El factor Casillas

--> Extraño país este que se aplica con devoción a crear sus nuevos iconos e ídolos con la misma facilidad o saña con los que se empeña en destruirlos. Hablo de Casillas y la sucia, despreciable y barriobajera campaña de desprestigio que se ha orquestado contra la figura del capitán de la selección española de fútbol y del Real Madrid. Hasta hay quien, imagino que al dictado de la mano que mece todas estas historias, se indigna y molesta porque el de Móstoles sea la estrella de una campaña de publicidad de champús; por no hablar de quienes cuestionan tertulia tras tertulia televisiva su vuelta al equipo titular. Su argumento, lejos de consideraciones deportivas como el estado de forma, pasa por afirmar que el prestigio y los valores representados, no son aval suficiente para ocupar la portería blanca.

Un artículo de Luis Jiménez (@lujimmix).
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Íker Casillas, defendiendo la portería del Real Madrid.

Valores

     Quizá sea esta la madre de todas las batallas que se libran en el Madrid desde hace ya demasiado tiempo. Valores era lo que representaban tipos como Del Bosque, Camacho o Fernando Hierro, curiosamente, todos ausentes en el organigrama blanco ¿Molestaban, carecían del glamur suficiente para vestir esa camiseta? Por ahí pueden ir los tiros. Dicen que tampoco Casillas ha sido muy de la devoción florentiniana. Puede que el grito de guerra 'Soy de Móstoles' chirriara demasiado en plena época dorada de lo galáctico, como si David Beckham hubiese sido vecino de la reina Isabel en Buckinham Palace o Luis Figo hubiese nacido en el Chiado lisboeta. Sin embargo, Iker representaba el sueño de cualquiera de los miles de niños que cada día acuden a Valdebebas: sí, se puede.

Desde la modestia, con trabajo, honestidad y honradez, se puede llegar lejos, muy lejos y vestir, por qué no, algún día la camiseta de tu equipo del alma. Y eso caló en la grada y por eso Iker pasó a ser uno más, uno de los nuestros. Y eso, al parecer, molesta.

                A Mou le molesta. Un ególatra compulsivo como el entrenador del Real Madrid no admite en su sistema más Sol que su estrella, ni más Luna que su inseparable alter ego Karanka, que cuan muñeco de José Luis Moreno, se encarga con aplicación a la dura tarea de transmitir la voz del amo. El drama para el entrenador es que es, incluso para él, una tarea titánica cargarse un jugador que juega bien y tiene un currículum y querencia de la grada como Casillas. Si no puedes cargarte al enemigo por las buenas, pues lo haces por las malas. Que si filtra por estar liado con la periodista buenorra de la tele, que si la comunicación es nula, que si ha hablado con el presi para pedir mi cabeza…difama, que algo queda. Hasta que la fortuna se alió con el míster en forma de lesión, bendita lesión, que resolvía el problema. También la fortuna hizo un guiño a Mou con un espléndido Diego López al que, sería injusto, relegar por decreto a la suplencia. Iker, mientras, se mantiene en silencio porque es, ante todo, un tipo noble y consciente de que ahora toca chupar banquillo. Y Mou…pues disfrutando de su pequeña venganza.

Escribe para 'El Chut': Luis Jiménez (@lujimmix).
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