sus 3 intentos olímpicos consecutivos, Madrid nunca ha sido capaz de alcanzar 30 votos en primera ronda. Para 2012 se quedó en 20 sufragios, para 2016 en 28 y para 2020 en 26. O sea, que en teoría la acumulación de experiencias, haber mejorado el proyecto y haber hecho más “lobby” internacional durante más tiempo de poco o nada ha servido en la hora de la verdad.

Idoneidad de las 3 candidaturas
A toro pasado hay que preguntarse si Madrid ha acertado presentándose a las tres candidaturas de forma consecutiva o debería haber descansado en 2016 ó 2020 como parte de su estrategia. Fue un grave error presentarse para 2016 (era prácticamente imposible que se celebraran en Europa dos Juegos de forma consecutiva) y para 2020 resulta más discutible (pese a la sensación desde los primeros meses de competición de que el COI los quería en Asia).
De lo que no hay duda es de quienes tomaron la decisión, tuvieron la última palabra, para que Madrid entrara en la carrera olímpica en las 3 ocasiones. Para 2012 fue José María Álvarez del Manzano (Madrid 2012 echó a andar antes de las elecciones municipales de 2003) y para 2016 y 2020, Alberto Ruiz-Gallardón. Ambos eran alcaldes de Madrid por muchas consultas que hicieran.
En cuanto a Madrid 2020, previendo su salto a la política nacional, Gallardón decidió tras las elecciones municipales de 2011 que la presidencia recayera en el COE (Alejandro Blanco es quien se ha hecho cargo de todo el equipo de Madrid 2020), no en la Alcaldía. Se puede decir que Ana Botella se encontró el marrón, no fue quien tomó la decisión de que Madrid volviera a pelear por los Juegos. Otra cosa es que la alcaldesa hubiera decidido abandonar la carrera olímpica en mitad de la candidatura como hizo Roma alegando problemas económicos.

Los Juegos Olímpicos de 2024
¿Debe Madrid presentarse a los Juegos Olímpicos de 2024 por cuarta vez consecutiva? No hay una respuesta clara. Es tiempo de reflexión. No hay que precipitarse. Hasta dentro de dos años no habría que tomar una decisión definitiva ni crear la candidatura (la votación para 2024 será en 2017) y entre medias hay elecciones municipales en mayo de 2015.
El apoyo popular, al menos hasta ahora, es casi unánime por parte de todos los españoles y es difícil que en apenas dos años ese apoyo se reduzca notablemente, sobre todo cuando los ciudadanos ven en el sueño olímpico el posible gran estímulo para salir de la crisis económica (no hace falta más que ver cómo estaban los aledaños de la Puerta de Alcalá el pasado sábado, con muchos más madrileños que en la Plaza Mayor para 2012 y en la Plaza de Oriente para 2016).
También es conveniente dejar que otras ciudades se muevan, saber los posibles rivales. Todo hacer indicar que los Juegos de 2024 serán en Europa (salvo que haya una candidatura africana fiable, cosa poco probable) y que París, Roma y Berlín podrían estar interesados.
Si Madrid quiere esos Juegos tendría que competir con determinación contra ellos, contra las capitales de los países más importantes de la zona euro, ir a por todas, como se comportó para los de 2012 ante Londres y París (estuvo bien cerca de dar la campanada).
Si no se compite con convencimiento (ni con recursos potentes) es mejor no presentarse. Y si se piensa que va a ser imposible derrotar a Berlín con el alemán Thomas Bach como presidente del COI, es mejor quedarse en casa.


Escribe para 'El Chut': @rafarcia03

Pinche aquí para consultar otros artículos de Rafa García.
Rafa García es jefe de Prensa de Marisol Casado (miembro español del COI) y experto en periodismo olímpico.


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3 comentarios:

  1. Hombre, apoyo popular casi unánime... Baste echar un vistazo a las redes sociales para darse cuenta de que no es así.

    Sin consulta popular, no puede haber otra candidatura.

    Es más, no puede haber otra candidatura: la situación económica no lo permite.

    Las tres candidaturas han gastado más de 8.000 millones de euros. Dilapidados para nada.

    Con ocho mil millones de euros de inversión pública podríamos haber bajado tres décimas de paro.
    No es populismo: es la verdad.

    Los Juegos no son un negocio para la ciudad que los organiza. Son una pesadilla, se transforman en deuda a largo plazo.

    Los Juegos Olímpicos sólo son un negocio para el COI y, durante unos pocos años, para dos tres peces gordos de la construcción.

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  2. Sergi, en ese caso, no habría ninguna gran ciudad en todo el mundo que se presentara para organizar los Juegos Olímpicos. En los últimos 20 años (desde Barcelona'92) se han presentado como candidatas las ciudades (normalmente capitales) más importantes de cualquier continente. Algo tendrán los Juegos, que todo el mundo los quiere. El mundo mundial no puede estar equivocado.

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    1. Intereses políticos... A Estambul le interesan los Juegos porque a Turquía le interesa entrar en el primer mundo. Igual que a Brasil. Tokio es esclava de sus facciones, de una oligarquía financiera que saldría beneficiada... Y así con todos.

      Que los oligarcas se apunten no quiere decir que los Juegos sean buenos para la gente. Ignacio González volvió de Buenos Aires en el avión de Florentino Pérez...

      Eso es lo que tienen los Juegos.

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