--> Ya está. El Barça es el campeón de Liga 2012-2013. Felicidades a la plantilla y a los culés de bien. Felicidades sobre todo a Lionel Messi, hacedor máximo del título. Felicidades también al imprescindible Busquets, el equilibrio de un equipo por momentos desequilibrado. Enhorabuena, sin duda, a la primera mitad de la temporada de Cesc Fàbregas, pieza clave en el cambio de estilo del Barça posterior a Pep. Congratulaciones para un excelente Víctor Valdés y para el majestuoso Andrés Iniesta. Alegría y cava para todos, pues no es sencillo derrotar al gran rival madridista. Celébrese el campeonato como el campeonato se merece. Y comience enseguida la reflexión colectiva, porque la próxima temporada han de cambiar muchas cosas en Can Barça. Ésta es la breve historia de una Liga ganada por el F.C. Barcelona.
Un artículo de Sergio M. Gutiérrez.Seguir a @sergiomguti
Mosaico en el Camp Nou. Foto: borkur.net |
--> Optimismo y dudas en los inicios (I): Hay dos teorías sobre este Barça 2012-13. La primera loa las virtudes directivas de Tito Vilanova, pues supo impulsar la transformación táctica necesaria para que el Barça dejara de atorarse frente a los rivales cerrados que tanto habían incomodado a Pep. La segunda línea interpretativa asegura que, más allá de dibujos sobre la pizarra, los jugadores se liberaron sin la presencia admonitoria de Guardiola (obseso de los detalles, exigente para algunos en exceso), de tal manera que esa ligereza y ese optimismo los catapultaron hasta completar una primera vuelta jamás vista (55 de 57 puntos posibles).
--> Optimismo y dudas en los inicios (II): Puyol anota el primer gol de la Liga. Messi, los dos siguientes. En un cuarto de hora, los de Tito ya vencen por 3-0 a la Real Sociedad. Todo parece ir sobre ruedas. Sólo un error de Valdés evita una merecida goleada al Real Madrid en la ida de la Supercopa. Pero en la segunda jornada del campeonato el Barça visita Pamplona, y allí emergen todos los defectos del sistema Tito. Sin Xavi, el Barça es un equipo demasiado largo, los centrales están vendidos y los extremos (muy abiertos) carecen de apoyos. Los espacios resultan contraproducentes cuando los centrocampista blaugranas no están pletóricos en lo físico. Los cambios del entrenador revolucionan el partido, casi más por acumulación que siguiendo una lógica prefigurada. El Barça remonta, derrota a Osasuna por 1-2.
--> Caída en picado desde finales de enero: La fórmula Tito estaba amortizada: el Barça tenía la Liga encarrilada. Pero el miedo a la remontada del Real Madrid se instaló en la gestión de los recursos. Tito insistió en sus jugadores titulares y postergó a los jóvenes, y exprimió con ello las posibilidades de una plantilla cada vez más asfixiada. Para colmo, Cesc desapareció de los partidos, siguiendo el patrón de la temporada anterior. El Barça empezó a sostenerse gracias al genio incomparable de Messi, pero ese genio empezó a no ser suficiente.
Pero la Liga está en las vitrinas del Barça. Y no era nada fácil conseguirla.
--> Optimismo y dudas en los inicios (II): Puyol anota el primer gol de la Liga. Messi, los dos siguientes. En un cuarto de hora, los de Tito ya vencen por 3-0 a la Real Sociedad. Todo parece ir sobre ruedas. Sólo un error de Valdés evita una merecida goleada al Real Madrid en la ida de la Supercopa. Pero en la segunda jornada del campeonato el Barça visita Pamplona, y allí emergen todos los defectos del sistema Tito. Sin Xavi, el Barça es un equipo demasiado largo, los centrales están vendidos y los extremos (muy abiertos) carecen de apoyos. Los espacios resultan contraproducentes cuando los centrocampista blaugranas no están pletóricos en lo físico. Los cambios del entrenador revolucionan el partido, casi más por acumulación que siguiendo una lógica prefigurada. El Barça remonta, derrota a Osasuna por 1-2.
Pocos días después, el Madrid destroza a pelotazos a los centrales de Vilanova, en una media hora infame en el Bernabéu. La Supercopa está perdida, pero las sensaciones no son del todo pesimistas: el Barça domina a los de Mourinho con un jugador menos, y casi remonta la eliminatoria.
