"" Cuando Fernando Torres pudo ser valencianista ~ El Chut <br> Expertos deportivos

"Que quien se calla cuanto me callé
no se podrá morir sin decirlo todo.".

José Saramago.

16 mayo 2013

Cuando Fernando Torres pudo ser valencianista

--> Seguramente les parecerá increíble, pero hubo otra época (cada vez más lejana) donde el fútbol español no era una especie de bipartidismo ‘tiránico’. Una era en la que clubes como el Valencia o el Sevilla asomaban el pecho sin temor a que se lo partieran. Ni en el campo ni en el banco. Entonces, aun equipos como el valencianista se permitían ganar una Liga aquí, una Copa de la UEFA allá, fichar un jugador referente como Villa o, y he aquí la cuestión, ejercer de prestamista ocasional ante otro gran club en serias dificultades financieras.

Un artículo de Jorge Segura (@jseguraclara).

Foto: Ben Sutherland.
Fernando Torres, con el nueve del Chelsea. Foto: Ben Sutherland.

     Que sí, que sí, que hubo un tiempo en que el Valencia tenía dinero para prestar a los demás. Quién lo diría ante la situación de ahogo económico y quiebra técnica que vive ahora, sin dueño claro en lo institucional y lo deportivo. Más cerca del colapso sin posibilidad de reanimación cardíaca. Sería difícil como padre hacerle entender a un niño de diez u once años que no siempre todo fue así y que su equipo ganaba tanto en el campo como fuera de él. Aquí será más fácil explicarlo.

Aquellos maravillosos años del Valencia

     Era el inicio de la dorada primera década del nuevo siglo. La entidad de Mestalla había rentabilizado sus dos finales de Champions con algunos de los traspasos más caros de la historia del fútbol. Gerard al Barça por 24 millones de euros, Farinós al Inter de Milán por 20 o el espectacular de Mendieta al Lazio por cerca de 50 millones de euros (de los que nunca quedó claro si el Valencia cobró todo). A cambio, el desembolso por el grupo de jugadores que llegaron como sustitutos, que sí hicieron campeón al equipo y que lo coronaron como mejor club del mundo en 2004, nunca superó los 15 millones.
En la caja había dinero para pasar muchos inviernos de frío e incluso ayudar a más de uno a pasar las penurias que comenzaban a azotar más de un barco a la deriva. Precisamente en esas estaba el Atlético de Madrid.
     A finales de 1999, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón decretó la destitución de Jesús Gil y de Enrique Cerezo como presidente y vicepresidente respectivamente del Atlético. A su vez, nombró a Luis Manuel Rubi como administrador judicial con plenos poderes hasta el 31 de marzo de 2000. En el mes de enero se confirmó la primera intervención judicial de un club en el fútbol español.

     Tiempo después, tras el maremoto colchonero, las ruinas posteriores que aún hoy lastran a los madrileños y con la familia Gil restaurada en el poder a través de Miguel Ángel, los dirigentes se vieron en la necesidad de buscar dinero para hacer frente a uno de los pagos urgentes que asfixiaban a los rojiblancos.

     Para entonces, Manuel Llorente (que ejercía ya de ‘presidente’ en la sombra como consejero delegado del Valencia) y Miguel Ángel Gil Marín habían cimentado una buena amistad y una excelente relación profesional. Tanto, que Gil no dudó en acudir a él para solicitarle un préstamo por unos ‘cuantos’ miles de euros.
     Al no poder utilizar ninguna de las propiedades del club como aval para aquel préstamo entre amigos, Gil utilizó como garante por si no podía devolver el dinero a una joven estrella que ya había puesto en pie el Calderón: Fernando Torres.
     En Valencia, algunos tacharon a Llorente de poco ‘patriota’ al prestar dinero a un eterno rival que podían quitarse de en medio vía judicial. Otros de ‘loco’ a Miguel Ángel Gil por poner a ‘el Niño’ como aval. Al final, el Atlético devolvió en tiempo y forma el dinero al Valencia, Fernando Torres triunfó para acabar traspasado al Liverpool y el Valencia pasó de club sólido y prestamista a entidad arruinada y desastrada…. Aún hoy me pregunto: ¿Y si el Atlético no hubiera pagado?  


Escribe para 'El Chut': Jorge Segura (@jseguraclara)

Pinche aquí para consultar otros artículos de Jorge Segura.


Comparte este artículo:

0 comentarios:

Publicar un comentario