--> Hay jugadores que aunque se pongan en medio del Bernabéu haciendo el pino-puente, jamás lograrán el cariño o la comprensión del distinguido público. Pepe puede dar fe de que es cierto. Incomprendido hasta el punto de que, a pesar de salir en defensa pública de un compañero, le atizan sin piedad, encuestas incluidas, en las que el soberano público, ente amorfo donde los haya, dicta veredictos sobre cualquier cuestión relacionada con el club de sus amores, con el mismo rigor científico que la Teoría de la Tierra Plana. Pues bien, el Tribunal Popular del Aficionado (en adelante, T.P.A.) ha condenado al jugador portugués, a pesar de su reciente propósito de enmienda. Definitivamente, Pepe es un Pagafantas, un Patito Feo del fútbol.
Un artículo de Luis Jiménez.Seguir a @lujimmix
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Pepe, central del Real Madrid. |
Pepe
es un caso extraño. Habiendo sido uno de los fichajes más caros de la historia
del Real Madrid, nunca ha tenido una estrecha relación con la grada. Quienes
conviven con él, dicen que no es un mal tipo, que tiene un carácter muy
introvertido, poco dado a las excentricidades y una vida privada muy alejada
del glamur y los focos, como sucede con otros compañeros de vestuario. No es,
como podría pensarse, un problema de adaptación, ya que era igual cuando
jugaba en el Oporto y tiene el mismo comportamiento cuando regresa a casa con
la selección. Como jugador, es agresivo, muy al límite, en la frontera entre el
juego fuerte y la violencia gratuita, aunque esta característica nunca ha sido
un obstáculo para la grada blanca, que ha adorado a futbolistas como Goyo
Benito, Camacho o Stielike, que sin ser prodigios técnicos, daban la vida por
un balón y se convertían en la pesadilla nocturna del delantero rival.
Portugués y de Mourinho
A
los adjetivos ya acostumbrados de tipo peligroso, descerebrado o carnicero,
Pepe tiene el dudoso honor de añadir a su particular lista de epítetos
'cariñosos' los de ventajista y desleal. Es lo que tiene la dañina cercanía al
manto celestial de Mourinho, porque formar parte del mal llamado Clan de los
Portugueses, al final se ha convertido en una especie de maldición bíblica para
sus integrantes. Pocos han perdonado las numantinas defensas de Mourinho a su
compatriota, incluso en situaciones tan indefendibles como el famoso pisotón a
Messi, ¿recuerdan? Un entrenador tiene la obligación de dar la cara por los
suyos, aunque no tengan razón o hayan hecho una cosa mala, pero que muy mala.
La excepción a esta regla para un amplio sector del madridismo es Pepe. De los
enemigos del exterior, mejor no hablamos. Pepe es un chollo impagable. Por estos elogios de su entrenador, Pepe está inhabilitado, al parecer, para dar la
cara por su compañero y capitán del equipo. El central tampoco puede decir en
voz alta que Mou se ha equivocado en la gestión del caso Casillas. Curiosos los
criterios aplicados por el talibanismo ilustrado para determinar quién tiene o
no fuerza moral para levantar la voz. Pepe está marcado por su pertenencia al
club de pelotas, sección arrastrados, del Club de Protegidos de Mou, y no hay
más.
Juego
contra corriente y no es un postureo (valga el palabro). Pepe no me parece un
mal futbolista, quizá sobrevalorado, pero no es un mal jugador. Pepe es y puede
seguir siendo un elemento válido para el Madrid de mañana. Ser defensa en el
Real Madrid, por tradición casi secular, es una profesión de altísimo riesgo.
Pepe no es responsable de tener a un entrenador como Mourinho, que hace del
vampirismo una forma de vida. Pepe no tiene la culpa de los malos vientos que
se respiran en el vestuario blanco ni de ser un arma de alcance medio utilizada
en la guerra sucia contra Mourinho. Entonces, ¿por qué cae tan mal?
Sinceramente, para mí es un verdadero misterio que quizá pueda resolver el
T.P.A.
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Luis Jiménez es periodista deportivo.
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Ay, compañero Jiménez. Esta vez no has dado una...
ResponderEliminarTe lo digo desde el cariño, conste. Me temo que la profesión de riesgo no es ser defensa del Real Madrid, sino ser delantero rival y exponerse a que se le crucen los cables a Pepe.
Vaya, vaya, vaya. Entonces, está mal visto salir en defensa del compañero por el síndrome de pertenencia al clan portugués. Eso sí, cero críticas a los directivos madridistas que no han tenido aun a bien salir a defender al capitán del equipo
ResponderEliminarEl Real Madrid debería haber despedido a Pepe desde el mismo momento en que pateó a Casquero. Eso es motivo de despido inmediato. Y los madridistas no olvidan dónde dejó la imagen y el prestigio del Madrid con esa acción. Y encima luego se cargó la semifinal de Champions contra el Barça de 2011 con una absurda entrada sobre Alves. Tiene lo que se merece.
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