Cómo será el fútbol sin Xavi Hernández

--> Un día ocurrirá. Porque nada es eterno y porque era mentira aquello de la circularidad de la historia. Es duro imaginarlo, más difícil aún escribirlo, pero un día Xavi Hernández abandonará los campos de fútbol. Y no volverá. Y no existirá nadie siquiera remotamente parecido. Xavi se irá y entonces qué será de nosotros. Cuánto lo añoraremos. Cuán pobre nos parecerá este juego sin su sentido de la orientación, sin sus movimientos pausados, sin su precisión exquisita, sin esa eterna décima de segundo de anticipación al rival. 

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Xavi Hernández, dispuesto a botar una falta con la camiseta de la Roja.

--> La historia: ¿Y si Xavi Hernández no hubiera existido? Otros futbolistas habrían brillado, otros habrían impuesto su estilo, habrían marcado igualmente una época. Y ahora el fútbol continuaría siendo el mayor espectáculo del mundo, aunque quizá no habría alcanzado tanta exquisitez. Porque la aportación de Xavi a este deporte está infravalorada. El chico de Terrassa es el máximo y mejor representante de una generación de profesionales que lo ha ganado todo para el Barça y para la Roja. Xavi fue un muy buen futbolista durante años.

Pero sólo obtuvo reconocimiento internacional cuando se convirtió en el protagonista del juego, cuando Luis Aragonés lo nombró jefe absoluto, cuando Guardiola le dio la pelota. Para que tú nos muevas, le dijeron.

--> La bisagra (I): Xavi era un cuatro. Un cuatro de los que ya entonces crecían en Barcelona como setas en temporada de lluvia. Era un cuatro de los que se situaban por delante de la defensa e iniciaban el juego del equipo. Aquéllos eran otros tiempos. Los centrales solían desempeñarse como tarugos. Y a los atacantes se les presumía bien rapidez o bien potencia. El pequeño Hernández no encajaba en ninguno de esos perfiles. Pero van Gaal ya comprendió que los centrocampistas inteligentes habrían de cambiar la historia del fútbol. Y lo puso a jugar.

Xavi salvó el pescuezo de su técnico con un gol imposible en Valladolid. El Barça remontó y ganó aquella Liga del '99. Guardiola ya tenía heredero. 

--> La bisagra (II): Xavi, en efecto, era un cuatro. El mejor de todos, pero un simple cuatro creativo, un organizador, la correa de transmisión de una estructura con piezas mucho más relevantes. Él estaba donde le pedían, ésa era su función. Otros más arriba decidían. Xavi era bisagra en el juego y también en la tradición del club. Porque sin Xavi se habría roto la serie temporal que une a futbolistas tan parecidos y tan dispares como Guardiola, el propio Hernández, Iniesta, Busquets, Sergi Roberto, Sergi Samper.

 --> El '4' y el '8': Tanto Xavi como Pep presumían que aquel chiquillo paliducho que venía detrás, aquel manchego diminuto llamado Andrés Iniesta, había de retirarlos a ambos. Nadie imagina hoy a Andrés jugando en el puesto de Busquets, el puesto del cuatro. Salvo circunstancias extremas, nadie plantea tampoco que lo haga el propio Xavi. Los centrocampistas creativos del Barça verdaderamente han revolucionado el fútbol.

Xavi será recordado como un ocho fabuloso, como el mejor centrocampista organizador de la década de los centrocampistas organizadores. Cuando adelantó su posición en el campo, el juego avanzó con él.

--> El futuro (I): Pese a que La Masia continúa fabricando proyectos de clones de Xavi Hernández, ninguno se le ha terminado de parecer. Ni por asomo. Ni de lejos. Nadie con su habilidad para quebrar sin balón, nadie con su facilidad para conducir un partido. Él es el estilo. Cuando se retire, la Roja continuará jugando con futbolistas pequeños y de toque, pero perderá el control del tinglado, perderá el ritmo. Cuando se retire, cuando dispute su último partido con el Barça, ni Thiago, ni Cesc, ni Iniesta, ni Sergi Roberto habrán aprendido a moverse como él.

--> El futuro (II): Tenía razón Johan Cruyff cuando afirmó que Guardiola, Xavi e Iniesta no habrían podido triunfar en otro equipo. No al menos en sus inicios, pues jamás habrían tenido la oportunidad de mostrar sus enormes virtudes. Tenía razón también Pep al asegurar que Xavi es infinitamente mejor futbolista de lo que jamás llegó a ser él. En el futuro veremos a muchas estrellas que cambiarán este deporte. De hecho, jamás habíamos visto a un Cristiano Ronaldo. Jamás habíamos soñado siquiera el alumbramiento de un Lionel Messi. Pero quién pondrá pausa a tanto genio individual. Quién impondrá el estilo. Quién ordenará un fútbol tan desmadrado como el del siglo XXI.

Escribe para 'El Chut': @sergiomguti
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