La autodestrucción del Madrid de Mourinho
Ahogado en su propio vómito, así ha acabado el proyecto blanco de Mou. El Real Madrid parecía una caricatura de sí mismo en el inicio de la Liga, una versión apenas remedada y sobre todo inapetente de aquel equipo de los récords que habíamos visto la temporada anterior. Cristiano estaba triste y en el club habían de saber por qué. Hizo bien el Barça en apretar los dientes entonces, en ganar tantos partidos como fuera posible para aumentar la diferencia de puntos que cada vez lo separaba más del gran rival. Forzó Tito la condición física de sus titulares, y lo pagó con creces en la segunda vuelta. No supo echar el freno a tiempo, pensar en la Liga de Campeones, apostar fuerte por las rotaciones cuando las rotaciones se antojaban necesarias.Quizá Vilanova temió al Madrid hasta el último instante. Porque el Madrid reaccionó y realizó una sobresaliente segunda mitad del curso.--> La ausencia del jefe: Tito siempre fue el jefe. Tomó las decisiones en la distancia ayudado por el brazo ejecutor de Jordi Roura. A su vuelta de Nueva York, llegó a expresar sin cortapisas su enfado por el mito de la autogestión del vestuario: "Si es verdad que se autogestionan, lo hacen de cine; porque aciertan todas las alineaciones, todos los cambios; lo hacen todo exactamente como yo lo tengo planificado".
La gestión de los recursos
La suerte hubo de acompañar al mejor equipo del mundo (entonces aún lo era) para ganar todos sus partidos de la primera vuelta, todos menos uno (el empate a dos en el Camp Nou contra un Real Madrid conformista, satisfecho con el resultado). Osasuna, Valencia, Granada, Sevilla, Deportivo, Betis y Atleti fueron desnudando los defectos del nuevo Barça de Tito, pero ninguno llegó a aprovecharlo. Como si de un aviso se tratase, sólo en el primer partido de la segunda vuelta logró la Real Sociedad derrotar al líder de la Liga. Fue una derrota extraña, más actitudinal que azarosa, como si las fuerzas empezaran a fallar en las piernas pero sobre todo en la cabeza de los jugadores.--> Caída en picado desde finales de enero: La fórmula Tito estaba amortizada: el Barça tenía la Liga encarrilada. Pero el miedo a la remontada del Real Madrid se instaló en la gestión de los recursos. Tito insistió en sus jugadores titulares y postergó a los jóvenes, y exprimió con ello las posibilidades de una plantilla cada vez más asfixiada. Para colmo, Cesc desapareció de los partidos, siguiendo el patrón de la temporada anterior. El Barça empezó a sostenerse gracias al genio incomparable de Messi, pero ese genio empezó a no ser suficiente.
Problemas musculares de Xavi. Problemas recurrentes de Adriano. Lesiones a mansalva en la defensa. Puyol decide operarse. Víctor Valdés anuncia de modo extemporáneo que no piensa renovar su contrato con el Barça. Abidal regresa y se queja por no jugar, y exige su renovación ante la ausencia de interlocutores válidos en el club. Alexis pierde la confianza que quizá nunca interiorizó. Villa se desespera porque ni juega ni se ve al nivel exigible para jugar. Pedro pierde la chispa. Tello chupa banquillo (y grada) pese a sus méritos crecientes. Thiago sólo parece servir para dar descanso a los mayores. Los chicos del filial son invisibles para Vilanova. Sergi Roberto experimenta una insólita regresión. Las innumerables lagunas defensivas de Alves no animan a la participación de Montoya, relegado a la condición de tercer lateral izquierdo. ¿Y qué sucede con Marc Bartra? Sobreprotegido, anulado en su identidad de futbolista de primer nivel: Puyol, Piqué, Mascherano, Adriano, Busquets y Song forman en el centro de la zaga antes que él.--> El desenlace: Eliminados en Copa por un Real Madrid superior en el enfrentamiento directo, barridos en Liga de Campeones por un Bayern apabullante, los futbolistas del Barça intentan hacer autocrítica. Con Piqué e Iniesta a la cabeza, son varios los miembros de la plantilla que exigen tomar decisiones, cambiar cosas. Desde la directiva y la dirección técnica se reacciona con soberbia, con tono airado. Tito provoca un absurdo enfrentamiento dialéctico con Gerard Piqué, uno de sus pupilos más queridos. Se hace público el deterioro de la relación entre Vilanova y Guardiola, en parte por inconfesables intereses políticos. El Barça gana la Liga, pero el ambiente queda enrarecido. El equipo llega a mayo agotado en lo físico, en lo mental y (lo que resulta más preocupante) también en lo táctico. Cualquier rival de medio pelo (Granada, Celta, Levante, Athletic) pone contra las cuerdas a un conjunto que hace sólo unos meses manejaba los partidos a su antojo. Se pinta un futuro oscuro. Muchos cuestionan a los veteranos, renovados apenas unos meses atrás. Sabor agridulce por doquier.
Pero la Liga está en las vitrinas del Barça. Y no era nada fácil conseguirla.
Escribe para 'El Chut': @sergiomguti
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Excelso resumen. Enhorabuena.
ResponderEliminarMe hace bastante gracia que los que ahora dicen que "el Tito" no vale para nada, son los que se llenaban la boca hablando de records en diciembre (que por cierto, creo que lo consiguió, el de toda una vuelta sin perder). Así es el fútbol... Da igual que ayer hicieras tres goles por la escuadra maravillosos, si el día siguiente fallas un penalti, si tienes un mal gesto... Ya no tienes buena relación con tus compañeros... Blablabla.
Gracias por poner unos minutos de pausa y por rememorar toda una temporada en unas líneas.