--> Son las cuatro de la tarde, es viernes, 31 de mayo para concretar. A esta hora no tengo idea de si David Albelda ampliará su contrato una temporada más con el Valencia, acabará jugando el año que viene en otro lugar o terminará retirándose cuando el 30 de junio finalice su actual vinculación. Es más, casi podría asegurar que el propio David Albelda no tiene clara cuál de esas tres posibilidades acabará tomando. La primera no depende directamente de él y las otras dos no acaban de convencerle. Pero, sinceramente, creo que cualquier camino que escoja será acertado y que el Valencia, ya sea este verano o el siguiente, tardará mucho tiempo en encontrar un jugador que marque tanto el devenir del equipo, del club.
Un artículo de Jorge Segura (@JSeguraClara).Seguir a @JSeguraClara
David Albelda. Foto: Vavel España. |
Los inicios de Albelda en el Valencia
Albelda se asentó en el Valencia cuando más complicado lo tenía. Tras
una grave lesión y una segunda cesión al Villarreal, llegó a un equipo que
había vuelto a ganar un título, la Copa del Rey de 1999, después de 20 años en
blanco. Llegaba además para pelear por un lugar en un centro del campo
afianzado, con la veteranía de Milla, el desparpajo juvenil de Farinós y Gerard
López y la creciente explosión talentosa de Mendieta. Lo tenía difícil como
casi siempre en su carrera.
Sin embargo, Milla cayó lesionado y Albelda comenzó a tener la
confianza de Héctor Cúper. Aun así, le tocó esperar a la siguiente temporada
para hacerse imprescindible. Farinós se marchó al Inter de Milán y Gerard al
Barça. Unida a la venta de Claudio López, el Valencia parecía predestinado a
derrumbarse tras haber alcanzado la primera final de Copa de Europa de su
historia. Pero ahí emergió la figura de Albelda.
Aunque los valencianistas ficharon a Didier Deschamps (del que Albelda
absorbió como una esponja posicionamiento táctico y capacidad de liderazgo en
los entrenamientos), fue David quien se convirtió en el centro de equilibrio
del equipo. A él se unió en lo creativo Rubén Baraja. Ambos convirtieron en una eterna pareja que construyó, junto a grandes futbolistas principalmente en
la defensa, la mejor etapa del club. Esa que ya conocen todos: la final de
Champions de Milán, dos Ligas, una Copa de la UEFA, una Supercopa de Europa y
el colofón de mejor equipo del Mundo en el año 2004.
Pasando de Madrid y Barça
Lo que muchos no saben de esos años es que Albelda dijo NO al Barça. Y,
sobre todo, dijo NO al Real Madrid. En el año 2002, tras perder la Liga
inesperadamente, Florentino intentó ‘robarle’ al Valencia a esa pareja de
hecho. Lo intentó a su manera. Una especie de “tú arrástrate, que ya estoy yo
para levantarte”.
Un verano antes, el ahora nuevamente presidente madridista casi lo
consigue con Mendieta. Florentino convenció a Gaizka pero le puso, como
condición para su fichaje, la obligatoriedad de descararse públicamente y decir
que se quería marchar al Real Madrid. Florentino tiene muchos negocios en
Valencia y no quería verse envuelto en una guerra similar a la que provocó el
fichaje de Mijatovic unos años atrás. Mendieta lo hizo, el Valencia se enrocó y
Florentino acabó dejándolo tirado.
Con Albelda (y Baraja), Florentino volvió a la carga. Tenía más de 6.000 millones preparados para la operación, pero David dijo NO.
Pleitos con el club
Esa es la diferencia entre David y muchos otros que han pasado por el
Valencia en tantos años. Años malos, buenos y excelentes. Albelda ha seguido
viviendo en el pueblo, la Pobla Llarga, durante gran parte de su carrera, y
ahora lo visita casi a diario. Ha ganado nuevos amigos, pero sigue yéndose a
comer con los de siempre. Sabe lo que piensa y siente el aficionado. Es más,
aunque muchos lo despreciasen cuando decidió denunciar al dueño del club en
enero de 2008, él sigue entendiéndolos.
Albelda denunció a Juan Bautista Soler. Porque él fue quien tomó la
decisión de ‘cargarse’ al valenciano, Santi Cañizares y Miguel Ángel Angulo.
Ronald Koeman fue un mero ejecutor. Aquello le costó a David la Copa que ganó
el Valencia en el Calderón, la Eurocopa del 2008 (probablemente el título) y,
lo que es peor, le supuso un golpe anímico muy doloroso a él y su familia.
Albelda dijo NO a pasar página. Porque no merecía lo que Soler le hizo y luchó
por dejarlo claro públicamente. Yo hubiera hecho lo mismo, también sé (como
descubrió Albelda desde que tomó la decisión) que la mayoría no.
Pese a todo Albelda ha vuelto, recuperó la capitanía, ha aguantado la
peor época de la entidad que ha sucedido a la más gloriosa y en Mestalla, su
casa, la gente vuelve a ponerse en pie para despedirle en cada partido. Su
futuro puede quedar más claro la próxima semana, pero lo que deja claro su
pasado es que el Valencia no volverá a tener un David Albelda. Como no tuvo
otro Antonio Puchades (que en paz descanse).
Escribe para 'El Chut': Jorge Segura (@JSeguraclara)
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